El Sena es una de las instituciones educativas del país que tendrá uno de los mayores desafíos en el posconflicto: formar a las víctimas y excombatientes para una Colombia en paz. El grupo JANUS de la Universidad del Rosario lo apoyó en el diseño de un Diplomado, que dará a los instructores las herramientas necesarias para afrontar ese reto.
A partir de este año el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), contará con un grupo de 84 instructores de diferentes zonas del país capacitados en competencias y herramientas pedagógicas para fomentar una cultura de paz entre sus estudiantes: jóvenes de diferentes condiciones sociales que se forman en programas técnicos y tecnológicos para ingresar al mundo laboral y aportar al desarrollo del país; así como víctimas y excombatientes del conflicto armado colombiano.
Los instructores se capacitaron a finales de 2016 en el Diplomado Pedagogías para la Paz, que surgió de una alianza y una propuesta pedagógica elaborada en conjunto entre el Sena y el grupo de Estudios Interdisciplinarios sobre Conflicto y Paz (JANUS) de la Universidad del Rosario.
“Vimos que era interesante contribuir con la formación de los instructores del Sena para que puedan incorporar en sus ambientes de aprendizaje actividades y objetivos orientados hacia la construcción de paz. Esto es relevante ya que el Sena es una de las instituciones educativas en Colombia que trabaja más de cerca con las realidades locales y territoriales, pues tanto en el pasado como en el futuro tuvo y tendrá una responsabilidad fuerte en este proceso de salida del conflicto, y al Sena llegan víctimas, desmovilizados y grupos vulnerables. El Sena es un espacio magnífico para trabajar estos temas y tener un impacto real”, asegura Wilson Herrera, profesor del programa de Filosofía de la Escuela de Ciencias Humanas, investigador del grupo JANUS y coordinador del Diplomado Pedagogías para la Paz, que a diciembre de 2016 tenía tres cohortes.
Este diplomado, que tanto para el Sena como para el Rosario es un proyecto retador y enriquecedor, es producto de un proceso de diálogo entre estas dos instituciones, que se han propuesto sensibilizar y contextualizar a los instructores sobre lo que significa la construcción de paz, cómo ha sido el conflicto colombiano y los retos que implica el posconflicto. De igual forma, darles las herramientas conceptuales, metodológicas y pedagógicas para que sean gestores en una educación para la paz.
Para lograrlo, han unido sus conocimientos y trayectorias en diferentes campos. “Ha sido fundamental la relación de doble vía. Uno encuentra en los instructores del Sena una serie de experiencias valiosas sobre el conocimiento de la realidades locales, de pedagogías y de formas de enseñanza que aterrizan en ambientes de aprendizaje muy concretos de personas que van desde empleados de empresas hasta grupos vulnerables. Tienen una diversidad de poblaciones y han desarrollado y aplicado una diversidad de estrategias pedagógicas, que es una fuente de experiencias muy grande”, señala el coordinador del Diplomado.
¿Qué hacer para aportar a la construcción de paz?La universidad y el grupo JANUS han aportado su conocimiento para que los instructores puedan por un lado, profundizar conceptos como formación ciudadana, conflicto armado y construcción de paz, y por otro comprender mejor los problemas del país al contar con un contexto de la realidad nacional.
Desde 2015, cuando surgió, JANUS ha tenido como finalidad contribuir a la reflexión y los intercambios académicos sobre los temas de paz y conflicto, entendidos según una perspectiva amplia, vigente y articulada con la realidad nacional e internacional.
Este grupo está conformado por profesores e investigadores que se reúnen periódicamente para dar vida a espacios de discusión sobre temas relacionados con guerras, terrorismo y crimen organizado; acción política no violenta y movimientos sociales; resolución de conflictos; políticas públicas y educación para la paz; procesos de desarme, desmovilización y reinserción.
Esas reflexiones las compartieron con los instructores del Sena, quienes destacan el énfasis que el Diplomado tiene en formación de capacidades ciudadanas y contextualización del conflicto, así como de estrategias para transmitir lo aprendido.
“Los contenidos del diplomado son muy pertinentes, primero porque tienen una visión histórica a nivel macro del conflicto tanto de nuestro país como del continente, y segundo por su visión pedagógica. Sin embargo, más que eso resalto su énfasis en competencias ciudadanas, que nos llevó a preguntarnos qué podemos nosotros hacer para aportar a la construcción de paz. Nos hizo preguntarnos por nuestra relación con los demás”, explica Feliciano Tejedor, instructor del Sena en áreas relacionadas con humanidades y comunicación en Bogotá.
En ello coincide Diana Paola López, instructora y líder de aseguramiento de la calidad para la formación en Manizales. En su concepto, el Diplomado permite que los instructores reflexionen sobre el hecho de que la paz comienza en cada persona, que los conflictos son de la cotidianidad y después pasan al ámbito global. Razón por la cual con otros estudiantes del curso presentó como propuesta pedagógica la identificación de juegos agresivos que vulneran la integridad de las personas. “Con instructores del Sena y docentes de adolescentes hicimos un listado o recopilación de chanzas y juegos que agreden a la gente. Después les pedimos a los estudiantes que reconocieran el error que habían cometido con esos juegos y en un muñeco elaborado por ellos mismos resaltaran de manera positiva la parte del cuerpo del compañero que habían agredido. Fue un ejercicio de reconciliación”.
Emociones, un tema importante en el aporte de la pazPrecisamente, otro de los elementos que más destacan los instructores participantes en el Diplomado es la posibilidad que tienen de conocer diferentes estrategias pedagógicas (juego de roles, cartografía, testimonios y relatos) y ponerlas en práctica, junto con los demás conocimientos adquiridos, en una propuesta pedagógica para sus ambientes de aprendizaje. “Fue clave porque existen herramientas que permiten a los estudiantes tener una lectura y un manejo de sus emociones, un tema importante en el aporte de la paz”, señala Dora Ruby Martínez, dinamizadora de Tecnoparque Manizales.
Entre las propuestas formuladas por los instructores, algunas están dirigidas a otros instructores, unas más a aprendices y otras tanto a aprendices como a instructores. En la totalidad de las propuestas se busca el desarrollo de las competencias emocionales y comunicativas.
En cuanto a las actividades o didácticas, las más frecuentes son sensibilización, planteamiento de discusiones (debate o conversatorio) y el uso de diversas herramientas pedagógicas centradas en la experiencia como: mapas corporales, cartografía humana, relatos, etiquetado, construcción de expresiones artísticas-gráficas, análisis de conceptos (paz, guerra, conflicto, convivencia, ciudadanía), juego de roles y el estudio de caso.
En general, las propuestas dan cuenta de una preocupación por la actualidad política del país y reconocen la necesidad de incluir una formación sobre el pasado histórico que ha dado lugar a las problemática actuales. De igual forma, muestran una clara articulación con la visión institucional del Sena y la pertinencia de llevar a la práctica los principios éticos y diferenciales que la institución defiende.
Además, dan una preponderancia a la tecnología, con el uso de redes sociales y dispositivos móviles para hacer sus intervenciones más cercanas a los jóvenes y a los aprendices e instructores de las áreas técnicas. Finalmente, establecen como ejes principales el respeto por la diferencia y la generación de iniciativas de liderazgo, para trabajar la convivencia.
En 2017, el Sena y la Universidad del Rosario continuarán con el Diplomado Pedagogías para la Paz. La entidad gubernamental tiene hoy entre sus objetivos llegar a 24 municipios del país para atender el llamado de los excombatientes de los grupos armados que reclaman mejores oportunidades de vida desde la educación. En el Diplomado de este año participarán los directivos del Sena, quienes desean desarrollar las capacidades para el fomento de una construcción de paz.
Enfoques del Diplomado Pedagogías para la PazEn general, el Diplomado está compuesto por cuatro módulos que se desarrollan en 120 horas, la mayoría de ellas presenciales. El primero es de contextualización: cómo ha sido el conflicto colombiano, qué es el Estado Social de Derecho, cómo opera el régimen democrático que respeta los derechos humanos, entre otros temas. El segundo hace conexión entre los conceptos vistos y la construcción de paz, el papel de la educación y la educación para la paz dentro de la construcción de paz, así como con el desarrollo de competencias y capacidades ciudadanas y democráticas.
En este módulo se abordan dos escollos que debe tener en cuenta una educación para la paz. “Uno es que sicología social, la desconexión moral, y tiene que ver con creencias, prejuicios que justifican el uso de la violencia y la naturalizan. Y el otro está relacionado con el proceso de reinserción y es el problema del etiquetado, que califica de una manera determinada a una persona”, explica el coordinador del Diplomado.
En cuanto al III módulo, trata de didácticas para la educación para la paz (análisis de casos con dilemas o conflictos morales, juego de roles, testimonios, relatos y cartografía social) y el IV muestra cómo son los procesos de evaluación educativa y de la formulación de una propuesta educativa.
En 2017 el Rosario también hará una tarea de seguimiento a las propuestas presentadas por los grupos que se capacitaron. “Es necesario realizar este esfuerzo conjunto para capacitar y servir a los instructores, que son quienes van a asumir el reto de consolidar una cultura de paz en los ambientes de aprendizaje de principio a fin, con un acompañamiento psicológico y pedagógico integral”, señala el profesor Herrera.
UNIVERSIDAD DEL ROSARIO