Muchos hoteles y cruceros de lujo del mundo han convertido algunas de sus áreas comunes o sus suites en interesantes espacio de exposición de obras de arte, esculturas y conceptos de creatividad de destacados artistas y diseñadores.
Son una oportunidad para que los viajeros alimenten su sed cultural y hagan que su experiencia de viaje sea más rica e interesante.
Estos son algunos ejemplos alrededor del mundo y, cómo no, la destacada suite Botero, en Cartagena, ubicada en el ala colonial del edificio que hace 400 años albergó a las hermanas clarisas, y que hoy es el lujoso hotel Sofitel Legend Santa Clara.
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Hermoso rincón turístico de cinco estrellas, reconocido por su arquitectura integrada a su entorno.
Nizuc
Este hotel de cinco estrellas es reconocido por su arquitectura integrada a su entorno y por su diseño y decoración que junta con gusto y maestría artesanías y obras de arte. En sus salones, áreas comunes y restaurantes expone cuadros, esculturas y arte de diferentes partes del mundo.
Está ubicado en una playa aislada en la costa de Cancún, a solo 15 minutos del aeropuerto, en Punta Nizuc, que en maya significa nariz de perro, un área contenida entre el mar y la laguna Nichupté. En el 2018 fue nombrado como uno de los 100 mejores hoteles del mundo, una distinción que siempre buscan mantener.
Nizuc está en una reserva natural de 12 hectáreas. Sus instalaciones cuentan con 274 lujosas suites, bares, restaurantes, piscinas de mosaico negro y un spa firmado por la prestigiosa marca británica ESPA. Ha sido premiado como uno de los mejores hoteles del mundo por revistas como 'Condé Nast Traveler', 'Travel+Leisure' y 'Estilo de Vida'.
El maestro Botero autografió la Suite con su nombre, reafirmando así su sello característico en esta legendaria habitación.
Sofitel
Sofitel Legend Santa Clara Cartagena ofrece cuatro legendarias suites icónicas, con una propuesta innovadora que involucra el arte y la cultura colombiana a través de la colaboración de cinco de los más reconocidos artistas plásticos del país: los maestros Fernando Botero, Ana Mercedes Hoyos, Jim y Olga Amaral y Enrique Grau, logrando capturar la esencia artística del país para transmitirla a sus huéspedes.
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Cada suite es un tributo al legado de estos artistas, que trasciende en el tiempo.
Desde su apertura en el año 2012, la suite Botero ha logrado convertirse en un ícono de la ciudad de Cartagena, con un diseño único que ha logrado celebrar la vida y obra del maestro Fernando Botero con sus objetos personales más preciados, como libros, fotografías, además de algunas de sus obras, que hacen parte de la decoración de este espacio que en el pasado era el cuarto de costura de las clarisas.
Un ascensor en el interior del AquaDom permite contemplar los 1.500 peces.
Adriana Garzón
El hotel Radisson Blu, situado sobre un Centro de Vida Marina, cuenta con el acuario cilíndrico más grande del mundo, de 25 metros de altura y 12 de diámetro, y que alberga más de 1.500 peces de cerca de 97 especies diferentes en alrededor de un millón de litros de agua.
El AquaDom, que se convierte en todo un espectáculo, da la bienvenida a los huéspedes del hotel en la misma recepción del alojamiento de 427 habitaciones y suites y situado a orillas del río Spree, frente a la Catedral de Berlín.
Los huéspedes pueden disfrutar del ascensor ubicado en el interior del cilindro del AquaDom y contemplar las tareas de limpieza que se llevan a cabo de lunes a sábado por 3 o 4 cuatro buzos especializados, entre las 11 y las 13 horas. Además podrán contemplar en directo la alimentación de los animales que reciben unos 8 kg de comida al día.
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AquaDom es administrado por la Sociedad de Berlín para grandes acuarios y el objetivo es la transformarlo en un arrecife de coral artificial para crear un hábitat común en el acuario cilíndrico para peces y corales.
En el lobby está la obra Paradoja del Vacío (Gregor Kregar, Nueva Zelanda), un laberinto monumental, como un gran caleidoscopio de espejos que refleja luces de colores.
Adriana Garzón
En el hall Promenade se pasea entre divertidas esculturas.
Adriana Garzón
Symphony of the Seas (Sinfonía de los Mares), barco de la naviera Royal Caribbean, se ufana de llevar a bordo un derroche de espectáculos, tecnología y cientos de alternativas de diversión, arte y buena mesa.
Este crucero lleva a bordo 13.347 obras de arte contemporáneo e interesantes instalaciones multimedia que combinan vanguardia, entretenimiento y arte. La colección se llama La maravilla de nuestro mundo, un viaje a lo inimaginable, e invita a disfrutar creaciones que se integran con la arquitectura y decoración del barco, como la Gran Maravilla (Softlab, EE. UU.), ubicada en el Solarium, una instalación creada a partir de piezas interpuestas de acrílico. En el lobby se roba toda la atención de los viajeros la obra Paradoja del Vacío (Gregor Kregar, Nueva Zelanda), un laberinto monumental, como un gran caleidoscopio de espejos que refleja luces de colores. Y desde el ascensor de la popa se aprecia Cometas, una instalación de 2.200 cometas de telas de colores entrelazadas cual arcoíris.