No. No hay que ser muy religioso para hacer el Papa Tour. Basta con tener curiosidad sobre ese personaje particular que es el Papa Francisco, tener tres horas y la disposición de recorrer Buenos Aires en bus.
Pero claro, si alguien es profundamente católico, este recorrido le cae de perlas. No diría que es para cualquiera, pero sí que es el paseo perfecto para quienes prefieren conocer las ciudades en bus, tanto como para mamás, abuelas o abuelos que viajan por el mundo conociendo las iglesias y secretos de la religión en el mundo.
El del Papa Francisco comienza precisamente en una iglesia, la Basílica de San José de Flores, que era la que frecuentaba cuando era el niño Bergoglio. Ahí, además, ocurrió el llamado divino que cambiaría el destino de Francisco, según narra emocionado el guía Daniel Vega: “¿Recuerdan esa frase del Papa: ‘me miró con misericordia y me eligió?’, pues fue aquí, en la primavera de 1953, donde tomó la primera comunión a los 8 años”.
Ese 21 de septiembre de 1953, cuando en Argentina se celebra el día de los estudiantes, Bergoglio iba de picnic con sus amigos, pero antes pasó a confesarse y esto lo cambiaría para siempre. Nunca llegó a encontrarse con ellos.
La Basílica del barrio Flores es solo el primero de los 22 puntos de este circuito papal, una iniciativa del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, gratuito y fácilmente identificable. El bus blanco está rodeado por imágenes del Papa y, conforme van avanzando las investigaciones sobre su vida, nueva información se suma al circuito.
Por ahora –y cómo no– el Papa Tour avanza por el barrio donde creció y que era conocido en su época como el barrio de las ‘casitas baratas’, otra idea para reforzar el espíritu en el que se formó. Después de pitarles a los vecinos del barrio, ya acostumbrados al recorrido, el bus se detiene en la casa de la infancia, donde se ve una pequeña placa que emociona a los turistas: “Aquí vivió el papa Francisco”.
Los viajeros hacen las fotos de rigor y, a continuación, escuchan algunas historias divertidas que permiten imaginar al papa de niño en esa casa sencilla donde vivió con sus cuatro hermanos. La mejor, sin duda, la de la novia que le apareció al Bergoglio adolescente cuando se supo que era el Papa.
“Estaban todos los periodistas buscando amigos y familiares en su casa y sale una señora y dice: ‘yo fui novia del Papa Francisco’. Amalia, se llamaba. Y la hermana del Papa salió a desmentirlo, pero ella insistió en que tenía una carta de amor que decía: si no me caso con vos, me hago cura”, narra.
El circuito recorre también los gustos del Papa. Se sabe que ama el San Lorenzo de Almagro, pero hay que ir hasta a la Plazoleta Herminia Brumana, donde jugaba futbol, para escuchar que, según sus amigos, era un poquito tronco o ‘patadura’, como dicen en Argentina.
El Papa Tour también descubre el verdadero lugar donde nació Francisco, que había sido un misterio porque su hermana no recordaba la dirección, hasta que en 2014 encontraron el acta de nacimiento y la ubicaron.
Pero es también una oportunidad para conocer la historia de barrios de Buenos Aires que usualmente no aparecen en las guías turísticas de la ciudad. Flores, Floresta, Vélez Sarsfield, el hermoso barrio de Villa Devoto, que en otra época fue el lugar de veraneo de los porteños y está repleto de naranjos y limoneros.
Y en él se cuenta con nostalgia que el Papa no ha vuelto a Argentina desde 2013 cuando se fue rumbo al Vaticano. “Antes de irse vino acá donde se vienen a vivir los sacerdotes jubilados y les dijo: yo voy a estar unos días en Roma, elegimos el Papa y vuelvo por aquí para estar disfrutando su jubilación”.
“Las habitaciones quedaron preparadas”, remata el guía y sigue las anécdotas, algunas conocidas como aquella que dice que el Papa nunca quiso el carro oficial que le daba la Iglesia y que prefería montar en metro o en colectivo; o la historia de cómo llegaron los abuelos del Papa a Argentina en un verano húmedo y cómo se salvaron de subirse al Principessa Mafalda, un trasatlántico, que se hundió en 1927 transportando inmigrantes de Italia a Buenos Aires.
Uno de los puntos clave del circuito es la parada en la Parroquia de San José del Talar donde está el santuario de la Virgen Desatanudos, a la que el Papa le tiene devoción. La historia es que a los 21 años cuando a Bergoglio le quitaron un pedazo de un pulmón, conoció a la virgen de origen alemán de ‘Knotenlöserin’ o la que desata los nudos, y se encomendó a ella.
“Él ha dicho que la virgen lo salvó. Así que después de un viaje de Alemania, hizo pintar cuatro imágenes que hoy son veneradas en todo el país y especialmente en esa parroquia, donde para el circuito”.
El Papa tour también pasa por la iglesia donde se conocieron sus padres, y por el oratorio de San Antonio del barrio Almagro donde se habría originado el equipo de fútbol del Papa.
“Por aquí quedaba el estadio del San Lorenzo, donde el Papa vio salir campeón a su equipo en 1946. En época de gobiernos militares lo tiraron abajo y los seguidores fueron a buscar recuerdos para guardarlos como una reliquia. Jorge Bergoglio tenía un pedazo de madera de ese estadio y cuentan que la mandó a pedir y la tiene consigo”, dice Vega.
El recorrido termina en la Plaza de Mayo, pero las anécdotas parecen infinitas. Parados en un kiosko de diarios, Vega rememora otra conversación. Esta vez, una llamada del Papa desde el Vaticano:
“Hola Daniel, habla Jorge Mario Bergoglio. Llamo para pedirte que no me sigas mandando el diario porque ya no estoy en Buenos Aires”, cuenta Vega con tal emoción que logra contagiarla e invita a los turistas a volver cualquier día y hablar con quienes conocieron al hoy Papa en la principal plaza de Argentina, donde trabajó los últimos años antes de ser Francisco.
Y termina: “aquí todos tienen una historia con él”.
El Circuito papal en bus se hace los sábados, domingos y feriados, de 9 a 12 m. y de 3 a 6 p.m.
Sale de la Basílica San José de Flores. Av. Rivadavia 6950. Se necesita inscripción previa, enviando un correo a circuitopapal@buenosaires.gob.ar. Más información en el teléfono (54911) 50302900 ext. 2134.
CATALINA OQUENDO
Especial para EL TIEMPO
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