En un planeta desconocido, de una galaxia muy muy lejana, existe un lugar que desafía las leyes del tiempo. Aquel que accede puede perder la noción de realidad tal y como la conocemos, pues queda inmerso en viajes intergalácticos y se convierte en el protagonista de misiones espaciales, mientras camina por las calles del planeta Batuu y se encuentra con algún miembro de las tropas de asalto del Imperio Galáctico, conocidas como Stormtroopers. Incluso, puede convertirse en el piloto del Halcón Milenario, esa nave inmortalizada por Han Solo y su peludo copiloto, Chewbacca.
Este lugar ya no está solo en la ficción. Guerra de las galaxias, la saga distribuida por The Walt Disney Company y creada por George Lucas, existe ahora en Disneyland Parks, el complejo de atracciones ubicado en la ciudad de Anaheim (California, EE. UU.). Se trata de Star Wars: Galaxy’s Edge, un parque de diversiones que abrió sus puertas a finales de mayo, ideado por el equipo de Chris Beatty, director creativo ejecutivo de Walt Disney Imagineering, junto a la productora Lucasfilm.
Además de su atracción central –un simulador en el Halcón Milenario–, los visitantes se encontrarán con Droid Depot, un taller en donde es posible armar un robot a la medida; el restaurante Docking Bay 7 Food and Cargo y la cantina de Oga (animada con un DJ robótico), dos opciones gastronómicas para probar platos fuera de este mundo y muchas tiendas de suvenires, que incluyen, cómo no, los sables de luz, así como juguetes, criaturas exóticas, armaduras y ropa.
Fuera de este mundoCuando hablamos de una saga de ficción hay dos posibilidades: ser o no ser fanático. Esta periodista de viajes confiesa que pertenece al segundo grupo y que, si no fuera por la invitación del congreso de turismo IPW 2019, no habría conocido este increíble parque. Sin embargo, la narrativa de Guerra de las galaxias atraviesa la niñez, la adolescencia y la adultez de quienes hemos estado expuestos a la cultura pop. Conocemos a Chewbacca, a la princesa Leia, a Han Solo, y casi todos sabemos que Darth Vader es el padre de Luke Skywalker.
Ahí radica su virtud: la saga resuena como telón de fondo en nuestras historias personales. Por eso, cuando un espacio de 5,6 hectáreas californianas recrea el planeta Batuu –uno de los mundos ubicado en Outer Rim– no resulta extraño.
Así explican voceros de Disney el escenario: “Este remoto planeta fue un concurrido cruce de caminos de las antiguas rutas comerciales previas al uso de la velocidad de la luz. Pero su importancia disminuyó debido al aumento de los viajes hiperespaciales. Ahora es hogar de quienes prefieren el bajo perfil: un puerto próspero para contrabandistas, traficantes sin escrúpulos y aventureros que viajan entre la frontera y el espacio desconocido”.
En el cemento hay marcas de las ruedas de R2D2, uno de los droides más populares del imperio galáctico. Las sigo por un rato y, sin mucho dudar, camino hacia la principal atracción del parque: Millennium Falcon: Smugglers Run (el Halcón Milenario). Esta es la nave pilotada por Han Solo, pero también por la heroína Rey. Aunque el parque ha sido dispuesto solo para los asistentes al congreso, el tiempo de espera asciende a 60 minutos. Me pongo en línea y veo con detenimiento la réplica de aquella nave, que tiene unos 30 metros de largo por 7 de alto.
Luego de la espera llego finalmente a la puerta del Halcón. Tomo la posición para pilotear la nave, como si fuera el mismísimo Han, y me embarco en una aventura por el espacio. Mis compañeros de nave son artilleros y otros son ingenieros de vuelo. El viaje arranca con un destello de luz. Enseguida atravieso un agujero negro y me doy cuenta, muy rápido, de que soy una terrible conductora: me estrello con un asteroide, con un planeta.
Una voz en off que acompaña la aventura me dice que me mueva a un lado y al otro; que atraviese unas cuevas rápido, más rápido, que vamos a colisionar. Haciendo honor a mi falta de destreza no puedo seguir las indicaciones; oprimo un botón y otro, muevo la palanca, pero me estrello. Me agarra un ataque de risa porque no cumplo ninguna misión, no logro atajar impactos... en pocos minutos, experimento la ficción pura del espacio. El valor del entretenimiento. Cuando termina el recorrido, me quedo con una sola idea: cuando regrese al parque, porque intuyo que así será, habré visto la saga completa.

A bordo del Halcón Milenario pilotos, ingenieros y artilleros hacen un entretenido viaje espacial.
Cortesía Disneyland
Es altamente recomendado que consiga sus entradas antes de ir al destino. Un viaje de este tipo requiere planeación y una compra anticipada para ahorrarse dolores de cabeza. En la página de Disneyland (disneyland.disney.go.com/es-us/tickets) puede encontrar información de precios, que están sujetos a temporada y varían alrededor de los 120 dólares.
Disney anunció que en los próximos meses se estrenará la atracción de Star Wars: Galaxy’s Edge en Walt Disney World Resort en Orlando (Florida, EE. UU.).Recuerde que todos los colombianos necesitan visa para entrar a Estados Unidos.
Copa Airlines ofrece tres vuelos diarios a Los Ángeles (a las 11:20 a. m., 10 p. m. y 11:42 p. m.) desde su hub o centro de conexiones en Ciudad de Panamá. Desde Colombia, los viajeros pueden conectarse con Panamá desde ocho ciudades, así: Bogotá (7 frecuencias), Medellín (6), Cali (5), Barranquilla (1 diaria y otra cuatro veces por semana), Cartagena (3), Pereira (1 y otra cuatro veces por semana), Bucaramanga (4 a la semana) y San Andrés (una diaria). Los tiempos de conexión en el hub son muy cortos; de hecho, se trata solo de un cambio de avión para el cual no hay que hacer trámites de aduana ni procesos migratorios. www.copaair.com.
NATALIA NOGUERA
* Invitación de Disneyland Park durante el IPW 2019.
Twitter: @natanogueraa
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