Entre los municipios de Guatapé y San Rafael está el hotel ‘boutique’ Manantiales del Campo, una reserva forestal de más de 480 hectáreas ubicada a hora y media de Medellín.
En esta región del oriente antioqueño es posible disfrutar de formaciones naturales de agua, conocer la fauna del lugar y probar los platos típicos. La fórmula perfecta para el descanso.
Esta reserva húmeda está enclavada en medio de las montañas antioqueñas, y desde aquí hay acceso a cuatro cascadas: la Esmeralda, el Mirador de Catalejo y las Gemelas.
Para conocer las cascadas se recomienda hacer la caminata ecológica en un día de sol. También, para observar algunas de las 250 aves que habitan en la reserva. Tucanes, sinsontes y búhos de anteojos son algunas. Quien tenga suerte podrá ver la tangara fucosa, una especie que habita en Colombia y Panamá. La caminata –que toma más de cuatro horas y está acompañada de un bocadillo y café– y el avistamiento pueden hacerse a pie o a caballo, con la compañía de un guía especializado.
Hay también sitios destinados para la pesca deportiva. Y para quienes buscan relajación total está el spa, que ofrece servicio de masajes y otros tratamientos.
Además de desayunos y ‘snacks’, en el restaurante tipo bufé hay fiambre típico de la región, como envuelto en hoja de plátano relleno de arroz, chorizo, carne molida, puré de papa y chicharrón.
Otros planes disponibles para los visitantes son tomar un baño en las piscinas térmicas o ver animales, como micos tití o venados, que han sido recatados por organizaciones dedicadas a su protección y conservación.
La reserva está ubicada a 84 kilómetros de Medellín y a 49 kilómetros del aeropuerto internacional José María Córdoba.
Comentar