Analizando los resultados de las pruebas Pisa, la firma McKinsey encontró cinco factores que inciden en el desempeño estudiantil.
Parece una obviedad decir que estudiantes más motivados tienen mejor desempeño académico; sin embargo, un estudio reciente de McKinsey&Company, en el que analizaron los resultados de las pruebas Pisa 2015, evidenció además que los alumnos más motivados de escuelas con bajos niveles socioeconómicos superan a aquellos poco motivados de colegios con más recursos.
Li-Kai Chen, socio de la firma en Kuala Lumpur (Malasia), y actual director de educación de McKinsey en Asia, estuvo en Bogotá presentando el informe ‘Factores que inciden en el desempeño de los estudiantes: perspectivas de América Latina’, durante la Cumbre Líderes por la Educación.
Según el experto, una de las cuestiones que se busca solucionar con este informe es: “¿cómo un sistema con resultados pobres puede ser bueno? y ¿cómo un buen sistema educativo puede ser excelente?”. Una de las principales conclusiones es que las actitudes de los estudiantes tienen un efecto sobre los resultados que es superior al efecto del contexto socioeconómico.
Según el experto, las razones que hacen de este reporte único es que se hizo un análisis de las Pisa no solo en los puntos académicos, sino también observando los datos que arrojan las pruebas como los factores socioeconómicos y de comportamiento, a los estudiantes, a las familias y a los profesores. Además, esta es la primera vez que se utiliza analítica avanzada y aprendizaje automático para un tema de educación.
“Al analizar los resultados de Pisa encontramos que los elementos asociados a las actitudes tienen más impacto en el aprendizaje de un estudiante que su situación económica”, explicó Li-Kai Chen.
Las consecuencias son grandes si se tienen en cuenta la educación como un factor influyente en el futuro de un joven; por lo tanto, si a los estudiantes se les motiva se logrará que tengan mejores resultados, aprendan más, puedan entrar a la universidad, graduarse y conseguir un trabajo, saliendo así del círculo de pobreza en el que podían estar inmersos.
Por ejemplo, en el caso colombiano, influye más la actitud del estudiante a la hora de sacar buenos resultados que los factores de la casa. En las pruebas Pisa se les preguntaba qué factores influyen para que saque buen resultado en ciencia. El 18 por ciento de los jóvenes expresó: “Me veo como una persona ambiciosa”, “lo que aprenda en el colegio me servirá para conseguir un trabajo”, o “si hago el esfuerzo necesario, podré ser exitoso”.
En el estudio se dividieron los tipos de actitudes, y hay unas que tienen más importancia que otras. La calibración de la motivación, entendida como la capacidad de los alumnos para evaluar correctamente la naturaleza de la motivación –como “trabajar en una tarea hasta que todo esté perfecto” y “hacer más que lo esperado”– ,es la más importante.
Los estudiantes que tuvieron una buena calibración en motivación obtuvieron 55 puntos más que sus pares mal calibrados en las pruebas Pisa. Y esta relación se mantiene incluso después de clasificar por nivel socioeconómico.
Por otro lado, aquellos estudiantes que respondieron: “Querer ser los mejores” o “desear obtener las más altas calificaciones” tuvieron resultados apenas seis por ciento encima que los que no lo hicieron.
EL TIEMPO
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