Una hermosa iguana toma el sol cerca del mar, mientras se prepara para buscar alimento.
Filiberto Pinzón /El Tiempo
Los hermosos atardeceres en Willemstad pintan suavemente las fachadas de las paredes icónicas de la isla.
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Imponentes cruceros embarcan en el puerto de Willemstad, donde cientos de turistas se preparan para vivir la experiencia de su vida.
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Curazao tiene un sinnúmero de caminos de ensueño en el que los visitantes pueden apreciar las bellezas naturales de la isla y sus 38 playas.
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Sorprendentes edificaciones históricas nos llevan a revivir tiempos de otra época. Foto Filiberto Pinzón.
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En los muelles conviven armónicamente las atracciones turísticas y el trabajo diario de los pescadores.
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Por donde se vea, Curazao es una isla que asombra por su arquitectura y tradición europea Willemstad se erige ante la mar, orgullosa de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
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La hermosa ciudad costera Willemstad, ofrece interminables caminos relajantes para todos los viajeros.
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Un hermoso pez león, baila elegantemente, mientras expone su belleza a los viajeros.
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A lo largo y ancho de la isla, es común encontrar fabulosos árboles que adornan mágicamente las calles.
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Los colores de Curazao transmiten la alegría y el sabor de su gente.
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Bajo la sombra de una palmera, podemos contemplar los placeres de la costa curazoleña.
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Un tierno atardecer incendia los cielos antes de caer la noche en Curazao.
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La naturaleza sabe dónde mostrar sus colores, siendo el amarillo y el azul los colores de la bandera de Curazao.