A ritmo de rap y cumbia, jóvenes de Idipron recibieron al papa Francisco sobre las 5:55 de la tarde en la Nunciatura Apostólica, luego de que el sumo pontífice hizo un recorrido en el papamóvil por la avenida El Dorado en Bogotá.
Dos jóvenes tomaron la palabra y le dieron la bienvenida al Papa.
“En esta visita, es suya la invitación a que demos el primer paso (…) Le aseguramos que daremos el nuestro, no solo escuchándolo sino poniendo nuestro empeño por triunfar sobre las tentaciones que nos acosan y nos destruyen”, expresó una de las jóvenes.
Posteriormente, el grupo le ofreció varios ‘dones’ al Papa como muestra de su cariño.
La ruana fue el primer obsequio, que el Papa no dudó en ponerse de inmediato. “Para defenderse del frío, y para nosotros significa la laboriosidad de nuestros artesanos, jóvenes, que las han tejido con sus propias manos”, explicaron.
El velón, segundo presente, significa la luz que representa el Papa para cada joven. Fue fabricado por aquellos que están en la primera etapa del camino para abandonar las calles.
“Queremos irnos en su corazón”, dijo uno de los jóvenes mientras entregaba un colorido vitral. “Lo hicimos para que recuerde a los que creen y confían en usted”.
Al finalizar la entrega, el Papa se dirigó a los jóvenes para despedirse.
“No se dejen robar la alegría. Que nadie los engañe. No se dejen robar la esperanza”, dijo el santo padre.
Finalmente, hizo un pedido muy particular: “¿Les puedo pedir un favor? Recen por mí”.
La agenda del papa Francisco se reanudará el próximo jueves a las 9:00 a. m., cuando llegue a la Casa de Nariño.
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