Hartsfield-Jackson, en Atlanta, Estados Unidos, es el aeropuerto con mayor número de pasajeros del mundo.
Por sus pasillos desfilaron más de 101 millones de viajeros en el 2015. Es como multiplicar por dos a los colombianos y hacerlos pasar por las puertas de seguridad del principal punto de conexión aérea del territorio estadounidense.
Pekín, Dubái y Chicago son los siguientes en el listado. Los tres sumaron 246 millones de pasajeros en sus salas de espera el año pasado. Estas cifras, además de evidenciar que el tráfico aéreo vive una de sus mejores épocas, dejan claro que los aeropuertos hoy deben ser mucho más que simples lugares para tomar un avión.
De eso se han percatado en ciudades como Helsinki, donde instalaron cabinas con diseño futurista que sirven como camas personales para viajeros; o en Múnich, donde entre las terminales 1 y 2 hay una piscina gigante de olas artificiales para practicar surf.
Acá un vistazo a innovaciones en aeropuertos del mundo que provocan admiración por su ingenio y, seamos sinceros, también envidia.
Surf con maletasNo es un tema menor en Múnich, Alemania. El surf es un estilo de vida en una ciudad donde el mar queda al menos a 800 kilómetros de distancia. Por eso, en su aeropuerto, construyeron una enorme piscina de olas artificiales para la práctica de este deporte. Está entre las terminales 1 y 2, y tan en serio es el asunto que allí se realiza un campeonato europeo para profesionales y aficionados. Para los viajeros se ofrecen sesiones gratis, alquiler de tablas y clases con entrenadores certificados.
No saque el portátil
Las comodidades del aeropuerto Luton, en Londres.
Zapatos, correa, chaqueta, portátil. Algunos de los accesorios que hay que poner en una cesta plástica antes de pasar por el punto de control en la mayoría de aeropuertos de alto tráfico. Lo que produce, inevitablemente, largas filas y pérdida de tiempo. Para contrarrestar esto, en el aeropuerto Luton, en Londres, han instalado sistemas de escáneres avanzados que incluso permiten pasar las maletas con líquidos y computadores adentro. Estos aparatos combinan tecnologías de imágenes de diagnóstico médico con herramientas de monitoreo militar.
Vamos a cine
El aeropuerto internacional de Hong Kong construyó una sala IMAX con una pantalla de 13,8 metros de alto.
¿Retraso, cancelación o tiempo de conexión suficiente para una película en cine? ¡Perfecto! El aeropuerto internacional de Hong Kong construyó una sala IMAX con una pantalla de 13,8 metros de alto por 22,4 metros de ancho y con 358 asientos, lo que lo convirtió en el cine IMAX más grande de esa ciudad. Se proyectan películas en formato 2D y 3D de títulos de Hollywood y cintas con espíritu educativo. Su sistema de proyección ofrece imágenes ultra realistas, audio sincronizado por láser y diseño inmersivo. Si pasa por allá, búsquelo en la terminal 2, piso 6.
A dormir bien
En el aeropuerto de Helsinki (Finlandia) se puede dormir en estas modernas cápsulas.
GoSleep es el nombre técnico de esta cápsula vanguardista diseñada y fabricada en Finlandia para el aeropuerto de Helsinki. Se alquila por horas con el objetivo de dormir una siesta, descansar o aislarse del tumulto de viajeros. Dentro de la cabina hay espacio también para el equipaje y varios conectores disponibles para teléfonos inteligentes, computadores portátiles y demás dispositivos. El confort es la clave: adentro hay una cómoda almohada, colchón y persiana para aislar la luz. Además, la cubierta es corrediza para que nadie interrumpa el sueño.
Leo, ¡lleva las maletas!
Aero6
“Siga al robot” es una frase que nos parece lejana, pero ya se oye en ciudades japonesas en las que máquinas humanas atienden en los hoteles. Ahora, los seres de hojalata también habitan en el aeropuerto de Ginebra, Suiza, donde ejercen de los clásicos botones. Llevan equipaje hasta de 32 kilos de peso, lo escanean y trasladan hasta el mostrador de la aerolínea del pasajero. Comodidad, seguridad y ahorro de tiempo. El usuario recibe el pasabordo al entregar la maleta al robot y así se salta la fila del 'counter'. Por si acaso, se llaman Leo, en honor al ícono italiano del Renacimiento.
GONZALO PIÑEROS
Especial Para VIAJAR
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