Chanel regresó esta semana en París a sus raíces con un desfile de estudiantes internas en blanco y negro, un homenaje a la infancia de su legendaria fundadora Gabrielle Chanel y a sus diseños simples y depurados.
Casi un año después de la muerte de Karl Lagerfeld, la diseñadora Virginie Viard, su antigua mano derecha convertida en directora artística, imprimió una huella sobria y sofisticada al desfile de alta costura.
En esta ocasión, en la Semana de la Alta Costura, un jardín enmarcado por sábanas blancas bordadas, colgadas con pinzas, bajo el techo de cristal del museo Grand Palais, fue el escenario.
Para estos diseños, la diseñadora visitó la abadía cistersiana de Aubazine, en la que Coco" Chanel vivió luego de la muerte de su madre.
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La colección primavera-verano de Chanel es prácticamente en blanco y negro, como los vestidos de tweed que abrieron el desfile y se combinaron con botines o con zapatos que imitan unos calcetines sobre medias blancas. El tradicional traje chaqueta se actualizó con faldas de tul superpuestas, buscando un efecto más vaporoso y ligero.
La top Gigi Hadid lució un largo vestido negro con un cuello Claudine y mangas blancas. Adut Akech desfiló con una camisa blanca con cuello Berta sobre una falda negra de volantes fluida. El vestido bustier de Kaia Gerber llevaba una nube de tul negro que le cubría los hombros.
La modelo Gigi Hadid presentó un clásico vestido de cuello bebé.
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En la propuesta, los vestidos blancos ceñidos al cuerpo se llevan con botines del mismo color y cordones negros.
“Mademoiselle Chanel imponía al bullicio mundano la nobleza del silencio”, escribió en una ocasión el cineasta Jean Cocteau. Una visión que Viard trató de reconstituir con este desfile que, como todos los eventos de Chanel, constituye una gran cita mundana a la que asisten en primera fila decenas de celebridades.
Lo que me interesa de este decorado es la paradoja entre la sofisticación de la alta costura y la simplicidad del lugar
La diseñadora visitó la antigua abadía cisterciense de Aubazine, donde Coco Chanel residió tras la muerte de su madre y donde pasó parte de su infancia. Este lugar influyó en el estilo de la fundadora de la firma, puro y riguroso, según ella misma admitió.
El desfile de Channel fue cerrado con un vestido de novia corto que traía un cuello Claudine y un velo bordado con ramas.
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“Lo que me interesa de este decorado es la paradoja entre la sofisticación de la alta costura y la simplicidad del lugar”, subrayó Viard en una nota. “La idea de la estudiante de internado, de la ropa para los niños de antaño, me gustaba mucho”.
La pureza de las líneas se concretó en los abrigos largos y en el vestido de novia que cerró el desfile, corto y sencillo, con triple cuello Claudine y velo bordado con ramas de glicinias.
AFP