Martina es chilena y es futbolista. Valentina es jordana y es astronauta. Ada es estadounidense y es programadora de computación. Maddie es zimbabuense y médica.
Todas ellas forman parte de un novedoso proyecto que mezcla juguetes con videos en YouTube y libros de cuentos bajo la idea de usar las muñecas para promover la diversidad, Dollversity.
“Queremos combatir los estereotipos de género desde la niñez”, dice Denise Lama, creadora de Dollversity”.
“Además –agrega– promover activismos sociales, porque cada muñeca tiene su cuento propio, como Martina, que cuenta en su video que en su colegio hay niños de Colombia y de Haití y que de ellos ha aprendido. Queremos que con ellas se genere un cambio social, porque con otras muñecas, las más tradicionales, se da muy poco o muy lento”.
Denise, en todo caso, reconoce que de chica le gustaban las princesas.
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Recuerda que no fue en su infancia, cuando sus padres le traían de regalo una tras otra a las muñecas de Disney, que sintió que algo andaba mal.
“Fue después de que empecé a ser consciente de las diferencias, tuvo que ver con cómo me desarrollé”, explica hoy a los 33 años esta politóloga.
“Por ejemplo, siempre me gustó el deporte, jugar tenis, y veía que los entrenadores hacían diferencias entre niños y niñas. O los mismos profesores en el colegio, que decían: ‘Niños, salgan a jugar; niñas, ayuden a ordenar’”.
Es por eso que esta joven politóloga, formada en Estados Unidos y con un máster en Finlandia, a su vuelta a Chile y tras conocer las realidades de otras sociedades, se decidió a intervenir.
Colaboró en temas de género en entidades oficiales de Chile y en algunas ONG. Y dice que fue en una caleta de pescadores en Chañaral cuando trabajó por primera vez temas de género y de multiculturalidad con niños, donde nació la idea de Dollversity.
Desde esta semana puso en venta la primera línea de las muñecas que creó junto a su madre, la diseñadora de vestuario Josefina Feliú.
Inicialmente podrá ser adquirida en la tienda ‘online’ www.dollversity.com, pero espera que llegue a comercializarse en tiendas en el 2017.
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Denise Lama, que creció rodeada de multiculturalidad en el colegio Nido de Águilas, y que luego estudió fuera de Chile, está segura de que el comercio masivo es lo que quiere para su emprendimiento.
“Creo que irse por la línea de las tiendas de nicho, hacia las jugueterías más especializadas, es segregar hacia las clases altas, y yo quiero incidir a nivel de cultura desde el mercado. Para cambiar la cultura hay que saber incorporar elementos que ya están en ella. Y eso fue algo que aprendí cuando mi mamá me convenció de usar ropa rosada en una de las muñecas. Entendí que por algo Lego ahora tenía legos rosados, no puede ser todo tan drástico. Además, más allá de la ropa, lo que importa es que esa muñeca es programadora de computación”, afirma.
Mientras busca los caminos para internacionalizar su apuesta y desarrolla talleres con temas de género para colegios, Denise ya está trabajando en la segunda línea de Dollversity, que incluirá muñecos que también derriban estereotipos de género, como un educador de párvulos y otro que representará a un padre que se toma el posnatal; es decir, el bebé no se venderá por separado.
CLAUDIA GUZMÁN
‘EL MERCURIO’ (Chile) - GDA
