Schiaparelli "se estrelló contra la superficie de Marte" el miércoles pasado, confirmó este viernes Thierry Blancquaert, responsable de la Agencia espacial europea (ESA).
Schiaparelli “llegó a una velocidad mucho más rápida de la prevista a la superficie de Marte”, dijo el responsable del módulo de aterrizaje, tras analizar una fotografía tomada por la sonda norteamericana MRO que puso fin a una incertidumbre de dos días sobre la suerte del aparato espacial europeo.
Comparada con una fotografía tomada en mayo pasado, la imagen suministrada por esa sonda que orbita en torno al planeta roja muestra dos elementos nuevos en la superficie. Uno de los elementos es brillante y la ESA lo asocia con el paracaídas de 12 metros de diámetro usado en la fase final de aterrizaje de Schiaparelli y expulsado por el módulo, del tamaño de una piscina hinchable.
El otro elemento es una mancha oscura de unos 15 metros por 40, a cerca de 1 km de distancia del paracaídas, lo cual se interpreta como la marca dejada por el impacto del módulo a una velocidad muy superior a la prevista, luego de que los retrocohetes que supuestamente debían amortiguar la caída se apagasen prematuramente, indicó la ESA.
Se estima que el módulo cayó de una altitud de entre 2 y 4 km a una velocidad superior a 300 km/h. Es posible que el módulo, con sus tanques de combustible aún llenos, haya explotado a raíz del impacto, dijo la agencia.

Imagen simulada de cómo debía ser la entrada del módulo al planeta.
Según la secuencia de aterrizaje prevista, Schiaparelli debía entrar en la atmósfera de Marte a las 14.42 horas GMT del miércoles pasado y descender por ella durante seis minutos. La entrada en la parte alta de la atmósfera se produjo como estaba previsto, con el despliegue del paracaídas para reducir su velocidad hasta 1.650 kilómetros por hora, tras lo que, mientras seguía frenando se separaba el escudo frontal.
A los cinco minutos del descenso a cerca de 1,3 kilómetros de la superficie y con una velocidad de 240 km/h, se debería haber desprendió del paracaídas, pero no ocurrió como se esperaba. Además los motores que iban a frenar el módulo hasta los 10 kilómetros por hora solo funcionaron unos segundos, por lo que no se desaceleraron lo suficiente para aterrizar sobre la superficie de Marte de forma suave.
ExoMars es un proyecto de la ESA y la agencia rusa Roscosmos para buscar vida de tipo bacteriano en la superficie de Marte. Se quiere comprobar si hay o hubo vida en el planeta, que en su origen tenía condiciones similares a la Tierra y favorables a la vida. Para ello es fundamental el análisis del gas metano y del agua, elementos que en la Tierra están relacionados con la aparición de la vida.
El proyecto tiene dos misiones: la primera fue el lanzamiento de ExoMars en marzo con el Orbitador de Gases Traza y Schiaparelli y la segunda será el lanzamiento de un rover en 2020, que deberá aterrizar sobre el planeta, se moverá por él y taladrará hasta 2 metros su superficie para sacar pruebas.
AFP y EFE
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