El proyecto Vida Silvestre, con el apoyo de Wildlife Conservation Society, Ecopetrol y la Fundación Mario Santo Domingo, ha direccionado sus esfuerzos durante los últimos tres años a la conservación de diez especies de fauna y flora que se encuentran bajo amenaza en departamentos del Magdalena Medio y los Llanos Orientales.
Para el desarrollo del proyecto se escogieron cinco especies en ambas zonas. En el Magdalena Medio trabajaron con el bagre rayado, el mono araña, el manatí del caribe, el paujil de pico azul y el árbol de carreto colorado. Mientras que en los Llanos Orientales fueron la tortuga charapa, el caimán del Orinoco, la danta, la palma moriche y el árbol de congrio.
Entre los principales resultados se destacan: la declaratoria de 14 reservas privadas de la sociedad civil, la firma de 28 acuerdos de conservación y predios privados para conservar cerca de 12.000 hectáreas de ecosistemas estratégicos para la biodiversidad. Más de 560 hectáreas de bosques restaurados y el monitoreo de 2.500 hectáreas de playa donde anida la tortuga Charapa. También fueron liberados 41 ejemplares de Caimán Llanero en la cuenca del río Tomo, y se sembraron 25.000 plántulas de congrio, moriche, carreto colorado y otras especies nativas.

Danta por las praderas del Llano
Mauricio “PATO” Salcedo / WCS
Germán Forero, director científico de la WCS, comentó que “el principal logro fue trabajar de la mano con las comunidades locales para lograr resultados concretos, llegar a acuerdos de conservación, inicio de procesos de restauración en áreas degradadas y acuerdos comunitarios de protección de especies”.
El fortalecimiento local fue parte esencial del proyecto, pues se buscó que los temas de conservación de la biodiversidad estuvieran articulados a la vida cotidiana rural. Más de mil personas mejoraron sus prácticas productivas y aprendieron del uso sostenible de los recursos naturales, además hicieron parte de iniciativas relacionadas con la restauración vegetal, procesos de emprendimiento –como técnicas de pastelería, panadería y bisutería-y reconstrucción del tejido local.
Julio Cesas Marín, del municipio de Puerto Berrio en Antioquia, fue uno de los habitantes de las zonas que más se involucró en el proceso. “Nací en el Magdalena Medio y fui criado en una de las haciendas más grandes, donde convergen muchas variedades de especies de aves, mamíferos, reptiles, plantas y árboles de cien años que son de suma importancia para nuestro planeta y la región. Fue muy bonito ver que cuando se articuló el programa, se fortaleció la confianza y los ganaderos querían que se les enseñara a sus trabajadores que no deben cazar, cómo tratar la biodiversidad, etc”, dice.
Fue muy bonito ver que cuando se articuló el programa, se fortaleció la confianza y los ganaderos querían que se les enseñara a sus trabajadores que no deben cazar
Por cada una de las especies hubo también una institución a cargo con el fin de identificar las problemáticas y soluciones específicas al escenario en el que se encontraban. En este proyecto participaron instituciones como la Corporación Ambiental La Pedregoza, Yoluka ONG, y las fundaciones Orinoquia Biodiversa, Omacha, Palmarito-Casanare, Cabildo Verde, Humedales, Proyecto Primates, Biodiversa Colombia y el Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria.
Andrés Link, director de la Fundación Proyecto Primates, lleva casi once años trabajando en el Magdalena Medio y desde hace ocho involucró a la comunidad en los ejercicios de conservación. “Comenzamos a trabajar educando y sensibilizando a la gente y a los niños. Este proyecto nos generó un vínculo muy cercano con la comunidad, con el objetivo de que se dieran cuenta que existen otras formas de generar fuentes de ingreso que los hace depender menos de los bosques”.

Marimonda del Magdalena
Mauricio “PATO” Salcedo / WCS
“Con nuestro trabajo, con el de las diez organizaciones ejecutoras, pero sobre todo con el que han hecho las distintas comunidades rurales asentadas en el Magdalena Medio y en los Llanos Orientales, hemos mejorado las condiciones de vida para un conjunto de especies silvestres que tienen algún grado de amenaza. Trabajar por esas plantas y por esos animales, es algo que nos llena de enorme orgullo y satisfacción”, afirmó Carlos Saavedra, gerente del proyecto.
Paula Camila Castañeda
@paulacamila95
Comentar