Alemania, Noruega y Reino Unido entregarán 360 millones de dólares para ayudar a Colombia a frenar la deforestación de los bosques. Este anuncio, que se dio hoy durante la Conferencia de las Partes (COP25), en Madrid, extiende la cooperación entre estos cuatro países para cuidar los bosques y combatir el cambio climático; una alianza que va hasta el 2025.
De esta cifra, 260 millones de dólares corresponden a pagos por reducción de emisiones logradas y 106 millones de dólares se destinarán para contribuir con los objetivos de políticas e implementación.
Durante esta declaración, Colombia asumió unos compromisos para seguir reduciendo la deforestación en el país. De acuerdo con Ola Elvestuen, ministro de Clima y Ambiente de Noruega, Colombia se comprometió a reducir la deforestación en 155.000 hectáreas para 2022 y a 100.000 para 2025. "Esto es muy ambicioso y va más allá de lo que hay en el Plan Nacional de Desarrollo. Es un gran noticia", dijo.
Por otro lado, para el 2022, Colombia incluirá 195.000 hectáreas adicionales bajo el programa de pago por servicios ambientales, incluyendo tierras ubicadas en territorios colectivos de comunidades étnicas.
Para ese mismo año se iniciará la restauración de 200.000 hectáreas en áreas de gran deforestación, incluyendo las ubicadas en territorios colectivos de comunidades étnicas.
También se comprometió a proteger y dejar libre de deforestación 147.000 hectáreas de bosque.
Y finalmente, para el 2025, 500.000 hectáreas contarán con un manejo sostenible de sus bosques, como parte del Programa Nacional de Bosques Comunitarios.
“A través de esta alianza, Colombia está ganando la batalla contra la deforestación y, precisamente, con ese objetivo se estableció el Consejo Nacional para Combatir la Deforestación y Otros Crímenes Ambientales Asociados (Conaldef). Ahora, en esta nueva fase de cooperación con Noruega, Alemania y Reino Unido, seguiremos fortaleciendo nuestra capacidad para reducir la creciente tendencia de deforestación a escala local y fomentar beneficios económicos y sociales”, asegura Ricardo Lozano, ministro de Ambiente.
La renovación de esta declaración impulsa y refleja los planes de Colombia para atacar el sustancial incremento en la deforestación que ha ocurrido desde 2016, debido a las presiones de la expansión de la frontera agrícola, los cultivos ilícitos y la ganadería que viven algunas regiones, principalmente la Amazonia.
Además, según es el Ministerio de Clima y Ambiente de Noruega, este es un reconocimiento a la capacidad del país para revertir esta tendencia que en 2018 se redujo en un 10 %, comparado con 2017.
Los reportes nacionales demuestran que esta tendencia positiva se mantuvo en 2019. En la Amazonia colombiana, por ejemplo, las alertas de deforestación disminuyeron en un 12 % en el último trimestre del año, frente al mismo periodo del 2018.
“La ambición y compromiso de Colombia para reducir la deforestación es de importancia global”, manifiesta Ola Elvestuen, ministro de Clima y Ambiente de Noruega, y agrega: “No podemos frenar el cambio climático sin detener la deforestación. La comunidad internacional debería sumarse para movilizar millones de dólares al año con el fin de apoyar a los países boscosos a lograr la reducción de sus emisiones”.
MEDIOAMBIENTE
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