El presidente Gustavo Petro habló hoy por primera vez ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) con un discurso que estuvo marcado por el componente ambiental.
El primer mandatario hizo un llamado al mundo entero a frenar la deforestación, detener la degradación de las selvas por actividades productivas y aportar a la restauración de regiones como la selva amazónica, claves, según dijo, para enfrentar la emergencia climática.
"La selva se quema, señores, mientras ustedes hacen la guerra y juegan con ella. La selva, el pilar climático del mundo, desaparece con toda su vida. La gran esponja que absorbe el CO2 planetario se evapora", señaló Petro en su discurso.
El presidente también aseguró que "la lucha contra la crisis climática ha fracasado". Y por eso, pidió ayuda al mundo "sin hipocresías, a salvar la Selva Amazónica para salvar la vida de la humanidad en el planeta".
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En ese sentido solicitó fondos o cambio en la deuda externa de países como Colombia por actividades de conservación, para que estos puedan concentrarse en frenar la pérdida del bosque.
"Los convoco a salvar la selva amazónica integralmente con los recursos que puedan destinarse mundialmente a la vida. Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza", destacó el presidente.
Terminada la intervención, y frente a los medios de comunicación, el presidente Petro fue consultado sobre cuántos eran los fondos requeridos para establecer ese plan que el propone al mundo para salvar las selvas y cuánto tiempo llevaría lograrlo.
Ante ello, el mandatario aseguró que en unos 20 años sería posible revitalizar las selvas y que eso tendría un costo de 1.000 millones de dólares anuales, de fondos provenientes de todo el mundo.
"Con el esfuerzo de un gran fondo multilateral mundial podemos financiar la la paz de Colombia. Eso tendría que ser del orden, en el caso de la selva amazónica porción colombiana, de la selva del Chocó y de la selva del Catatumbo, en el orden de 1.000 millones de dólares anuales durante un lapso que debería contemplar 20 años, que es el ciclo de revitalización de esa selva" , enfatizó Petro.
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— Alberto Ortiz Galind (@lbertoortiz) September 20, 2022
Según el primer mandatario esos fondos deberían provenir del mundo entero y "ese esfuerzo mundial puede ser financiado fácilmente por el hecho de que todas las empresas del mundo ya tienen que compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero con gastos en las 'esponjas' que sumen los gases de efecto invernadero y la selva amazónica es una. Es decir la posibilidad de hacerlo es, no digo que fácil, pero posible", señaló.
Petro enfatizó en que "la posibilidad de que eso dure 20 años manteniendo un esfuerzo continuo que sería la garantía para que la selva amazónica volviera a ser lo que fue en el caso colombiano".
¿En 20 años la selva amazónica
puede volver a ser lo que fue?
Expertos a nivel mundial coinciden en que la degradación por actividades humanas ha afectado gravemente la selva amazónica y otras selvas del mundo entero. La pérdida de cobertura boscosa para construir, realizar agricultura y ganadería, acaparar tierras o bien desarrollar minería, entre otras actividades ha puesto en jaque a la biodiversidad y también a un elemento clave para enfrentar lo que el mundo ha denominado como "triple crisis climática".

Núcleos de deforestación presentado en 2021.
Ideam
Pero, siendo la selva amazónica y otras tantas selvas, biomas complejos y primarios de los que en muchos casos surge la vida desde cero, ¿son 20 años suficientes para su recuperación? De acuerdo con expertos si bien dos décadas son muy poco tiempo, un trabajo comprometido sí puede ser la base para empezar a enfrentar el problema de la degradación del bosque en Colombia.
Según explica la profesora e investigadora de la Universidad Nacional, Dolors Armenteras, antes de recuperar es necesario detener la degradación, por lo que lo primero que debería hacer el Gobierno es frenar la pérdida de los bosques para poder empezar a "revitalizar".
Actualmente, en Colombia la mayoría de la destrucción del bosque se da por acaparamiento de tierras, cambio en el uso de los suelos (se convierte selva en zonas para agricultura o ganadería) y desarrollo de actividades ilícitas.

¿20 años y USD 1.000 millones, son suficientes para salvar la selva?
Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).
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En 2021 fueron deforestadas más de 170.000 hectáreas en Colombia. Así se ven algunas zonas en Chiribiquete.
Ministerio de Defensa
"Veinte años es una meta ambiciosa para recuperar un ecosistema primario como el amazónico. Pero es una señal muy positiva por parte del presidente dando ese tipo de señales que al final son brújula hacia dónde un Gobierno y los países deben dirigirse", enfatizó Armenteras.
Una posición similar tiene Manuel Guzmán-Hennesey, investigador y columnista de este diario quien enfatiza en que es bueno que Petro haya puesto el tema en el escenario internacional para que se debata al más alto nivel; sin embargo, Colombia no puede ser la única que enfrente el problema de la pérdida de bosque, más cuando la Amazonia es un bioma que no entiende de fronteras políticas, sino geográficas.
"La recuperación del bosque amazónico y andino amazónico y seco tropical es un problema complejo que no puede reducirse a un solo factor de canje de deuda o de financiación internacional. Recuperarlo debería ser prioridad no solo de Colombia sino de los países amazónicos que deben negociar con el mundo su carácter de regulador climático", destacó el experto.
En ese sentido, Nicola Clerici, experto en ecología e investigador de la Universidad del Rosario, destaca que es clave primero definir qué significa "recuperar" la selva. "Considero que si los gobiernos son y serán eficientes (hablamos de 20 años) en esta tarea, sí podrían recuperar los baldíos del Estado del que actores ilegales se han apropiado y que han deforestado. Y el Estado podría llevar a cabo actividades de conservación, restauración, uso forestal sostenible y en la implementación de la paz con mayor fuerza debido a la disponibilidad de estos fondos", destaca el experto.
Sin embargo, para él desde un punto de vista ecológico, este periodo no es suficiente para reestablecer completamente los niveles de provisión de servicios ecosistémicos y de biodiversidad de un bosque prístino.
"Reforestar no es lo mismo que conservar un bosque primario, por eso es tan importante frenar la deforestación. Pero, invertir en la tarea de recuperar la Amazonia es la vía correcta para abordar las graves problemáticas del cambio climático y de la pérdida de capital natural y para ayudar a combatir la injusticia ambiental y social del país. Sobre si habrá efectivamente un acuerdo en que los países del norte global entreguen 1.000 millones de dólares al año al país, tengo muchas dudas...", destacó Clerici.
Una posición que comparte Rodrigo Botero, experto en deforestación en la selva amazónica y director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).
"Recuperar la selva amazónica en 20 años no es posible. Lo que se puede dar es un proceso sostenido que cambie la tendencia de deforestación, de degradación, de recuperación de especies en estado crítico y recuperar áreas y bosques que durante dos décadas pueden tener una estructura y composición que permita su funcionamiento y la prestación de servicios ecosistémicos", señala Botero.
Para él, veinte años no son suficientes para generar bosques maduros pero sí pueden funcionar para empezar un proceso que ayude a cambiar la tendencia actual que está viviendo la región, en un proceso sostenido que puede entregar buenos resultados.
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Y en ese trabajo de recuperación, añade, la experta de la Universidad Nacional, Maria Meza Elizalde, también se deben considerar cuáles son las acciones que se van a realizar para una revitalización de la selva como propone el presidente, pues en el país se han desarrollado iniciativas con esos mismos objetivos que en algunos casos no han logrado frenar la pérdida del bosque.
"Independientemente de los recursos que ingresen al país, es necesario definir cuál es el esquema de gobernanza bajo el cual se va a hacer la ejecución de esos recursos. En Colombia hay diferentes iniciativas de cooperación internacional que buscan detener la deforestación y promover la conservación de la biodiversidad principalmente en la Amazonia pero lo que se ha evidenciado con estos procesos o programas es que no necesariamente se están atendiendo las realidades y las necesidades locales para contribuir a este propósito", destacó la experta.

¿Cómo se debería invertir los USD 1.000 millones anuales?
Maria Meza Elizalde, investigadora Universidad Nacional.
Para Meza Elizalde, si se quiere lograr el objetivo de tener resultados positivos en la restauración de la Amazonia en dos décadas es clave la inclusión de las comunidades de manera adecuada para que estas puedan impulsar desde los distintos territorios del país el freno a la pérdida de bosque y la recuperación de lo que se ha perdido. Por eso, más allá de si son 1.000 millones de dólares o más, lo primero es desarrollar un plan adecuado para lograr el objetivo de salvar el bosque.
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¿1.000 millones de dólares son suficientes?
En cuanto a si 1.000 millones de dólares anuales son suficientes para salvar las selvas colombianas, como lo aseguró el presidente Petro, explica Juan Pablo Ruiz, economista e investigador en temas ambientales, que esa es una afirmación que aún no puede hacerse, porque primero hay que evaluar cuál es el valor que puede tener la prestación de servicios ecosistémicos que hoy entrega la Amazonia y las selvas del país, algo que aún no se ha hecho.
"La posibilidad de conservar el bosque amazónico y de recuperar la conectividad entre la Amazonia y los Andes en las zonas donde ya se ha deforestado depende de la correcta valoración económica de los servicios ecosistémicos que presta el bosque amazónico en términos de regulación climática, tanto en regulación de carbono como en regulación hídrica. Es necesario que se haga una valoración económica de esos servicios ecosistémicos que nunca han sido compensados a los países que los están generando", destacó Ruiz.

¿Por qué deben pagar los países del mundo por conservar la selvas?
Juan Pablo Ruiz, economista e investigador en temas ambientales.
Hoy la Amazonia y las selvas son responsables de las lluvias de grandes zonas de América y de la captación de los gases de efecto invernadero que emite el mundo; sin embargo, eso es algo por lo cual los países amazónicos no reciben ningún tipo de pago.
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Finalmente, el investigador y profesor de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, Benjamín Quesada, destaca que en ese sentido la Academia debe estar involucrada para entregar una cifra correcta con economistas, hidrólogos, ingenieros forestales y planificadores territoriales sobre cómo invertir de manera adecuada esos mil millones de dólares que solicita el presidente Gustavo Petro.

¿Qué opina del anuncio del presidente Petro?
Benjamin Quesada, profesor de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario.
"Hay que cifrar bien estos 1.000 millones de dólares, ¿para qué van a servir?, ¿qué rubros van a ir dónde?, ¿qué se va a usar en restauración?, ¿qué se va a usar en recuperación?, ¿qué se va a usar en transferencia de la ganadería extensiva de la Amazonia a los llanos orientales, de una conversación de actividades ilícitas?", enfatizó el experto.
Para él "Colombia cuenta con toda la experticia para proponer a los países industrializados, hacia las empresas para que todos hagan un fondo con objetivos claros y un monitoreo. Luego en términos realistas se va a recuperar mucho en 20 años, pero la degradación va más allá. Por lo que parar la deforestación es la prioridad número uno", finalizó.
EDWIN CAICEDO | @CaicedoUcros
REDACTOR MEDIOAMBIENTE | @ElTiempoVerde
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