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Viajar

Conrad Cartagena, lujo a la medida

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Foto:Cortesía Hotel Conrad

Un recorrido por el hotel de la marca Hilton, único en su género en el país.

Natalia Noguera
La brisa marina del Caribe circula en el lobby. Un coctel de bienvenida, sin alcohol y con la frescura de la yerbabuena, ayuda a los turistas a acostumbrarse pronto al calor de Cartagena.
Los recién llegados recorren la entrada del Conrad Cartagena, un resort de lujo de marca Hilton, mientras el botones recoge equipajes y los lleva a sus habitaciones. Y la vista es así: un bar abierto (el Son y Ron) con una lámpara que cuelga del techo, dos esculturas de Ana Mercedes Hoyos, piso de mármol, una zona de estar con sofás blancos que invitan al descanso y las puertas abiertas hacia los exteriores.
El Conrad Cartagena Luxury Golf & Resort, a 14 kilómetros de las murallas, es el primer complejo hotelero de lujo del país. Cuenta con el único campo de golf TPC en Suramérica, que comparte con el proyecto inmobiliario Karibana.
“Nuestra oferta es extremadamente diversa, y esta es la oportunidad de dar la bienvenida a diferentes tipos de huéspedes de lujo. Tenemos muchos mercados para trabajar, y esta es una oportunidad, para el hotel y para Cartagena, de llegar a diferentes tipos de huéspedes”, explica Stephane Mercier, gerente general del hotel.
Cada una de las 268 habitaciones y suites están decoradas con un cuadro de Pedro Ruiz. Las ventanas de piso a techo dejan que pase la luz natural, pero el blackout la bloquea si así se prefiere.
Los baños tienen tina, ducha y sanitarios por separado, con las comodidades necesarias, aparte de secador y toallas. Además, tienen decoración de cerámica y mármol, y la cereza del postre: un espacioso balcón con vista al mar, al campo de golf y a las piscinas.

La cocina

Gabriela Gómez es la chef ejecutiva del hotel y tuvo a cargo la creación de los conceptos para los siete restaurantes del hotel: Biblioteka, Adesso Tu, Sea Salt Grill, Karibana Beach Club, Sun Bar, Market Café y Son y Ron. Su experiencia y paso por el Reino Unido, Italia, España, Argentina y algunos países del Oriente se evidencian en sus creaciones gastronómicas, que para el caso del Conrad tienen el toque más cartagenero.
Así, en un restaurante como Biblioteka se ofrecen platos sofisticados, inspirados en la experiencia que tuvo la chef Gómez en su paso por países de Asia, Europa y América Latina. Por su parte, en Adesso Tu se ofrecen el desayuno diario y la especialidad del chef: pizzas al horno con los elementos más frescos.
El Sea Salt Grill, ubicado junto al campo de golf, está pensado para los jugadores de golf que necesitan un receso y recargar energías. Ofrece platos de cocina colombiana y estadounidense, y tal vez el más apetecido, por mucho, sea una parrilla con tres tipos de carnes. Y cuando de café se trata está el Market Café, un lugar para charlar mientras se toma una taza de esta bebida o de una infusión.

Las locaciones

Es difícil decidir en dónde permanecer. Las posibilidades son muchas y muy placenteras. El hotel tiene piscina exterior, con tumbonas a lado y lado, y un bar en esta área que ofrece cocteles y bebidas ideales para contrarrestar el calor de la costa Atlántica.
Enseguida está el campo de golf de 18 hoyos diseñado por Jack Nicklaus, jugador profesional en retiro. Y, de nuevo, la vista es para enmarcar: verde extendido a lo largo del course y azul al horizonte. Con la tarde despejada, el atardecer rojo y naranja es el telón de fondo perfecto para un descanso total.
El club de playa es una de las zonas preferidas por los huéspedes. Ofrece toallas gratis y sillas frente al mar, con la posibilidad de tomar una cerveza o un jugo típico con todas las comodidades.
Para llegar allí, los huéspedes pueden tomar un carrito de golf desde la entrada del hotel. Este recorrido se tarda unos 8 minutos. Pero también es posible cruzar el mismo camino y encontrar, con suerte, a algún pescador en su labor. El club tiene también una piscina, duchas y restaurante. Lujo al alcance de la mano.
Como si fuera poco, está el spa. El huésped, cita previa acordada, es recibido por una terapeuta que lo acompaña durante los tratamientos. Puede pasar a la zona de duchas para quedar en bata y luego, si así lo ha decidido, entrar a uno de los cuartos para recibir un masaje. Luego están las zonas húmedas: el turco, el sauna y la piscina de hidromasajes. Es el plan perfecto para quienes necesiten desconectarse y entregarse al descanso total.
Abrió al público en diciembre pasado, y en este breve lapso ha sido exitoso entre los viajeros que quieren celebrar aquí su boda o realizar sus eventos sociales.

También, espacios para negocios

El hotel dispone de más de 2.200 metros cuadrados para eventos. Se destaca el Gran Salón, con una extensión de 850 metros cuadrados y cinco salas de reuniones de más de 45 metros cuadrados. Los espacios tienen luz natural, y en los pasillos cuelgan fotos de Kiko Kairuz. Este espacio modular se puede modificar para convenciones y recepciones de hasta 1.400 invitados. Además, cuenta con servicio de cáterin.
REDACCIÓN VIAJAR
Natalia Noguera
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