El Louvre Abu Dabi (LAD) es una joya arquitectónica llena de tesoros artísticos. Este edificio, obra del arquitecto francés Jean Nouvel, alberga una colección permanente de más de 600 piezas y acaba de abrir sus puertas.
Se trata del primer emplazamiento del distrito cultural que se proyecta erigir en la isla de Saadiyat o isla de la Felicidad, (www.saadiyatculturaldistrict.ae), una ínsula natural de 27 kilómetros cuadrados que albergará una serie de establecimientos culturales de gran envergadura.
En esta metrópoli de altísimos rascacielos y brillante cristal y acero es un alivio ser bienvenido bajo una cúpula baja que parece flotar, aparentemente ingrávida y sin medios obvios de soporte, sobre un grupo de edificios blancos y cuboides situados en la costa arábiga, donde la luz es cegadora y el calor abrasador, según el diario británico ‘The Telegraph’.
El LAD es el primer museo en el mundo árabe que se enfoca en las historias humanas compartidas a través de las civilizaciones y culturas, ofreciendo la posibilidad de ver la humanidad bajo una nueva luz, según esta nueva institución (www.louvreabudhabi.ae), localizada en la capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Jean Nouvel, ganador del premio Pritzker, ha diseñado este museo representando una ciudad árabe, bajo una gran cúpula plateada de 180 metros de diámetro y compuesta por casi 8.000 estrellas de metal únicas en un patrón geométrico complejo, bajo la cual los visitantes pueden caminar por los paseos con vistas al mar.
“Cuando la luz del sol se filtra crea una ‘lluvia de luz’ en movimiento debajo de la cúpula, que recuerda a las palmeras superpuestas en los oasis de los EAU”, indican fuentes del LAD.
El Louvre Abu Dabi nació de un acuerdo intergubernamental entre Emiratos Árabes y Francia en el 2007, el cual incluye el préstamo del nombre del Louvre por 30 años y 6 meses; de trabajos artísticos de instituciones francesas durante diez años, en forma decreciente a medida que crezca la colección permanente del LAD, y la programación de exposiciones temporales durante 15 años.
El acuerdo involucra a 12 instituciones culturales públicas francesas, encabezadas por el Museo del Louvre y el Centro Pompidou, informa el Louvre (www.louvre.fr/en/louvre-abu-dhabi), explicando que el objetivo de los EAU con este museo es hacer de su país un destino cultural superior e internacionalmente reconocido por su arte, educación y cultura.
El LAD ha adquirido hasta la fecha más de 600 obras de arte, muchas de las cuales se exhibirán junto con 300 obras en préstamo, provenientes de 13 instituciones francesas.
Estas obras, expuestas en galerías tanto cronológicas como temáticas, abarcan toda la existencia humana: desde objetos prehistóricos hasta trabajos contemporáneos, destacando temas e ideas universales y desviándose de la museografía tradicional, que a menudo las separa según su origen, indican desde el LAD.
La ‘ciudad museo’ del Louvre Abu Dabi abarca casi 64.000 metros cuadrados, con 6.000 de estos dedicados a la colección permanente y 2.000 para exposiciones temporales.
Su gigantesca cúpula cubre dos tercios del museo, proporcionando sombra y reduciendo el consumo de energía, en tanto que un canal de agua inspirado en el antiguo sistema de ingeniería árabe lo atraviesa, convirtiendo el espacio en un oasis refrescante que invita a pasear a lo largo del curso acuático, explica la entidad de los EAU.
Una de las obras emblemáticas en este museo es una pared de gres porcelánico que representa círculos concéntricos dibujados a mano originados en la huella dactilar de Sheikh Zayed, el padre fundador de los EAU, y que ha sido producida en colaboración con los talleres de Sévres-Cité de la Céramique, en Francia.
En el centro destacan las obras de Leonardo da Vinci, Vincent van Gogh, Auguste Rodin, Vincenzo Coronelli, Jacques-Louis David, Primatice y Alberto Giacometti, así como un raro salero de marfil del Imperio de Benín, un par de vasijas ëguií, un cofre relicario del siglo XIII, una jarra china de forma persa y una pechera de Marmesse, señala el LAD.
En cuanto a otras obras, existe una galería dedicada a las religiones universales que presenta textos sagrados: una hoja del Corán azul, una Biblia gótica, un Pentateuco y textos del budismo y el taoísmo.
Los visitantes también pueden apreciar cómo el horizonte del mundo se expandió gradualmente, primero entre Asia y el Mediterráneo y luego entre Europa y América, explican desde el LAD.
El museo presenta asimismo un conjunto de pantallas del japonés Namban, que reflejan el diálogo entre el Lejano Oriente y Europa, y la artista estadounidense Jenny Holzer ha creado tres muros de piedra grabados, que citan textos históricos importantes de la ‘Muqadima’, de Ibn Khaldun.
El artista italiano Giuseppe Penone ha producido varios trabajos específicamente para el LAD, como ‘Leaves of Light’, un vasto árbol de bronce con espejos colocados en sus ramas para reflejar la ‘lluvia de luz’.
Jean Nouvel (www.jeannouvel.com) quería que su edificio tuviera “una forma que coincida con su función de santuario de las obras de arte más valiosas”.
Según este reputado arquitecto, este lugar de luz y encuentro revela “una serie de culturas planetarias más allá de los mares y siglos, y la arquitectura de este museo protege sus tesoros. Es un homenaje a la ciudad árabe, a su poesía en geometría y luz, y es una evocación de las temporalidades que, inexorablemente, acentúan las horas, los días y el pasar de nuestras vidas”.
RICARDO SEGURA
EFE Reportajes