10 años del Papa Francisco

Francisco: diez años del papa sacudió a la Iglesia

El primer pontífice latinoamericano ha impulsado una Iglesia de puertas abiertas para los pobres y excluidos. Ha incomodado a los más tradicionalistas con su estilo fresco, sencillo y transgresor, lejos de la pomposidad de sus antecesores. A sus 86 años y enfermo de una rodilla, cumple una década lidiando con una Iglesia Católica llena de ovejas pero también de lobos.

José Alberto Mojica Patiño

Editor de Reportajes Multimedia - EL TIEMPO

@joseamojicap

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Se le ha visto en silla de ruedas. En muletas. O caminando con mucha dificultad; dando tumbos, como un pingüino temeroso. El papa Francisco cumplió 86 años el pasado 17 de diciembre y, evidentemente, la edad le ha pasado factura. El 5 de mayo del 2022, en una entrevista con el diario italiano Il Corriere della Sera confesó que lleva varios años padeciendo artrosis en la rodilla derecha —en la que ya tenía un ligamento roto— y que ha tenido que soportar mucho dolor.

“Estoy así desde hace tiempo, no puedo caminar”, indicó Francisco, quien ha manejado esas dolencias con infiltraciones y terapias. Se resiste a una cirugía, aunque los médicos se la han sugerido.

Y así, mostrándose más mortal que nunca, cumplirá sus 10 primeros años de pontificado este 13 de marzo. Diez años en los que no ha parado de generar noticias ni de alborotar avisperos con su particular forma de ser, actuar y dirigir una Iglesia que parecía congelada en el tiempo.

El mundo entero estaba ansioso por conocer al nuevo heredero del trono pontificio, en un momento en el que no se terminaba de entender por qué Benedicto XVI había decidió renunciar a su cargo, aduciendo “una incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio”. Tenía, entonces, 86 años. Esa fue la versión oficial, porque más adelante los medios especializados adjudicaron el hecho al escándalo reciente de los llamados ‘Vatileaks’: una serie de revelaciones confidenciales que filtró su mayordomo, Paolo Gabriele, sobre la concesión a dedo de algunas obras públicas y otros escándalos de corrupción en la Santa Sede.

Trece de marzo del 2013. Hora: 19:05 hora en Italia (1:05 p.m. en Colombia). Después de dos días de cónclave y de varias fumatas negras, por fin salió humo blanco de la Capilla Sixtina, tras el visto bueno de los 115 cardenales electores. ‘Habemus papam’, anunció el cardenal francés Jean-Louis Tauran —el camarlengo, cargo dispuesto para este fin— vestido impecablemente de rojo de pies a cabeza.

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de entonces 76 años —sacerdote jesuita que inició su carrera como profesor de literatura en un colegio, amante del fútbol e hincha del atlético San Lorenzo y a quien le extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho cuando tenía 21 años— fue proclamado como el nuevo pontífice: el primero nacido en América Latina. Y escogió el nombre de Francisco, en honor al santo italiano que vivió una vida religiosa austera y simple: dos valores fundamentales que marcarían su gobierno eclesiástico.

Desde el momento en el que fue proclamado sucesor de Benedicto XVI —quien renunció a su cargo ocho años después de iniciar su pontificado en reemplazo de Juan Pablo II, algo que no sucedía hace 600 años, cuando Gregorio XII dimitió de esa dignidad— demostró que no sería un papa común y corriente. Que había llegado a revolcar las aguas mansas, y sobre todo, las turbias. A hacer ‘quilombo’, como dicen los argentinos cuando alguien hace lío.

Al papa Francisco lo caracteriza su espontaneidad y empatía con los fieles. Como con estos jóvenes, a quienes se topó en la basílica de San Pedro en agosto del 2013. Efe/L’Osservatore Romano

Pero más allá de esos gestos simpáticos y transgresores conocidos desde el principio —se fue a vivir en una habitación de la Casa Santa Marta del Vaticano y no en el Palacio Apostólico, que es el hogar de los papas; se le vio recorriendo las calles de la Santa Sede en un Renault 4 modelo 1984, entre otros—, ¿qué balance se puede hacer cuando cumple una década a la cabeza de la Iglesia Católica universal?

La mexicana Valentina Alazraki es la ‘decana’ de los vaticanistas, como llaman a los periodistas especializados que cubren las noticias de la Santa Sede. Como corresponsal de Televisa, ha hecho 156 viajes papales con Juan Pablo II, Benedicto XVI y el papa Francisco.

“Es un balance positivo, pues ha introducido una nueva forma de dirigir la Iglesia. Es un pontificado que será recordado por su apertura, porque ha involucrado y acogido a todos. Ha demostrado que su mayor interés es la oveja perdida y no las 99 que ya tiene, aunque esas 99 se hayan sentido descuidadas o de una categoría inferior”, le dijo a EL TIEMPO la consagrada reportera al hablar de las incomodidades que ha generado entre los católicos más tradicionalistas. Y define a las ovejas perdidas como a las personas marginadas y víctimas de pobreza económica y espiritual.

También destaca que Francisco se bajó de los altares y se desmontó de ese halo de sacralidad que caracterizó a la mayoría de sus predecesores, para ser más cercano a la gente. “Esta es una Iglesia en salida, que invitó a que las parroquias de todo el mundo tuvieran siempre las puertas abiertas y a que los sacerdotes se acercaran a la gente; una Iglesia misericordiosa que no te juzga, sino que en todo momento te recuerda que Dios te ama y perdona todo”.

Pero no todo ha sido positivo, pues —según ella— los más conservadores han considerado que tanta espontaneidad le ha quitado la solemnidad y rigurosidad que, se supone, debería conservar su cargo a la cabeza de una de las religiones con más fieles del mundo, que suma más de 1.300 millones de fieles.

“En una entrevista, me dijo que era consciente de los riesgos que su forma de ser y hablar representaban, porque podría ser malinterpretado”, dice la periodista al señalar los escandalosos titulares de prensa que citan declaraciones sin contexto.

“Ser homosexual no es ningún delito, pero sí es un pecado”. Esa frase le dio la vuelta al mundo a partir del pasado 25 de enero y muchos recordaron que, años atrás, había dicho que “Dios es padre y no reniega de ninguno de sus hijos” y que “no es quién para juzgar a nadie”, lo que se consideró como un respaldo sin precedentes a la comunidad gay. Entonces, se armó toda una confusión: ¿Apoya a los homosexuales? ¿O los condena?

Sin embargo, en la entrevista completa, publicada por la agencia AP, también rechazó a los países que aplican leyes que criminalizan a estas personas. Y dijo que también es un pecado, por ejemplo, la falta de caridad con el prójimo.

“Al parecer, él no explica antes que hay unas reglas del catecismo que explican lo que es pecado y lo que no es pecado. No es pecado ser homosexual, pero si eres un homosexual que practica la homosexualidad, pues estás en pecado según el catecismo. Es un terreno muy delicado”, añadió Alazraki al considerar que Francisco ha dado muchas entrevistas —algo que no ocurría con sus antecesores— y que eso ha abierto puertas a las especulaciones. “No todos los periodistas tienen el rigor o la ética de enmarcar lo que dijo, aunque espontáneamente, en el verdadero contexto”, puntualiza.

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Abusos sexuales y corrupción

Giovanni Vian es historiador y periodista, profesor de literatura cristiana antigua en la Universidad de La Sapienza de Roma y exdirector del prestigioso periódico L’Osservatore Romano. ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles que ha afrontado el papa Francisco en sus diez años de pontificado?, le preguntó este diario.

“Sin duda, la tragedia de los abusos sexuales y de poder de miembros del clero e, incluso, de no pocos exponentes de la jerarquía eclesiástica, cometidos sobre los más débiles: menores de edad, mujeres y también religiosas. Es un drama que, a pesar de los esfuerzos, especialmente de Benedicto XVI, está todavía por resolver”.

El experto destacó avances en ese sentido —ha pedido perdón a las víctimas de los sacerdotes pederastas, ha condenado este hecho como ‘un crimen abominable’ e implementó un protocolo global que contempla la colaboración inmediata con las autoridades civiles, desmontando el modelo de encubrimiento que existió durante muchos años por parte de las autoridades de los curas denunciados—, pero considera que también se han conocido incoherencias y contradicciones de su parte.

Se refiere puntualmente al escándalo del jesuita y artista Marko Rupnik, nacido en Eslovenia, acusado de abusar sexualmente de al menos nueve religiosas y excomulgado por ese caso. Sin embargo, un mes después fue absuelto por la Compañía de Jesús, a la que también pertenece Francisco. No es el único que critica su silencio. En los pasillos vaticanos comentan que el Papa se ha mantenido al margen de esta situación para respetar el proceso judicial y el principio de no injerencia.

Consultada por EL TIEMPO, la periodista argentina Elisabetta Piqué, corresponsal del diario La Nación en Italia —y quien le sigue la pista desde que era arzobispo en Buenos Aires—, se refiere a ese grupo ultraconservador de la Iglesia que jamás ha comulgado con el papa Francisco. “No pudieron digerir a un papa que no es un rey, que quiere una Iglesia pobre y para los pobres y abierta a los excluidos: a los gais, a las lesbianas, a los trans. Se han sentido descolocados desde el principio. Pero él ha seguido adelante”, dijo la también biógrafa del pontífice argentino. No obstante, deslegitima su poder, pues cree que su alcance se limita al efímero campo de las escandalosas redes sociales: una situación que ha debido enfrentar Francisco y que no les correspondió a sus antecesores. “Es mucho ruido y pocas nueces”.

Aplaude su discurso en contra del comercio de armas y contra el sistema capitalista. Y evoca uno de los momentos más difíciles que, según ella, ha tenido que afrontar. Se refiere al Sínodo de la Familia, ocurrido en octubre del 2015, en el que un grupo de 13 cardenales le envió una carta rechazando su metodología y advirtiendo posibles riesgos a normas del catecismo como la posibilidad de que les volvieran a permitir la comunión a los divorciados vueltos a casar. Algo que finalmente ocurrió, en agosto del 2016, cuando abrió esa puerta, lo que se convirtió en un auténtico hito.

En la basílica de San Pedro, Francisco celebró una ceremonia por la consagración de Rusia y Ucrania al sagrado corazón de María. “Es una guerra odiosa contra los hermanos ucranianos”, dijo. Efe.

Y recuerda la visita que hizo a Chile, en enero del 2018, que tuvo poca asistencia comparada con otros viajes apostólicos que han sido multitudinarios, como, por ejemplo, su estancia en Colombia en septiembre del 2017. Francisco llegó en un momento crítico para la Iglesia Católica chilena, por cuenta de los abusos sexuales cometidos por clérigos de ese país. De hecho, en ese viaje se reunió con varias víctimas y les pidió perdón. En ese viaje quedaron claros el rechazo y la condena de un alto porcentaje de chilenos a la Iglesia.

El reportero y vaticanista colombiano Néstor Pongutá Puerto, quien ha cubierto los pontificados de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, señala un punto crucial: es un sacerdote jesuita. Y hace muchos siglos está clara la vocación y forma de pensar y actuar de los miembros de la Compañía de Jesús, reconocidos por su interés intelectual y mente abierta. “Llegó con una actitud revolucionaria, para acercar más a los fieles y hacer una Iglesia pobre para los pobres”. Y destacó su coherencia. “Dice lo que piensa, hace lo que dice y cree en lo que piensa”, dijo. Y añadió: “Es un pastor que huele a oveja. Ha hecho 40 viajes en los cinco continentes, yendo a las periferias no solo geográficas sino también las humanas. Tuvo que afrontar una pandemia, compartió con una Papa Emérito y ha tendido puentes donde ha podido ser útil e importante” , sigue el periodista al recordar, por ejemplo, su rol conciliador en el restablecimiento de las fracturadas relaciones entre Estados Unidos y Cuba, en el 2014, y su apoyo al proceso de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc. Y también, desde su rol diplomático, ha invitado insistentemente a frenar la guerra entre Rusia y Ucrania, y ha liderado campañas y colectas para las víctimas ucranianas. También ha buscado canales de acercamiento con Rusia para obtener la liberación de prisioneros capturados por las tropas de Vladímir Putin en Ucrania.

Pongutá resalta acciones contundentes como la encíclica Laudato si’ (Alabado seas), publicada en mayo del 2015, y que invita a cuidar la ‘casa común’: es decir, el planeta Tierra. El robusto documento conmina a los más poderosos a reducir la contaminación y a luchar contra la crisis climática. Y ha sido una hoja de ruta en eventos globales de medioambiente como el Acuerdo de París (diciembre del 2015).

Pero, sobre todo, aplaude que le haya metido la mano a las hasta entonces intocables finanzas de la curia romana, cuyos casos de corrupción y espionaje parecen sacados de una película. Un ejemplo es el caso particular del cardenal italiano Angelo Becciu, hombre cercano al Papa y prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. Becciu fue acusado de malversación de fondos, extorsión, blanqueo de dinero y abuso de poder. “Se habían desviado unos 500 millones de dólares del óbolo De San Pedro, que recoge las limosnas que recibe la Iglesia Católica, y que eran para los pobres; pero el cardenal destinó parte de esos fondos para comprar un palacio en el Reino Unido”, sigue Pongutá al hablar sobre este escándalo en el que se señaló a Becciu de haber incurrido en chantajes y otros actos ilícitos. Precisamente hace unos meses, en noviembre del 2022, los medios se enteraron de que el mismo Becciu llamó al papa Francisco, un año atrás, y lo grabó sin su consentimiento, buscando que confirmara haber aprobado movimientos financieros confidenciales. Y, precisamente, le habló sobre los recursos dispuestos para liberar a la misionera colombiana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada por Al Qaeda en Mali y liberada el 10 de octubre del 2021 tras cuatro años de cautiverio.

—¿Me dio o no la autorización para lanzar las operaciones de liberación de la religiosa?, le preguntó el obispo Becciu en su llamada.

—Habíamos fijado el rescate en 500.000 euros, no más porque nos parecía inmoral dar más dinero a (...) los terroristas… Creo que le había informado de todo esto ... ¿se acuerda? —continúa Francisco, quien debió sospechar algo porque le pidió que le hiciera esa consulta por escrito.

Imágenes históricas de Francisco durante sus primeros diez años

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A las 7:05 de la noche del 13 de marzo del 2013 -hora local en Italia- y después de dos días de cónclave, por fin salió humo blanco de la Capilla Sixtina. Efe

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El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio es el nuevo papa, en reemplazo de Benedicto XVI. AFP

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A los pocos días de su elección, Francisco sorprendió con este Renault 4, modelo 1984, con el que recorría las calles del Vaticano. Efe

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Francisco se ha reunido con líderes de distintas religiones. Aquí, recibe una túnica color azafrán por parte del hindú Kurukkal SivaSri. Efe

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El presidente Barack Obama y el papa Francisco intercambian regalos durante una audiencia privada el 27 de marzo del 2014 en el Vaticano. AFP

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El 24 de septiembre del 2015, el papa Francisco dio un discurso en el Congreso de Estados Unidos en el que señaló que "ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico". Efe

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En su visita a Cuba, en septiembre del 2015, el papa Francisco tuvo una larga conversación con el expresidente Fidel Castro. Efe/L’Osservatore Romano

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La entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, conversa con el papa Francisco a su llegada al aeropuerto de Santiago. Efe

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El papa Francisco intercambia regalos con el rey Felipe VI y la reina Letizia, de España. Efe

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El 6 de septiembre, el papa Francisco aterrizó en Colombia. Aquí aparece junto al presidente Juan Manuel Santos y de la primera dama, María Clemencia Rodríguez. Efe

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En octubre del 2019 se celebró, en el Vaticano, el Sínodo de la Amazonía. Participaron representantes de distintas comunidades de ese territorio. Al lado derecho aparece la misionera Alba Teresa Cediel, de la comunidad de la santa colombiana Laura Montoya. Guilherme Cavalli.

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Durante muchas ocasiones, Francisco se reunió con el papa emérito Benedicto XVI. Solía pedirle consulta en temas trascendentales para la Iglesia. Efe/L’Osservatore Romano

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El papa Francisco posa con un sombrero mexicano en su visita a ese país, en febrero del 2016. Efe

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El patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomé (R-L), el papa Francisco, el presidente palestino Mahmoud Abbas y el presidente israelí Shimon Peres plantan un olivo como símbolo de paz entre las religiones. Efe

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Desde el 2022 se le ha visto al Papa en muletas o silla de ruedas, debido a un problema con su rodilla derecha. AFP

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Su más reciente visita apostólica, del 31 de enero al 5 de febrero de este año, fue a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur. Efe

¿Levantará el celibato?

Por más revolucionario que parezca, Francisco sabe que hay fronteras que no puede tocar. Por ejemplo, levantar el celibato y permitir que los sacerdotes tengan familia; lo anterior, teniendo en cuenta que hace siglos existen comunidades católicas orientales donde sus miembros sí se pueden casar. “Es difícil predecir lo que podría suceder en el futuro. El celibato es una práctica que ha sido parte de la tradición católica durante siglos. Y cualquier cambio requeriría una revisión cuidadosa y una consulta amplia dentro de la Iglesia”, opina Manuel Sánchez, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, de Roma, y estudioso de los asuntos vaticanos.

El periodista español Javier Martínez Brocal, corresponsal en el Vaticano del diario ABC y rostro de la agencia de noticias Rome Reports, descarta que el Papa esté pensando en levantar el celibato. “Justo, acabo de leer un nuevo libro de los periodistas Francesca Ambrogetti y Sergio Rubín —El pastor—, en el que le hacen esa pregunta y él responde que no tiene intención de hacerlo”.

Lo mismo sucede con la ordenación de mujeres en el sacerdocio. “Los luteranos —cita al Papa— que han admitido mujeres en el sacerdocio o sacerdotes casados, no es que tengan más vocaciones o más fieles”. ¿Y cuál sería, entonces, la reforma más importante que se esperaría del pontificado de Francisco? Responde Giovanni Vian, el exdirector de L’Osservatore Romano: “Lo que está intentando hacer desde su elección, o sea, la evangelización. El papa Francisco considera que es esta la mayor reforma y tiene toda la razón”, dice al referirse a la forma en la que se anuncia la palabra de Dios: de una manera sencilla y misericordiosa, sin juzgar ni condenar a nadie.

En una entrevista publicada por el diario español ABC, el 20 de diciembre del 2022, el pontífice respondió una pregunta que inquietaba a muchos: ¿va a renunciar en algún momento? Y él respondió: “He firmado ya mi renuncia en caso de impedimento médico”. Y añadió que la entregó en el 2013, en el primer año de su pontificado. Más adelante, al ser consultado por otros medios, dijo: “La renuncia papal no puede ser ni una moda ni algo normal. Creo que es un ministerio para toda la vida’. Así que habrá papa Francisco para rato. Y él, fiel a su estilo y convicciones, seguirá agitando las aguas.

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Historias y análisis sobre Francisco y el Vaticano

Créditos

Redacción: José Alberto Mojica, Sara Quevedo, Isabel Corpas de Posada, Óscar Elizalde, María Alejandra López.

Diseño: Dany E. Valderrama Tellez.

Maquetación: Carlos Alberto Bustos.

Jefe de diseño: Sandra Rojas.

Realización audiovisual: Julián Espinosa y Sebastián López.

Editor de Mesa Central: Jhon Torres.

Fotos: Archivo EL TIEMPO, AFP, Efe, Observatorio Romano y Presidencia de la República.

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