Empeñada como está en atraer turismo internacional, Colombia puso a andar una nueva estrategia de promoción turística, que consiste en no vender solamente sus destinos tradicionales y enfocarse en las riquezas culturales y de biodiversidad de seis macrorrergiones: el Gran Caribe, el Pacífico, los Andes Occidentales, los Andes Orientales, el Macizo Colombiano y la Amazonía-Orinoquía.
María Ximena Lombana, ministra de Comercio, Industria y Turismo, señaló que “con la nueva estrategia, a través de las seis regiones turísticas, queremos apuntarles a las nuevas tendencias de viajes internacionales”.
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Esta propuesta fue construida por el Gobierno con empresarios y entidades regionales con el objetivo de que los turistas que vengan al país prolonguen su visita para visitar otros lugares de las regiones y apoyen la reactivación de ese sector.

Gilberto Salcedo, vicepresidente de Turismo de ProColombia
ProColombia
Gilberto Salcedo, vicepresidente de turismo de ProColombia, entidad que lidera esta estrategia, señala que esta estrategia es reflejo de un esfuerzo por ajustar la oferta turística a la nueva realidad y necesidades surgidas durante la pandemia, para reactivar un sector que alcanzó cifras récord en el 2019.
“En el 2019, antes de la pandemia –señala Gilberto Salcedo- el turismo ponía el 8 por ciento del empleo nacional y representaba alrededor de 6.750 millones de dólares en divisas; había logrado el ingreso al país de 4,5 millones de visitantes no residentes, la ocupación hotelera se ubicó en un 57 por ciento y estábamos consolidando al sector como el primer renglón no minero energético de la economía nacional. Estoy hablando de un año histórico para la industria”.
Sí. Los impactos de la pandemia fueron globales: las divisas disminuyeron casi un 66 por ciento y el tráfico aéreo cayó prácticamente un 68 por ciento con respecto al 2019, pero al final del camino lo importante y lo relevante es que el sector turismo nacional dejó de concebir el 2020 como un periodo de aislamiento para pasar a uno de alistamiento, cosa que hemos venido materializando de manera clara.
Quiero anotar que al tiempo que Colombia tomó la decisión de convertirse en un actor relevante dentro de la industria de viajes y turismo, hace algo más de una década, también empezó a formar e ir tejiendo una necesaria composición empresarial para la exportación de servicios de turismo.
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El Programa de Formación Exportadora, creado hace unos 12 años, fue de hecho uno de los grandes pilares sobre los que se estructuró el plan de reactivación del turismo en Colombia, en el marco del periodo de alistamiento. En el 2019 logramos tocar con este programa a 10.045 empresas, de manera presencial, en todo el país; cuando llegó la pandemia este tomó toda la relevancia y pasó a atender 21.500 empresas en el 2020, en formato digital. Fue el canal que nos permitió adaptar las experiencias de la industria turística a las nuevas tendencias, a la nueva normalidad que emergió con la pandemia.
Sí, la idea era encontrar la manera de presentar el destino Colombia de forma mucho más adaptada y competitiva en los mercados internacionales, y este alistamiento, también de la mano de los empresarios del sector, nos permitió generar una nueva estrategia de posicionamiento del país en los mercados internacionales, a través de seis grandes regiones.
¿Cuál es la diferencia entre este tipo de promoción turística nacional con la anterior?Es una manera muy novedosa de trabajar con las regiones; nos permite mostrar una oferta mucho más organizada, sostenible y competitiva. Por ejemplo, el Gran Caribe… quien vista una playa de México o República Dominicana no encuentra mucha diferencia; Colombia, por el contrario, puede decir que en esta región tiene para ofrecer mucho más que Cartagena, que es nuestra joya de la corona.
Estamos tratando de extender los recorridos al resto del Caribe, de modo tal que si un viajero va a Cartagena, sepa que puede desplazarse a Barranquilla, que está a dos horas en carro; que puede vivir una tremenda experiencia sobre el mismo Magdalena, que conecta con el Parque Isla de Salamanca; que a una hora y media puede visitar el Parque Tayrona, la Sierra Nevada de Santa Marta, y que a una hora en carro, más al norte, puede desplazarse a Palomino, en La Guajira, e incluso visitar dunas y salinas. Esta estrategia se hace extensiva a las otras macrorregiones.
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Antes llegábamos a escenarios internacionales con una gran campaña de turismo nacional detrás, pero terminaban los empresarios hablando de los mismos tres o cuatros destinos que se promocionaban normalmente, como Bogotá, Cartagena y Medellín, y ahí se nos agotaba un poco el tema. Ahora los comentarios que recibimos de visitantes y empresarios son de inquietud y curiosidad por destinos que eran completamente inexplorados y desconocidos para los mercados internacionales.
Frente a eso debo decir, en primer lugar, que la pandemia movió el tablero. Lo que está buscando ahora la gente no son exclusivamente experiencias urbanas; los viajeros quieren naturaleza, distanciamiento físico, incluso entrar en contacto con otras comunidades, dado el cansancio que trajeron el aislamiento y el encierro. La gente ahora está viajando más largo, incluso al mismo tiempo que trabaja de manera remota, y con menos agendas…
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Al final del día, eso nos induce a todos a cambiar la forma en la que debemos presentar la oferta. En cuanto a la infraestructura, la nueva estrategia viene acompañada no solo del levantamiento de la oferta turística en términos de experiencias, también de entender muy bien cómo están servidas esas regiones, con qué servicios cuentan.
Aún hay mucha incertidumbre por delante; se abren y se cierran mercados, aparecen nuevas variantes del virus y nuevas restricciones. Esta pandemia nos ha llevado a ser más realistas; sin embargo, un reciente reporte de ForwardKeys, una de las plataformas más completas de información de viajes y turismo del mundo, señala que Colombia es el segundo destino de Suramérica con mayor recuperación después de Ecuador, que abrió su mercado casi cuatro meses antes que el nuestro, el año pasado. Ecuador está hoy en el 60 por ciento de las reservas semanales que tenía antes de la pandemia, y Colombia ya va en el 50 por ciento.
La pandemia nos está dejando que destinos de naturaleza, como Colombia, adquieren una mayor relevancia. Estoy seguro de que lo que viene para el turismo en el país en los próximos dos o tres años será, sin duda alguna, uno de los mejores momentos que viviremos en este nicho.
REDACCIÓN VIAJAR
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