Un proyecto de ley, radicado por Rodrigo Rojas, representante a la Cámara por el Partido Liberal, tiene dividida a parte de la opinión pública.
El congresista plantea prohibir el ingreso de dispositivos de telefonía móvil a los establecimientos educativos de Colombia por parte de los estudiantes de los niveles preescolar, básica primaria y básica secundaria.
Además, pone sobre la mesa la idea de restringir el uso de esos aparatos dentro de las aulas de clase de todos los establecimientos de los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media.
“Con este proyecto pretendemos velar por el desarrollo integral, por la educación y la salud de niños, niñas y adolescentes”, señaló Rojas.
Y afirma que los celulares causan distracción e, incluso, atentan contra la salud de los menores.
"Queremos dejar en claro que nosotros conocemos el gran aporte que hace la tecnología a la humanidad, pero entendemos que para las personas más pequeñas el acceso sin supervisión puede generar problemas. Por ejemplo, en educación, porque se convierte en un agente distractor; y en salud, porque puede generar enfermedades psicológicas y físicas", indicó el representante.
Entre los estudios que tuvo en cuenta el congresista para diseñar su propuesta se encuentra uno del Ministerio TIC, que asegura que el 52 por ciento de los jóvenes entre los 12 y los 17 años sienten algún grado de ansiedad si no saben lo que ocurre en internet o si se encuentran desconectados.
La Encuesta de Situación Nutricional (Ensin 2015) reveló que los niños colombianos entre 5 y 12 años tienen un 67,7 por ciento de tiempo excesivo frente a las pantallas (considerado por encima de dos horas diarias usando televisión y videojuegos).
Pero ¿qué opinan los expertos sobre esta iniciativa?
Oscar Boude, director de profesores e investigación del Centro de Tecnologías para la Academia de la Universidad de la Sabana, advierte que la solución no es restringir, sino formar.
"El problema es de formación. No vamos a lograr nada prohibiendo los celulares en los salones de clase. La discusión realmente es que los maestros no saben cómo convertir un smartphone en una herramienta de aprendizaje", indicó Boude.
La discusión realmente es que los maestros no saben cómo convertir un smartphone en una herramienta de aprendizaje
El especialista señala que si entra en vigencia la medida, se les estaría restringiendo la comunicación a los estudiantes de colegios.
"Es claro que los menores deben comprender qué es bueno y malo en internet. Y para ello se deben ejecutar estrategias de aprendizaje y pedagogía. Por eso es necesario que los profesores se transformen y entiendan que la tecnología ofrece experiencias fantásticas", agregó.
En una posición contraria se encuentra Ruth Stella Chacón, coordinadora de investigación y licenciatura en educación infantil de la Universidad El Bosque, pues señala que la iniciativa de Rojas no es exagerada.
"Culturalmente los estudiantes no están acostumbrados a usar los teléfonos inteligentes como herramientas educativas. Al contrario, se distraen en redes sociales, en WhatsApp y en otras actividades no académicas", apunta la experta.
Además, agregó: "El celular obstruye la comunicación, disminuye la atención y no solamente en los niños, también en los adultos. Debe haber un cambio de cultura, y no solamente tienen que venir desde el Gobierno, también desde la casa, en donde los papás deben impartir valores de responsabilidad", indicó Chacón.
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