Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el pasado mes de junio su retirada del Acuerdo de París por considerarlo “debilitante, desventajoso e injusto”, la comunidad internacional quedó tambaleando en un intento por no dejar morir al que se considera el logro ambiental más importante de la historia, por su alcance global y sus objetivos a largo plazo.
Sin embargo, la Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa, advirtió hoy durante la COP23 celebrada en Bonn, Alemania, que hasta el momento no se ha recibido un documento oficial que respalde dicho anuncio.
“Después del discurso que dio el presidente Trump hubo una comunicación diplomática por parte de la misión permanente de Estados Unidos a la Secretaría General de la ONU en Nueva York, explicando los términos y objetivos de su decisión. Sin embargo, la comunicación formal, oficial, de su retiro del Acuerdo de París no se ha recibido hasta el día de hoy”, dijo Espinosa.
Aunque la carta llegara, la retirada de uno de los países más poderosos y contaminantes del mundo podría tardar varios meses e incluso años. Este acuerdo, que ya incluye a Siria y Nicaragua, los únicos países que faltaban por adherirse, es una expresión de voluntad política que tiene como objetivo evitar que a finales de siglo la temperatura mundial supere en 2C el nivel preindustrial.
En diciembre de 2016, cuando se firmó el acuerdo climático, el gobierno de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Barack Obama, se comprometió a reducir entre 26 y 28 por ciento las emisiones de Gases de Efecto Invernadero antes de 2025. Sin embargo, después Trump, sin ruborizarse si quiera, aseguró que “el concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos con el objetivo de hacer la industria de Norteamérica menos competitiva”.
Durante esta concurrida y agitada semana de la COP23, universidades estadounidenses, así como centros de investigación, empresas y distintas organizaciones locales, han aprovechado los distintos escenarios para mostrar su respaldo a los Acuerdos de París y advertir sobre los impactos del cambio climático y la necesidad urgente de crear medidas de mitigación y adaptación.
Incluso, el único panel que realizó la delegación de Estados Unidos en Alemania decidió dejar a un lado su programación inicial sobre las energías renovables para hablar sobre “el futuro prometedor” del carbón y el petróleo.