¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Educación

Cómo lograr una mejor y más efectiva inteligencia emocional

Inteligencia emocional: El gran secreto de los buenos líderes.

Inteligencia emocional: El gran secreto de los buenos líderes.

Foto:Adobe Stock

Autoconocerse y reconocer cómo gestiona sus sentimientos al relacionarse con los demás.

Si bien desde 1995, el psicólogo, periodista y autor Daniel Goleman planteó el concepto de la inteligencia emocional, en los últimos meses este ha adquirido un protagonismo exponencial al resultar útil no solo a nivel personal, sino en contextos como el educativo, el familiar, el deportivo y el financiero.
Inclusive, el ámbito geopolítico no escapa de este ‘coeficiente’ que, como el intelectual, mide el índice de sabiduría, pero en términos conductuales y psicosociales. “Es la capacidad de registrar cuáles son mis emociones, qué es lo que estoy sintiendo y establecer una relación amigable, compasiva y amorosa con lo que a mí me sucede; esto hace que luego yo pueda generar un vínculo empático, respetuoso y amoroso con otras personas como familiares, amigos y colegas”, explica el psicólogo, consultor organizacional y autor Pablo Nachtigall.
Añade el experto que la inteligencia emocional es una especie de compromiso por autoconocerse (o mapearse) emocionalmente, reconocer la manera como gestiona sus sentimientos al relacionarse con los demás y evaluar la posibilidad de cambiar lo que le ‘resta puntos’ a un óptimo grado de inteligencia emocional, como son las tendencias violentas, la reactividad (ofenderse y responder agresivamente ante cualquier insinuación o feedback), la dificultad de tolerar la frustración, enojarse con facilidad y los conflictos recurrentes con la pareja, los hijos o los compañeros de trabajo; la victimización propia, la somatización por acumulación de estrés –que no es más que una indebida gestión de las preocupaciones–, el menosprecio de los planteamientos del otro, la imposibilidad de trabajar en equipo y generar vínculos sociales saludables, armónicos y pacíficos.
“Y en estos momentos de crisis geopolítica mundial, cuando las relaciones entre los países están muy tensas, los vínculos pacíficos deben tomar fuerza (...). Cuando hay maltrato, violencia y se ningunea al otro, hay bajos niveles de inteligencia emocional, y esto se ve en el mismo contexto internacional: Rusia, en su afán de invasión violenta, ignoró planteamientos de, entre otros, la Otán y Estados Unidos, y ello promueve un nivel de inteligencia emocional colectivo muy bajo que a su vez estimula a otros países que son dominantes a que hagan lo mismo y reduzcan los índices de cooperación internacional, que hoy es lo más importante por el contexto de la pandemia, porque debemos aunar esfuerzos en cuestiones como las climáticas, y ello se logra cuando hay inteligencia emocional en los líderes, en las instituciones y sobre todo en el universo micro, que es cada persona. Por eso, el cambio empieza por cada uno, por nuestro autoconocimiento y gestión emocional”, enfatiza Nachtigall.

¿Cómo desarrollarla?

La inteligencia emocional es una especie de compromiso por autoconocerse (o mapearse) emocionalmente, reconocer la manera como gestiona sus sentimientos al relacionarse con los demás

Expertos aseguran que sí es posible ‘entrenar’ la inteligencia emocional; es un proceso que se inicia al reconocer la necesidad de cambio (porque las relaciones sociales no son pacíficas, y son cada vez más frecuentes comentarios desfavorables sobre las actitudes, etc.) y tomará el resto de la vida.
“Al igual que sucede con otros tipos de inteligencia, tenemos un potencial que debemos desarrollar entrenándonos. En la esfera emocional es clave comenzar por el autoconocimiento de nuestras emociones, pensamientos, emociones, deseos y miedos –que se puede conseguir mediante terapias, con meditación, espiritualidad– y empezar a gestionarlos y trabajarlos, pero la inteligencia emocional se construye y se pule con la experiencia y la madurez”, enfatiza la psiquiatra y máster en terapia familiar sistémica y de pareja Jimena Mayorga.
La inteligencia emocional es la clave para una mejor calidad de vida.

La inteligencia emocional es la clave para una mejor calidad de vida.

Foto:Stock Adobe

Aunque no existe un examen ni un texto guía para ejercitar la inteligencia emocional, el autoanálisis de algunos aspectos –como la capacidad de empatía, la calidad de los vínculos que se establecen y la habilidad de cooperación– puede dar luces del potencial nato y de los puntos por trabajar en gestión emocional”.
Quien no sabe gestionar sus emociones no es un bruto o ignorante emocional; tenemos un potencial particular que depende de nuestro perfil genético, de nuestro legado ancestral, de la historia de nuestro embarazo e infancia –añade Mayorga–. Algunos no se han sentado a trabajar la inteligencia emocional y a pesar de ello son brillantes emocionalmente; puede que los que tienen un bajo índice de inteligencia emocional sufrieron un trauma, una situación o evento que evitó que desarrollaran ciertos potenciales o no estuvieron en un entorno que les permitiera nutrirse emocionalmente o tener una interacción social adecuada que les permitiera entrenar sus potenciales”.

Evite estas actitudes que pueden arruinar la empatía

Al ser definida por algunos expertos -como Pablo Nachtigall- como la sabiduría a la hora de asumir una actitud adulta consigo mismo y con los demás, la inteligencia emocional parte de la base del autoconocimiento y de la empatía. De ahí la importancia de identificar los aspectos que, para el psicólogo y autor de Inteligencia emocional en el amor, “arruinan la empatía”:
1. Juzgar. Señalar siempre los aspectos poco amigables del otro, pero en tono de ofensa. “Desde la mirada machista, que es tan fuerte en Colombia, se ve en frases como: ‘Estás loca, debes ir al psiquiatra’ ”, asegura Nachtigall.
2. Interrumpir. Permítase hablar menos y escuchar más; siempre que entable una conversación, piense cómo se sentiría si su interlocutor corta su intervención y usted no puede terminar la exposición de sus ideas.
3. El celular. La tecnoadicción o el estar revisando el celular mientras el otro habla es uno de los mayores enemigos del vínculo saludable y del amor de pareja.
4. No querer o negarse a hacer contacto con el otro.
5. Recriminación. “La crítica es uno de los cuatro jinetes del apocalipsis en el amor de pareja. Todos la tenemos, pero es clave regularla, pues de no hacerlo se genera la escalada (como sucede entre Rusia y Ucrania) hacia la ofensa, la violencia, los golpes y aun el asesinato”, puntualiza el experto.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO