Se discute en el Congreso de la República si debe incluirse en la ley de financiamiento un impuesto a las botellas plásticas de 50 pesos por cada una. Con el apoyo del Ministerio de Hacienda y de varios congresistas, esta es una excelente oportunidad para avanzar en la urgencia de reemplazar cuanto antes el uso del plástico de un solo uso por materiales no contaminantes y nocivos para la salud.
Los plásticos de un sólo uso, como suelen ser las botellas plásticas, deben desaparecer por varios motivos. Por un lado, son nocivos para la salud, con algunas excepciones como los de uso hospitalario. Los resultados científicos más recientes han encontrado microplásticos en 114 especies acuáticas, de las que más de la mitad de ellas son habituales en nuestra dieta. A pesar de que investigadores afirman que se debe estudiar con más detalle los efectos nocivos en humanos, se estima que más del 50 % ya tienen plásticos en su sistema digestivo.
Por otro lado, el plástico tiene efectos negativos innegables sobre nuestros ecosistemas y las demás especies que los habitan. Las ocho toneladas de plástico que ingresan anualmente al océano, son ingeridas por nueve de diez aves marinas, una de cada tres tortugas marinas y más de la mitad de las especies de ballenas y delfines.
Si no tomamos medidas inmediatas esto podría ser peor, hasta el punto de ser irreversible. Los cálculos para 2050 son alarmantes: podríamos llegar a 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos en entornos naturales; se cuadruplicarían los que ingresan al océano; el 99 % de todas las especies de las aves marinas tendrían plástico en su tracto digestivo, y tendríamos más plástico que peces.
Adicionalmente, la producción de plástico tiene una relación directa con el cambio climático. Más del 90 % de los plásticos producidos provienen de combustibles fósiles. Según el Foro Económico Mundial, si el crecimiento actual del uso de plásticos continúa como se espera, el sector representará el 20 % del consumo total de petróleo y el 15 % del presupuesto anual mundial de carbono para 2050. Esto sin duda nos evitará cumplir con las metas climáticas planteadas en el Acuerdo de París cuya Conferencia de las Partes (COP) termina esta semana en Polonia, y en la que se ha resaltado la urgencia de acelerar la acción si queremos limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC , el límite aconsejado hoy en día por la ciencia si queremos evitar daños sociales, económicos, ambientales irreversibles. No se están internalizando los costos: se vende muy barato algo que nos resulta muy caro.
Esto no es todo. Los plásticos de un sólo uso tienen una vida útil muy corta, y un periodo de descomposición muy largo: se estima que usamos una botella plástica por 15 minutos, que luego tarda descomponerse cerca de 500 años. Aunque es mucho mejor reciclar, tampoco es la solución perfecta. Es casi imposible reciclar el 100 % del material, y tras 40 años de avances tecnológicos, solo se recicla el 14 % del plástico que consumimos en el mundo.
Colombia no es ajena a esta situación. El plástico es uno de los materiales menos reciclados en el país, con una tasa de aprovechamiento de 7 %, por debajo del papel y el cartón (53 %), los metales (25 %), y el vidrio (13 %). En el caso de Bogotá, se generan unas 7.500 toneladas al día y se reciclan tan solo entre el 14 % y el 15 %. De acuerdo con ONU Ambiente, en Colombia entre el 60 y el 90 % de los residuos que llegan a los ecosistemas marinos y costeros del Caribe y el Pacífico, son plásticos.
Nos encontramos en una crisis global y nacional provocada por el plástico. Es urgente tomar medidas que mejoren las prácticas de manejo de residuos e incentiven a la población a reducir su uso y a maximizar su reciclaje si no queremos que empeore. Así mismo trabajar por un sistema de precios que refleje la las externalidades causadas por este material. Incluir un impuesto a las botellas plásticas en Colombia es una primera y necesaria medida para lograr este objetivo. Invitamos que el Congreso lo apruebe sin demora y así podamos comenzar las transiciones necesarias para salvaguardar la salud y la integridad de los ecosistemas.
Transforma , WWF-Colombia, OpEPA, Greenpeace.