Colombia ha vivido una primera temporada de lluvias (que va del 16 de marzo al 15 de junio) marcada por la variabilidad climática. La llegada, por segundo año consecutivo, del fenómeno de la Niña junto a otros factores ha incrementado las precipitaciones y las ha llevado a niveles atípicos.
De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en abril se vio un incremento de la lluvias por encima de lo normal en sectores de la región Caribe e insular; lluvias superiores y ligeramente superiores a la normal climatológica se presentaron en áreas del norte y centro de la Andina; norte y sur de la Pacífica; puntos del nororiente y áreas aisladas de la Orinoquía y la Amazonía.
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Según la directora del Ideam, Yolanda González, durante abril Colombia vio picos de precipitaciones 10 por ciento mayores que en la misma fecha del año pasado. A pesar de que mayo aún no termina, todo parece indicar que en el país seguirán presentes las lluvias atípicas, intensificadas sobre todo por la presencia de la Niña que, según la entidad, tiene un 87 por ciento de probabilidad de mantenerse durante el trimestre mayo, junio y julio.
De hecho, de acuerdo con estimaciones del Ideam, durante el próximo trimestre, que va entre junio, julio y agosto, Colombia verá precipitaciones superiores al 30 por ciento por encima de los promedios históricos en gran parte de las regiones Caribe y Andina, así como en el sur de la región Pacífica y los piedemontes Llanero y Amazónico.

En el mes de junio de 2022 el Ideam prevé aumentos de las lluvias en zonas de la región Caribe, Andina y Amazonia.
CEET
Además, no se descartan volúmenes de lluvias 60 por ciento por encima en el centro del litoral Caribe, Sierra Nevada de Santa Marta, península de La Guajira y archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y los Cayos, así como el centro y sur de la región Andina. Para el resto del país se prevén precipitaciones propias de esta época del año.
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Emel Vega, meteorólogo y coordinador de la maestría en Meteorología de la Universidad Nacional, explica que la temporada de lluvias intensas que estamos viviendo se debe a que dos de los fenómenos de variabilidad climática que más generan precipitaciones en el país se encuentran presentes.
Esta variabilidad climática es normal. Responde a un tipo de configuración meridional de la circulación general atmosférica la cual está predominando desde el año 2020
El primero es la presencia de una Zona de Confluencia Intertropical (ZCIT) activa, a raíz de la activación en la circulación de Walker por el enfriamiento que presenta la cuenca del océano Pacífico centro-oriental (causante del fenómeno de La Niña), que posiciona las celdas productoras de lluvias sobre el norte de Sudamérica. Y el segundo, es que el fortalecimiento de la corriente monzónica introduce humedad desde el océano Pacífico hacia el interior del territorio colombiano.
Adicionalmente, según el experto, también el océano Atlántico se encuentra incrementando sus valores promedios de temperaturas y los vientos Alisios del noreste están introduciendo humedad sobre el norte del continente. Todas estas entradas de humedad de manera simultánea al país producen incrementos en los volúmenes de precipitaciones, de acuerdo con Vega, bajo un escenario normal de variabilidad climática que ya hemos visto durante los últimos años.
“Esta variabilidad climática es normal. Responde a un tipo de configuración meridional de la circulación general atmosférica la cual está predominando desde el año 2020, que también, va aunada a que tenemos una fase negativa de la oscilación cuasi-bienal, cual facilita que las nubes de desarrollo vertical puedan crecer bastante y lograr alturas considerables en la troposfera, y por ende producir amplias cantidades de precipitaciones”, destaca Vega.
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Estas precipitaciones también se han traducido en desastres. De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNRGD), hasta el 19 mayo, en lo que va de la primera temporada de lluvias, se han registrado en Colombia 334 movimientos de masa o derrumbes, 172 inundaciones, 93 crecientes súbitas, 39 vendavales y 4 granizadas. El más reciente fue el sucedido en Villavicencio, donde el desbordamiento del río Guatiquía afectó a más de 2.700 familias y generó el cierre del aeropuerto Vanguardia.

Así amaneció el pasado viernes la pista del aeropuerto de Villavicencio.
Aerocivi
Según el Ideam, el acumulado promedio climatológico para mayo en el aeropuerto Vanguardia, de Villavicencio, es de 673 mm. El acumulado hasta el 19 de mayo de 2022 estaba en 646 mm; es probable que a fin de mes las lluvias estén por encima de la climatología promedio.
En ese sentido, y frente al posible aumento de lluvias en junio y julio, el Ideam ha pedido “reforzar las medidas preventivas debido a los impactos sociales, ambientales y económicos que se pueden presentar con este tipo de eventos, así especial atención en el monitoreo de precipitaciones extremas, vendavales, granizadas, crecientes súbitas, deslizamientos, avenidas torrenciales, avalanchas e inundaciones en el territorio nacional”.
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Segunda temporada de lluviasPero las fuertes lluvias no solo estarán en la primera temporada de lluvias de este año. De acuerdo con el Ideam existen altas probabilidades de que se mantenga el fenómeno de la Niña hasta el trimestre septiembre, octubre y noviembre (alrededor del 61 por ciento de posibilidades, según la estimación más reciente). Eso significaría que la segunda temporada de lluvias del año, que es tradicionalmente la más significativa en cantidad de milímetros que caen en el país, también se vería potenciada por este fenómeno.
“Por lo anterior, el comportamiento esperado de las variables meteorológicas para los próximos seis meses en Colombia no solo estará influenciado por el ciclo estacional propio de la época del año y de oscilaciones de distinta frecuencia, como las ondas intraestacionales y ecuatoriales; también dependerá de la evolución de la Niña y de la temporada de huracanes que inicia oficialmente el primero de junio”, señaló la entidad.
En ese sentido, de acuerdo con estimaciones del Ideam, para la segunda temporada de lluvias, generalizada en el país (septiembre, octubre y noviembre), se predicen precipitaciones superiores al 20 por ciento por encima de los promedios 1991-2020 en gran parte de la región Caribe, norte y centro de la región Andina y piedemonte llanero. Sobre el resto del país se prevén precipitaciones cercanas a sus promedios históricos. En Colombia, entonces, el largo invierno no va a parar, sino a aumentar.
EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE
@CaicedoUcros | @ElTiempoVerde
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