A Quién hubiera pensado que el pícnic surgió gracias al grito de “libertad, igualdad y fraternidad” de la Revolución francesa. Sí, con la caída de la monarquía, las personas comunes y corrientes pudieron reunirse en los parques y los jardines reales, así como en su momento solamente lo hacían los reyes y sus cortes.

Una variedad de panes, quesos y carnes permite jugar con sabores y texturas. Puede llevar los sánduches hechos o para armar al gusto de cada uno.
FILIBERTO PINZÓN. EL TIEMPO. PRODUCCIÓN: MARCO GALDÓS, CHEF DEL HOTEL SHERATON
En esas épocas de coronas y pelucas, las cenas en el campo eran muy sofisticadas y elaboradas, con largas mesas repletas de variedad de alimentos atendidas por infinidad de sirvientes. Algo similar siguió pasando en los siglos XVIII y XIX, pues los pícnics eran eventos sociales cuyas viandas se llevaban días de preparación.
El tiempo pasó y los ingleses, que copiaron esta rica idea de comer al aire libre, la fueron aligerando hasta llegar al informal plan que los estadounidenses nos han legado a través de sus películas.
Hoy hacer un pícnic sigue siendo un acto revolucionario: es liberarnos de la tiranía de las oficinas, del estrés del asfalto y del ladrillo para ir al encuentro relajado del aire fresco, del cielo despejado y del verde de un parque o de un campo abierto, o una playa.
Para Marco Galdós, chef del hotel Sheraton Bogotá, “lo primero que hay que tener en cuenta es que un pícnic es un momento para compartir y disfrutar con familiares o amigos”.
Y aunque no requiere de tanta preparación previa como hace siglos, sí es clave cierta preparación para no llevarse sorpresas, como no tener descorchador para abrir el vino o algo con qué servir y comer las delicias que hayan pensado compartir. Así que haga una lista de lo que necesita y verifique que todo esté empacado.
“No olvide llevar alimentos de sal y de dulce, e incluso los recipientes, tablas y bandejas para disponerlos”, recomienda Galdós.
Esta es la propuesta de chef del Sheraton y sus recomendaciones.

Los postres también son parte fundamental de un pícnic. Pude llevar variedad de galletas, ‘donuts’,
pan de chocolate y frutas en almíbar.
FILIBERTO PINZÓN. EL TIEMPO. PRODUCCIÓN: MARCO GALDÓS, CHEF DEL HOTEL SHERATON
- Un espumoso y jugo de naranja para brindar una mimosa como aperitivo.
- Bebidas saborizadas: agua que la noche anterior deja en la nevera con lonjas de pepino o de limón o de piña, por ejemplo.
- Frutos secos: como nueces y almendras para acompañar las bebidas.
- Panes: de tamaño individual de tipo francés, de costra blanda y ciabatta para armar sánduches. Además, cruasanes, brioche, pandeyucas y almojábanas.
- Quesos: que haya maduros, semimaduros y frescos. El sietecueros, por ejemplo, puede ir desmechado.
- Carnes: curadas como salami, prosciutto y jamón serrano, y de cerdo o pavo cocidos.
- Frutas frescas: manzanas, ciruelas, fresas, uchuvas, bananos...
- Dulce: donuts, torta de banano, galletas, dulce de durazno y fresa en almíbar...
- Acompañantes: mermeladas, mantequilla, queso de untar, mantequilla de maní.
“Todo esto nos permite tener un balance de alimentos: los frutos secos nos proveen de grasa natural; los quesos dan el aporte lácteo que se necesita; las frutas dan frescura, y el dulce aporta la energía necesaria para no decaer después de comer”, explica Galdós, y aporta otros consejos:
“Hay que poner las cosas en el orden en que se van a consumir: empezando por la mimosa que va con los frutos secos, luego los sánduches si los lleva preparados, o las tablas con los quesos y carnes para que cada quien los arme, y terminar con lo dulce y la frutas”.
Empaque todo lo que pueda dañarse o perder sus cualidades con el calor en recipientes herméticos y mejor si los lleva dentro de una nevera con hielo. Por ejemplo los quesos, carnes frías, mayonesa, aderezos cremosos.
Con esta propuesta puede celebrar lo que quiera: desde un encuentro con amigos y familia hasta un cumpleaños, despedida y, por qué no, una pedida de mano.
* Cuadros de mozzarella en aceite de aromas. Mezcle dos tazas de aceite de oliva con hojas de albahaca y salvia, semillas de pimientas, chiles verdes y sal gruesa. Añada cuadros de queso mozzarella.
* Hongos al aroma asiático. Mezcle salsa de soya, jugo de limón, miel de abejas, aceite de ajonjolí, chiles, cilantro picado y un poco de jengibre rallado. Aparte, saltee hongos shiitake, portobello y champiñones en aceite e incorpórelos a la mezcla. Se conservan hasta ocho días en la nevera.
* Salmón ahumado en conserva de pimienta. Corte tiras de salmón ahumado y colóquelas en un recipiente hermético, añada cebolla morada cortada en plumas, cascos de limón, pepas de pimienta, hojas de laurel y una rama de eneldo; cuba con aceite de oliva y deje acerar.
Recetas tomadas del libro ‘Ocasiones para celebrar’, de Almacenes Éxito.

FILIBERTO PINZÓN. EL TIEMPO. PRODUCCIÓN: MARCO GALDÓS, CHEF DEL HOTEL SHERATON
La canasta incluye 26 utensilios con todo lo que necesita para disfrutar los mejores planes al aire libre, paseos en familia y comidas campestres.
- 12 piezas de cubiertos en acero inoxidable y mango de plástico: 4 cuchillos, 4 tenedores y 4 cucharas
- 4 platos en cerámica
- 4 copas de plástico para vino
- 4 servilletas de tela
- 1 mantel de tela
- 1 sacacorchos
Precio de venta para suscriptores de EL TIEMPO: 169.000 pesos. Precio al público: 390.000 pesos.Entregas a partir del 30 de noviembre. En Bogotá, en seis días hábiles; nacional, en ocho días hábiles.
NATALIA DÍAZ
Editora de Vida