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Viajar

Curazao: planes imperdibles para visitar y descubrir esta isla del Caribe

La playa Kenepa Grandi está situada en el lado occidental de Curazao, entre Westpunt y Lagun.

La playa Kenepa Grandi está situada en el lado occidental de Curazao, entre Westpunt y Lagun.

Foto:Katherin Páez

Playas, restaurantes y festivales dan 'vida' a este destino inolvidable. 

redacción viajar*
A menos dos horas en avión desde Bogotá está Curazao, una isla perteneciente al Reino de los Países Bajos, que además de tener todo el sabor del Caribe ofrece una buena muestra de la vida europea.
Su mayor tesoro son sus playas, y con ellas, descanso y recreación. Aunque su idioma oficial es el holandés, sus habitantes hablan papiamento (mezcla de afroportugués, holandés, francés, español e inglés), por lo que es fácil comunicarse en estos idiomas. En época de fuertes vientos, vale la pena destacar que está fuera de la franja de huracanes.

Centro de conexión

Le sorprenderá saber que sus primeros habitantes fueron los arahuacos, y aunque los españoles llegaron a la isla, al ver que tenía poco oro la abandonaron. A partir de 1636 fue declarada colonia holandesa y se estableció allí el centro de comercio de trata de esclavos. En 1863, la esclavitud fue abolida y la isla, descolonizada, para 1954. Al ser la mayor de las islas, fue el centro de gobierno de las Antillas Neerlandesas hasta 2010.
Curazao es hoy un país autónomo dentro del Reino de los Países Bajos y, al contrario de lo que se pensaría, el turismo no es el principal motor de su economía, pues cuenta con sectores como el petrolero, logístico y financiero, lo que sumado a los lazos comerciales con Europa la hace atractiva para el comercio en la región.
El letrero de la ciudad es un lugar perfecto para una fotografía.

El letrero de la ciudad es un lugar perfecto para una fotografía.

Foto:Katherin Páez

La fuerza del mar

Al aterrizar es posible ver la particular geografía de la isla. Sus más de 4.800 hectáreas en áreas de reserva natural son ideales para observar la fauna nativa y practicar senderismo. El Parque Nacional Shete Boka, o ‘siete bocas’, cubre casi 10 kilómetros y alberga aperturas rocosas al mar, además de áreas protegidas para la anidación de tortugas marinas. En Boka Tabla podrá ver de primera mano cómo inmensas olas chocan contra una cueva subterránea

Postales imperdibles 

Al llegar a su capital, Willemstad, nos reciben los históricos barrios de Punda y Otrobanda, que, separados por la bahía de Santa Ana, se conectan gracias al puente Reina Emma. Desde allí tendrá la mejor vista de su emblemática arquitectura. También podrá observar el puente Reina Juliana, que, con 56 metros, es el más alto del Caribe, y si los deportes extremos son lo suyo, bajo un guía podrá hacer rápel desde este lugar.
Alquilar una scooter o moto eléctrica le permitirá conocer el centro histórico a su ritmo. Curaçao Green Wheels ofrece este servicio. No olvide pasar por los letreros de Curacao y Dushi (dulce o querido), la palabra más escuchada en la isla.
La calle de Handelskade, uno de los lugares más emblemáticos para visitar de Willemstad.

La calle de Handelskade, uno de los lugares más emblemáticos para visitar de Willemstad.

Foto:Katherin Páez

Aventura de aguas

Casi 40 playas de arena blanca lo harán enamorarse de este destino. Playa Kenepa, a 50 minutos de Willemstad, es un lugar perfecto para hacer snorkel en tranquilas aguas turquesas o sencillamente descansar junto a una puesta de sol.
Uno de los lugares de buceo más famosos de la isla se encuentra en la playa de Tugboat. Allí podrá nadar como un delfín en un seabob, una especie de moto acuática con un recorrido personalizado de la mano de Bearded Butlers Seabob Adventure y apreciar un pequeño naufragio a tan solo cinco metros de profundidad.
Playa Tugboat, ideal para bucear.

Playa Tugboat, ideal para bucear.

Foto:Katherin Páez

Patrimonio cultural

Curazao tiene más de 25 museos, y Kas di Pal’I Maishi es uno de ellos. Ubicado en una de las casas de kunuku (adobe) o casas para esclavos, construida hace 130 años, nos enseña elementos de la vida cotidiana en las isla hasta 1950. La casa está protegida por cactus, pues la isla no cuenta con tantos árboles. El uso de esta planta derivó en todo tipo de actividades.
Estando allí, anímese a probar platos regionales auténticos en el Komedor Krioyo, donde podrá encontrar la sopa de kadushi (cactus), stobas (estofados) y pescados, que se sirven con tutu, una guarnición dulce a base de harina de maíz y fríjoles. Acompáñelos con una refrescante limonada o awa di lamunchi, una bebida común en la isla.
El Parque nacional de Shete Boka es una reserva natural en Curazao.

El Parque nacional de Shete Boka es una reserva natural en Curazao.

Foto:Katherine Orjuela

Descansar en el paraíso 

Lo mejor de la hospitalidad en esta isla es que siempre hay opciones para todos los bolsillos. Si de aguas tranquilas se trata, la recomendación es la playa de LionsDive Beach Resort, ideal tanto para descansar con los niños como para practicar buceo. Es clave visitar el acuario de Curazao, en contacto con el mar abierto y su academia de delfines, que se encuentra a poca distancia de este complejo turístico. A unos minutos también encontrará el Kontiki Beach Resort, un sitio turístico de lujo donde la arquitectura y naturaleza se combinan para hacer de sus vacaciones en pareja una experiencia inolvidable.

Celebrando la cultura y la gastronomía 

Una gran variedad de eventos han regresado después del confinamiento. En esta oportunidad, el Festival Kaya Kaya nos permitió integrarnos con los lugareños. Desde 2018 esta iniciativa ha logrado una importante renovación en el sector de Otrobanda con interesantes muestras de arte, murales callejeros, música local y excelente gastronomía.
Si se antoja, el 29 de octubre podrá asistir al Pride Curaçao, evento con el que la isla reafirma ser un destino incluyente y Flavors of Curaçao un festival de comida al aire libre que muestra la diversidad culinaria y lo mejor de los restaurantes del país.
Para vivir una experiencia culinaria de alto nivel, no deje de pasar por Saint Tropez Ocean Club, en la zona de Pietermaai, y Mood Beach, en Mambo Beach, exclusivos bares de playa que ofrecen platos internacionales.

Más noticias

KATHERINE ORJUELA PÁEZ
ENVIADA ESPECIAL DE VIAJAR
CON INVITACIÓN DE LA OFICINA DE TURISMO DE CURAZO
redacción viajar*
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