Algunos de los productos que son comunes y se usan a diario tienen un impacto negativo en el medio ambiente y, normalmente, la población general no lo sabe. Pero existen organizaciones y países que se han encargado de generar consciencia frente a este fenómeno.
Es por ello que, si quiere informarse más acerca de este tema, a continuación podrá leer una lista de diversos productos contaminantes. Algunos de ellos tienen sustancias químicas tóxicas, mientras que otros, a pesar de ser naturales, tienen un fuerte impacto ambiental.
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En enero del 2020, se dio a conocer que el archipiélago de Palaos prohibió la mayoría de las marcas de bloqueadores solares debido a que eran dañinas para los corales y la vida marina.
Según la ‘BBC’, los bloqueadores solares suelen tener 10 o más ingredientes que son tóxicos, entre ellos, la oxibenzona, que absorbe la luz ultravioleta pero perjudica al coral.

Otros archipiélagos como Hawái también han considerado prohibir estos productos.
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"Los químicos tóxicos de los bloqueadores solares fueron encontrados en hábitats críticos y en los tejidos de nuestras más famosas criaturas marinas. No nos importa ser la primera nación en prohibir estos químicos y pondremos de nuestra parte para hacer correr la voz", dijo el ahora expresidente del país, Tommy Remengesau, a ‘AFP’.
Palaos no es el único preocupado por la toxicidad de este producto, pues Hawái, otro archipiélago, también anunció en 2018 que iba a prohibir la venta y uso de los bloqueadores solares.
Aunque el proyecto de ley fue aprobado en el Senado de ese país, varias entidades, como el Centro para la Diversidad Biológica de Estados Unidos, han solicitado que se promulgue como ley, lo que aún no ha sucedido.
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En 2016, un estudio realizado en Suecia determinó que la hormona etinilestadiol (EE2), una versión sintética del estrógeno que se encuentra en estas píldoras, lograba cambiar la genética y el comportamiento de algunos peces.
Según el estudio, cuando los residuos de las píldoras son arrojados al agua, la EE2 causa cambios en el ‘equilibrio genético’ de criaturas marinas como la trucha y el salmón, que tienen más receptores de estrógeno que los humanos.

Aunque este producto puede ayudar a mermar la sobrepoblación, también tiene fuertes impactos ambientales.
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También, se halló que esta hormona dificulta que los peces atrapen los alimentos, además de que pueden desarrollar problemas para procrear.
“Esto puede traer la desaparición completa de toda una población de peces, así como otras consecuencias para ecosistemas enteros", dijo Lina Nikoleris, autora del estudio, citada por la ‘BBC’.
Hamburgo (Alemania) se declaró en 2016 como la primera ciudad que prohibió las máquinas de cápsulas de café, que solían dar una ‘monodosis’ de este producto.
De acuerdo con Jan Dube, portavoz del departamento de Energía y Medioambiente de Hamburgo, el problema radicaba en que "las cápsulas no se podían reciclar con facilidad debido a que normalmente estaban hechas de una mezcla de plástico y aluminio".
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El problema de estas cápsulas es que es difícil reciclarlas al mezclar plástico y residuos orgánicos.
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Las cápsulas se siguen comercializando en otras partes del mundo y, aunque algunas marcas como ‘Nestlé’ y ‘Philips’ suelen tener puntos verdes para que las personas dejen ahí el producto después de usarlo, según ‘Business Insider’, mucha gente lo arroja a la basura.
Producción de aceite de palma mediante la tala de bosquesHay algunos casos en los cuales la producción irresponsable de aceite de palma ha causado deforestación en diferentes partes del mundo.

El jabón es un producto que contiene aceite de palma.
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La organización WWF advirtió, en el 2018, que, cuando se convierten bosques tropicales y turberas (humedales repletos de material vegetal) en plantaciones de aceite de palma, se liberan "cantidades masivas de dióxido de carbono, alimentando el cambio climático y destruyendo el hábitat de especies como los orangutanes".
En el caso de Colombia, la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) aseguró que el sector palmero "no es motor de deforestación. Nuestra agroindustria tiene un compromiso decidido con la no deforestación, ejerciendo su potencial de desarrollo sin afectar los bosques naturales".
"Un estudio realizado por el Ideam, entre el 2011 y el 2017, evidenció que el sector palmero fue responsable de menos del 0,5% de la deforestación total en el país para ese tiempo", agregó Fedepalma.
La entidad dejó claro que para ella es muy importante "el cuidado de nuestro patrimonio natural y en especial de nuestros bosques", razón por la que tienen una "Estrategia de Sostenibilidad del Sector Palmero Colombiano, con un principio que hace referencia a cero deforestación y no reemplazo de áreas con alto valor de conservación (AVC), y un Acuerdo de Cero Deforestación".
De dicho acuerdo, firmado en el 2017, hacen parte el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el Ideam y ONG ambientales como WWF y Fundación Natura.
“La posición del sector palmero colombiano es que nuestra agroindustria tiene un gran potencial de desarrollo libre de deforestación y que no hay ninguna justificación legal ni técnica para desarrollar proyectos productivos palmeros en zonas que se encuentren por fuera de la frontera agrícola", afirmó Fedepalma.
Aunque generalmente se habla de la contaminación en el ambiente de las calles, resulta que en los hogares también puede haber productos que generan una mala calidad en el aire, entre ellos, los ambientadores.
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Su aspersión en el aire puede aumentar la incidencia de ciertas enfermedades.
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Según la ‘BBC’, esta sustancia contiene un químico llamado limoneno, que se usa para dar un olor cítrico, por lo que también es utilizado en la comida.
Por sí solo, el limoneno no representa un gran riesgo, pero una vez que se libera y reacciona con el ozono del aire produce formaldehido, un compuesto químico que puede contribuir a aumentar la repercusión de enfermedades como el asma y el cáncer.
Normalmente los restaurantes de comida asiática alrededor del mundo ofrecen estos palillos a los clientes para dar una experiencia distinta, pero, aunque suelen ser orgánicos, tienen un impacto negativo en el medio ambiente.
‘Business Insider’ informó que hace un tiempo Greenpeace, ONG ambientalista, explicó que la fabricación de estos productos requería de la tala de 3,8 millones de árboles para saciar los 57 mil millones de pares que suelen producirse.

En Colombia, restaurantes como Wok suelen ofrecerlos.
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Por lo tanto, al cortar masivamente las superficies verdes, se aumenta la deforestación, muchas veces de forma ilegal, y se incrementan los efectos del cambio climático.
Teniendo esto en cuenta, se recomienda usar los tradicionales cuchillo y tenedor al momento de ir a un restaurante que ofrezca estos palillos.
Water Footprint Network, organización que trabaja para que exista un uso más eficiente del agua, concluyó que una plantación de este fruto gasta una gran cantidad de recursos hídricos, pues se necesita de alrededor de 272 litros de agua para cultivar un solo aguacate.
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Los efectos de esto son devastadores para las regiones en las que se cultiva este fruto.
Vanexa Romero /EL TIEMPO
La inmensa cantidad de agua que necesitan estas plantaciones ha generado otros efectos negativos, pues en el 2011, se encontró que en Chile al menos 65 campos de aguacate desviaban ilegalmente ríos y otras fuentes de agua potable a sus plantaciones.
Asimismo, algunos de los habitantes locales culparon a los agricultores de una fuerte sequía que los obligó a escoger entre tomar agua o bañarse.
Las toallitas húmedas que los padres suelen utilizar en sus hijos se caracterizan, entre otras cosas, por bloquear las alcantarillas de las ciudades.

Este producto también se conoce como 'el monstruo de las alcantarillas'.
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Adicionalmente, de acuerdo a ‘Business Insider’, pueden tardar hasta 600 años en desaparecer si se arrojan al mar luego de ser utilizadas. Y no solo eso, tiene microplásticos tóxicos para la vida marina.
A raíz de esta problemática, las marcas ahora están obligadas a informar acerca de las implicaciones de su uso, para que las familias decidan si las van a utilizar o no.
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