Lo han dicho el presidente Juan Manuel Santos, la Organización Mundial del Turismo, el Banco Mundial, universidades y expertos: “El turismo y la inversión extranjera crecerán de manera exponencial en el posconflicto”.
Sin embargo, hay un factor que juega en contra del crecimiento en ambos sectores económicos: el bajo nivel de inglés de los colombianos.
Aunque las cifras que presenta el Ministerio de Educación y estudios internacionales como el ‘Índice internacional EF’ evidencian un aumento en el dominio de este idioma en el país, también muestran que aún queda un largo camino por recorrer.
Por ejemplo, este indicador publicado en noviembre del 2016 sitúa a Colombia en un nivel muy bajo frente al dominio del inglés, en el puesto 49 entre los 72 países evaluados. Aunque reconoce que hubo una mejoría de 8 puntos desde el 2015, cuando estaba en el puesto 57.
“Colombia todavía está en un nivel muy bajo dentro de nuestro estudio, inclusive por debajo de la mayoría de países latinoamericanos. En los últimos cinco años ha avanzado en inglés, aunque ese avance no le ha permitido salir de un nivel bajo versus los otros países”, explicó Camilo Uribe, gerente de Education First (EF) para Colombia.
Según el Ministerio de Educación Nacional (MEN), ante el avance significativo de los índices de competitividad, en atracción del turismo extranjero y en la oferta de bienes y servicios del país, el gobierno Santos se trazó la meta de hacer de Colombia el país mejor educado de América Latina en el año 2025, y una de las prioridades es lograr que los estudiantes de los colegios oficiales cuenten con la oportunidad de aprender inglés desde pequeños.
“En dos años, el programa Colombia Bilingüe del Ministerio de Educación Nacional ha alcanzado metas que en 10 años anteriores no se habían logrado: generar igualdad en el aprendizaje del idioma inglés y mover el indicador de estudiantes de colegios oficiales graduados en nivel preintermedio B1 del 1 por ciento en el 2014 al 5,6 en el 2016. La meta del programa es subir este porcentaje a 8”, asegura la cartera educativa.
Según Rosa María Celys, gerente de Colombia Bilingüe del MEN, el país necesita hacer del aprendizaje del inglés una prioridad. “Se debe lograr acercar a los estudiantes a niveles altos de competencia en inglés, teniendo en cuenta que esto les permitirá aumentar sus probabilidades de vincularse al mercado laboral con un trabajo bien remunerado, acceder a una mayor oferta cultural y educativa y mejorar la competitividad del país”.
De otro lado, Rafael Minauro, gerente de BPP University en Colombia (una de las universidades en Londres especialista en leyes, negocios, finanzas, entre otros), asegura que desde la universidad han visto un interés creciente en el país por aprender inglés y utilizarlo como herramienta profesional. “Es difícil juzgar de manera general la metodología utilizada; sin embargo, por lo que vemos en los estudiantes colombianos que recibimos en Londres, su nivel de inglés es muy adecuado, aunque hay una oportunidad para mejorar en escritura”.
El colegio Cundinamarca lo está haciendo bienCuando a Dixie Mabel Gallo, docente del colegio Cundinamarca, le asignaron, además de la clase de inglés que ya dictaba, la de ciencias naturales, pensó que era una buena oportunidad para ampliar el programa de aprendizaje de una segunda lengua.
La profesora Gallo, que es bilingüe, elaboró su material didáctico con base en artículos científicos y filosóficos. “Se entiende la enseñanza como algo complejo. Hay que aprender sobre ciencia y crear puentes con una segunda lengua”, precisó.
Así fue como, en el 2012, esta institución distrital ubicada en Ciudad Bolívar implementó las ‘Estrategias para la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias naturales en los primeros grados con proyecto bilingüe”, con el objetivo de que los estudiantes desarrollen un pensamiento científico por medio del inglés.
También formó parte de grupos de estudio con otros profesores de ciencias naturales para enseñarles el idioma y ampliar la experiencia de aprendizaje a otros cursos, una estrategia que desarrolló la institución.
La estrategia impulsada por Gallo busca que sus alumnos de primaria mejoren sus habilidades comunicativas con una segunda lengua, de tal forma que se vean favorecidos cuando entren a bachillerato.
“Lo más importante es que las niñas y los niños entiendan que las ciencias son otra forma de sentir el mundo, como las muchas posibles que hay”, asegura.
Los resultados de este proyecto y, en general, de las características de la institución han logrado posicionarla como una de las mejores entre las oficiales. En el año 2015 quedó en el puesto 57 de toda Bogotá (entre 383 centros educativos) por sus resultados en el índice sintético de calidad educativa (Isce).
“Los niños son felices porque les gusta mucho el inglés. Y el proyecto como tal demuestra que ellos no tienen miedo a aprender, pues están más prestos a desarrollar habilidades para la escritura y la oralidad”, dijo la profesora.
De hecho, en el colegio también se integró el inglés para la clase de educación física. “Estamos hablando de diez horas semanales, durante las cuales los niños aprenden vocabulario y gramática, además de los conocimientos de ciencia. Así ampliamos la enseñanza de un segundo idioma. Es importante que se articule el bilingüismo para sacar adelante la educación pública de Bogotá”, concluyó.
EL TIEMPO