Desde que el primer hombre levantó su mirada al cielo le fue fácil distinguir ciertos rasgos de los objetos que encontró allí arriba. Uno de los que más fácil reconoció, en el firmamento limpio y carente de la contaminación lumínica que ensucia la bóveda celeste en la actualidad, fue el color.
Además del evidente blanco brillante, aquel hombre pudo reconocer que algunos de los astros gozaban de tonalidades distintas: unos más azulados, otros más rojizos, como Marte. Incluso, la Tierra es conocida como el planeta azul, color que sobresale cuando se observa desde el espacio.
Ahora, científicos acaban de descubrir que el exoplaneta Wasp-12b, hallado en 2008 y estudiado en profundidad desde entonces, tiene un color tan negro que resulta desconcertante. De acuerdo con ellos, Wasp-12b, ubicado a una distancia de 870 años luz, “es tan oscuro como el asfalto fresco”.
“La principal conclusión de nuestro estudio fue que el planeta Wasp-12b es notablemente negro, pues refleja menos del 6 por ciento de la luz que lo golpea. Esto significa que su albedo –la cantidad de luz que refleja– es de solo 0,064, tornándolo casi totalmente negro”, le dijo a este diario Taylor Bell, principal autora del estudio, que fue publicado en la revista científica The Astrophysical Journal Letter. Según Bell, el albedo de otros astros como la Luna es de 0,12.
Bell explica que Wasp-12b es un planeta de los clasificados ‘Júpiter calientes’, pues tiene un diámetro de casi el doble que el de este, el más grande de nuestro sistema solar. Señala que WASP-12b no es el primer exoplaneta que se descubre con la particularidad de tener un color negro tan oscuro; “sin embargo –dice Bell–, debido a que es aproximadamente 1.000 grados Celsius más caliente que la mayoría de los Júpiter calientes, creemos que el motivo de su extremadamente baja reflectividad sea causado por un efecto diferente relacionado con su temperatura”.
“Nuestra nueva investigación sugiere que el lado diurno del planeta puede tener una temperatura de 2.500 grados Celsius, la mitad de la temperatura del Sol, y que sus noches alcanzan los 1.500 grados, que es el punto de fusión del hierro. Lo anterior puede ocasionar que las moléculas en la atmósfera del planeta se dividan en átomos individuales. Esto cambia la forma en que la luz atraviesa la atmósfera de los planetas y hace que esta sea opaca. Esta opacidad es lo que hace que el planeta refleje poca o nula luz”, explica la experta.
Según Bell, Wasp-12b es aproximadamente 16 veces más grande que la Tierra y su masa es de alrededor 400 veces la terrestre. “El planeta orbita tan cerca de su estrella que su año tiene solo un día de duración. Todo esto hace que Wasp-12b sea uno de los exoplanetas más fáciles de estudiar de los que actualmente conocemos, y también uno de los más populares”, indica Bell.
La observación se llevó a cabo gracias a los análisis hechos por el espectrógrafo a bordo del telescopio espacial Hubble y, aunque Bell reconoce que su investigación no tendrá un impacto inmediato en la vida cotidiana en la Tierra, el objetivo de este tipo de estudios es útil para comprender mejor cómo funcionan las atmósferas y cómo se comportan las cosas componentes planetarios como el viento.
“Al mirar a los planetas extremadamente calientes, podemos probar las teorías que se hicieron sobre la base de la atmósfera de la Tierra. Nuestro resultado es una especie de pieza del rompecabezas, y al estudiar planetas extraños podemos esperar comprender mejor nuestra propia atmósfera”, apuntó Bell.
CIENCIA @TiempodeCiencia
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