En las próximas horas, los directivos de la polémica Fundación Universitaria San Martín serán notificados de una nueva decisión del Gobierno respecto a su funcionamiento y futuro.
EL TIEMPO estableció que el actual ministro de Educación, Francisco Cardona, ordenó que se le levantara la medida de suspensión de los registros calificados que se encontraban vigentes.
Estos habían sido congelados en enero del 2015 luego de que estalló un escándalo mediático que puso al descubierto que los dueños de la San Martín –la familia Alvear– desviaron al menos 200.000 millones de pesos, en detrimento de sus cerca de 7.000 alumnos.
Medida condicionadaMientras le inyectaban dinero a sus negocios personales, diferentes sedes de la institución estaban cerradas porque no les pagaban a sus docentes, no había dinero para equipos médicos y debían hasta los servicios públicos.
En la práctica, la decisión que va a anunciar la cartera de Educación significa que la universidad puede reactivar las matrículas de nuevos alumnos en programas como Derecho, Psicología, Medicina, Contaduría y Administración.
Pero la medida del Gobierno es condicionada.
La Fundación debe garantizar y certificar primero que están soportadas las condiciones contables, administrativas, financieras presupuestales y de calidad para que los nuevos estudiantes cuenten con un servicio educativo de calidad y continuo.
Y en ese punto aún no hay claridad. Si bien hay informes que dejan entrever mejoras significativas tras la intervención que ordenó el Ministerio de Educación, otros muestran un panorama poco claro.
EL TIEMPO conoció un informe de visitas, fechado el 25 de octubre, que concluye que las metas impuestas en materia académica, administrativa y de buen gobierno se cumplieron en un 100 por ciento.
Tarea, incompletaSin embargo, en materia financiera, las metas alcanzaron un 36 por ciento. De hecho, la San Martín ni siquiera les ha pagado aportes a antiguos trabajadores que no se han podido jubilar.
Y hoy no se cuenta con la información contable suficiente para determinar cuál es la situación financiera real de la institución. Con los números que recogió el inspector del ministerio, Rodrigo Acosta Trujillo, y con los alumnos que tiene actualmente, la institución podría entrar en déficit en 2017.
En la segunda semana de noviembre, el Plenum –junta directiva de la San Martín– entregará un informe final y el Gobierno entrará a tomar decisiones de fondo.
“Le corresponde a la Fundación garantizar que cuenta con los recursos financieros suficientes para prestar el servicio público educativo”, le explicó a EL TIEMPO el ministro Cardona.
‘El ministerio ha prestado todo el apoyo’Francisco Cardona, el actual ministro de Educación, le reveló a EL TIEMPO que ya firmó una resolución en la que levanta la suspensión de registros calificados a la San Martín. Pero fue enfático en que deben garantizar su sostenibilidad financiera.
“Nuestro compromiso es con la calidad. Hemos prestado todo el apoyo para que se superen los obstáculos académicos, de gobierno y administrativos. Pero es a la Fundación a la que le corresponde el tema financiero. Nosotros no vamos a permitir que con el dinero de la educación hagan negocios particulares e incurran en actos de corrupción”, explicó.
UNIDAD INVESTIGATIVAu.investigativa@eltiempo.com
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