Las grasas saturadas, azúcares y embutidos, son algunos de los alimentos que se consumen diariamente y que no tienen casi aporte nutricional, pero sí afectan directamente al corazón.
¿Qué pasa en el organismo?En un principio las grasas y azúcares se usan como energía, pero luego de un tiempo se empiezan a acumular en el cuerpo causando sobrepeso y una serie de desórdenes que complican el estado de salud, por ejemplo, aumenta el colesterol, tapa las arterias, daña el sistema digestivo, y pueden aparecer enfermedades como la hipertensión e incluso la diabetes.
Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y el principal factor de riesgo es la dieta malsana, como también, la inactividad física, el consumo de tabaco y de alcohol.
Sin embargo, se pueden invertir los efectos adversos de este hábito reemplazando los alimentos procesados por unos que cuiden su sistema coronario.
A continuación se resaltan los que tienen más beneficios:
Aceite de oliva: Su contenido en grasas monoinsaturadas ayuda a reducir el colesterol malo y elevar el bueno. Además, aporta vitamina E y antioxidantes que previenen el daño de los vasos capilares.
Aguacate: Tiene grasa monoinsaturada que es la más recomendada para mantener el colesterol nivelado.
Salmón: Su ácido graso DHA de tipo poliinsaturado mejora los valores del colesterol bueno.
Nueces: Contienen elevado contenido en grasas del tipo omega 3, que ayudan a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Arroz integral: Por su cantidad de fibra dietética que retrasa la absorción de grasas y azúcares y los componentes fitoquímicos del salvado favorece la reducción de la presión arterial.
Zanahoria: Tiene un elevado contenido de vitamina A y vitamina C y componentes antioxidantes.
Lentejas: Se caracterizan por tener proteína que no contiene grasas como las animales, además la fibra ayuda a la buena digestión.
Frutas: Estas tienen las vitaminas que potencian al organismo, reforzando el sistema inmunológico.
Verduras: Tienen varios beneficios; son bajas en calorías, contienen gran cantidad de agua, vitaminas hidrosolubles como vitamina C, ácido fólico, vitaminas del complejo B, vitaminas liposolubles como beta carotenos, vitamina A, E y K , minerales donde se destaca el potasio, magnesio y fibra.
De acuerdo con el National Institutes of Health de Estados Unidos hay complicaciones que se presentan más frecuentemente y afectan a la mayoría de personas que presentan problemas en este órgano.
Ataque cardíaco: El síntoma más frecuente es dolor o malestar en el pecho. Sin embargo, también puede generar dolor en la espalda o el cuello, indigestión, acidez estomacal, náuseas (deseos de vomitar), vómito, agotamiento o cansancio extremo, o problemas para respirar.
Otros síntomas del ataque son aturdimiento y mareo, que se presentan con más frecuencia en las mujeres que en los hombres. Cubrirse de sudor frío y sentir dolor en el brazo izquierdo.
Insuficiencia cardíaca: Esta enfermedad, en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para atender las necesidades del organismo, causa dificultad para respirar y agotamiento; tienden a aumentar si la actividad es vigorosa. Puede causar hinchazón de los pies, los tobillos, las piernas, el abdomen y las venas del cuello.
Arritmia: Son problemas en la velocidad o el ritmo de los latidos. Durante este episodio el órgano puede latir demasiado rápido, demasiado lento o de manera irregular.
Algunas personas describen esta situación como aleteos o golpes dentro del pecho, o la sensación de haberse saltado un latido. Estas sensaciones se llaman palpitaciones. Algunas arritmias pueden hacer que el corazón deje de latir de repente y se le llama paro cardíaco súbito.