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Medio Ambiente

El legado de Javier Maldonado, el amante de los peces de agua dulce

Javier Maldonado.

Javier Maldonado.

Foto:U. Javeriana

Falleció el ecólogo pero sus ideas siguen presentes. Estaba en una expedición por el río Vaupés. 

Karen Tatiana Pardo
“El regalo más preciado que he recibido hasta el presente, como estudioso de los peces de agua dulce, es el poder conocer y recorrer las entrañas de este brutal –en toda la dimensión de la palabra– espacio geográfico llamado Colombia, a través de sus venas”, escribió en su blog personal el ecólogo Javier Alejandro Maldonado Ocampo, mientras dictaba un taller a niños y niñas del Magdalena Medio sobre el bagre rayado. 
Hoy la comunidad científica del país está de luto. El cuerpo sin vida del profesor Javier fue hallado este martes, tres días después de haber desaparecido en aguas del río Vaupés, entre Mitú y Yavaraté, luego de que la embarcación en la que se movilizaban, él y otros expertos, se volcara. La expedición, que tenía como objetivo conocer los peces asociados a las cachiveras, sitios sagrados para las comunidades que habitan la región, iba a durar 15 días. Brigadas de rescate y la misma comunidad indígena de Mata Pi, que los acompañaban en la salida de campo, ayudaron con la búsqueda. 
Javier Maldonado, el destacado ecólogo desaparecido en el río VaupésLa urgencia de conocer los peces que habitan las áreas protegidasLas 142 represas que ponen en riesgo la cuenca amazónica
Las ideas de Javier, sin embargo, siguen presentes y son relevantes. El profesor del Departamento de Biología de la Pontificia Universidad Javeriana y Ph.D. en Zoología de la Universidad Federal de Río de Janeiro, dedicó más de 20 años de su vida a estudiar los peces de agua dulce, especialmente en las zonas más recónditas e inexploradas de la Amazonia. Bastaba con escucharlo unos instantes para dimensionar el privilegio que sentía, al ser un ictiólogo, de vivir en Colombia, el segundo país con la mayor riqueza de especies de este grupo (1.512) en el mundo, después de Brasil.
"Fue ese investigador que todos envidiamos. Era bueno en todo. En lo profesional era intachable, sus investigaciones, publicaciones, cursos y alumnos dan cuenta de ello. Siempre justo, siempre buscando el bienestar de quienes lo rodearon y con una inmensa capacidad de convocatoria. Fue pionero en todo. De los primeros ecólogos en graduarse de esta nueva profesión en Colombia. En lo personal, suena cliché, pero preguntándole a varias personas, llegamos a la conclusión que podemos resumir a Nano, como la mejor persona del mundo. Por eso duele tanto que se nos haya ido joven", cuenta el profesor Juan Ricardo Gómez.
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Foto:U. Javeriana

Javier estaba construyendo la base de datos más grande y robusta sobre biodiversidad de peces de agua dulce en esta cuenca. Amazon Fish es el resultado de ese trabajo colaborativo y transnacional que involucra también a Brasil, Venezuela, Bolivia, Perú, Ecuador, Francia y Bélgica. La información permitirá conocer más sobre la distribución de estos animales y los impactos del cambio climático en sus hábitats.
“Con todos los datos que tenemos actualmente, sabemos que, en términos de peces, el territorio menos conocido en toda la cuenca amazónica es el colombiano, así que lo que hacemos es ir a campo para llenar esos vacíos identificados por medio de expediciones a sitios donde nadie ha ido a colectar peces”, comentó Javier sobre el proyecto.
‘Nano’, como lo llaman de cariño sus amigos y familiares, siempre estuvo interesado en que las comunidades locales (indígenas, afrodescendientes, campesinas y excombatientes) participen en los proyectos de investigación y se apropien del territorio, de su biodiversidad. Tenía un interés genuino de desprenderse de los egos, que a veces vienen con la ciencia, y rescatar los saberes ancestrales. 
“Estas conversaciones (con los lugareños) se convierten en las mejores clases que jamás haya podido tener en un aula tradicional a lo largo de todo mi proceso de educación formal, ya que me enseñan, contextualizan y ponen en bandeja de plata, esa realidad "no” científica de nuestro país, que no hace parte de los currículos que se estructuran desde el centro del país, y que a la vez se supone que velan por la formación integral del individuo”, también escribió en su blog.
Enseñando a las comunidades de ...

Enseñando a las comunidades de ...

Foto:U. Javeriana

Lo mismo sentían quienes lo acompañaban en sus periplos por esa 'otra Colombia'. Quienes escuchaban con atención sus experiencias y aventuras, sus enseñanzas cargadas de sencillez. 
"Nos mostró cómo lucía la guapucha (una de las tres especies de peces endémicas del río Bogotá) y nos dio instrucciones para diseccionarlo: nunca con órdenes ásperas o frías, nos enseñaba en medio de risas y bromas. Así nos contó por qué, después de muchos años de haberlo pescado, de estudiar a profundidad su taxonomía, de irse hasta Brasil para entender todo de su especie y de las otras miles que surcan los ríos colombianos, había regresado para continuar estudiándolo: “Se habían hecho estudios de biología básica de la especie, pero no a profundidad”, nos contó, y ese era su afán, que quería estudiar todo lo posible para evitar su desaparición, para que los niños del futuro lo vieran nadando por los ríos de la Sabana", cuenta David Mayorga, editor web de la revista Pesquisa. 
Javier, apasionado del ciclismo y oriundo de Ubaté (Cundinamarca), estaba interesado en que se conocieran los tesoros acuáticos que se encuentran dentro del sistema nacional de áreas protegidas, especialmente para hacer una adecuada gestión de un recurso del que dependen cientos de personas “para su seguridad y soberanía alimentaria, como fuente de ingresos económicos y con los cuales también tienen lazos culturales fuertemente arraigados”.
También ha alertado sobre una oleada de nuevos desarrollos hidroeléctricos que está fracturando la conectividad de los ríos andino-amazónicos con unos impactos hasta el momento subestimados. En total, le dijo a este diario, se tiene conocimiento de 142 represas existentes o en construcción y 160 proyectadas para los ríos que drenan las cabeceras andinas del Amazonas.
Javier Maldonado, de 42 años, desapareció el sábado tras el naufragio de la embarcación en la que se movilizaba por el río Vaupés.

Javier Maldonado

Foto:Javier Maldonado

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REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE
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Karen Tatiana Pardo
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