En la séptima movilización del último mes convocada por los estudiantes que protestan por mayores recursos para educación superior pública, uno de los focos de la atención estará puesto en el orden público, teniendo como antecedente que la última movilización, el pasado jueves 8 de noviembre, terminó en desmanes, enfrentamientos con la fuerza pública y ataque a instalaciones de medios de comunicación y mobiliario urbano.
Los hechos de ese día causaron rechazo de todos los sectores, desde los líderes de las protestas hasta del Gobierno Nacional. A raíz de eso, voceros como la representante Jennifer Pedraza y Alejandro Palacio, ambos de la Universidad Nacional, enfatizaron el carácter pacífico con el cual convocarían a la jornada de este 15 de noviembre.
Palacio, quien es presidente de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de Educación Superior ha convocado a marchas “con creatividad y sin violencia” porque “así es el espíritu de la educación”. Por eso asegura que este jueves saldrán “a las calles a llevar un mensaje de paz, un mensaje por un país más educado”.
Ese llamado está en concordancia con algunas fórmulas planteadas por expertos días atrás en conversación con EL TIEMPO, como el profesor Carlos Charry, profesor de la Universidad del Rosario y doctor en Sociología, quien resaltó el poder de los actos simbólicos.
Otro llamado que surgió tras los hechos del jueves pasado fue a “un nivel de coordinación más alto en las marchas”, como dijo también Charry. Esto, para evitar que las marchas de carácter pacífico sean infiltradas por encapuchados, cualquiera sea su procedencia.
El reto también está en manos de las autoridades, las cuales anunciaron medidas en el transcurso de la semana. Por ejemplo, el Distrito anunció que, en Bogotá, habrá un grupo de reacción inmediata para atender bloqueos en TransMilenio.
“Aquí respetamos el derecho a la protesta, pero vamos a ser mucho más drásticos y contundentes haciendo respetar el derecho de las personas a movilizarse”, dijo el alcalde Enrique Peñalosa.
Por su parte, la Fiscalía, la Dijín y la Sijín de Bogotá anunciaron la conformación de un grupo especial para investigar los hechos violentos del pasado jueves, el cual también podría actuar si las jornadas de este jueves se salen de su cauce normal.
El reto de mantener las manifestaciones aisladas de actos violentos no se debe solamente a las afectaciones en la movilidad y la tranquilidad ciudadana, sino también a que, como señalaron varios analistas a este medio, que las manifestaciones se salgan de las vías pacíficas puede llevar a que se enrarezca y radicalice el ambiente de negociación entre el Gobierno Nacional, profesores y estudiantes.
Desde ese punto de vista, evitar el vandalismo es también una medida estratégica para que las demandas puestas sobre la mesa no sean opacadas por actos ajenos a los reclamos.
ELTIEMPO.COM
Comentar