Lo dicen los veterinarios: uno de los motivos más frecuentes de consulta es la cojera de los perros.
Que el peludo no apoye bien una de sus patas sin duda se debe a que algo le molesta. A veces esta molestia pasa de un día para otro, porque simplemente se lastimó un poco mientras jugaba o correteaba.
Otras veces la molestia persiste y el perro manifiesta su dolor (con chillidos o mordiendo si se le va a tocar allí donde le duele). Es mejor revisarlo para descartar una astilla enterrada o una cortada. Entonces hay que palpar para determinar dónde está el dolor y si es hora de llevarlo al veterinario.
Según Álvaro Rodríguez, veterinario de la Clínica de la Universidad de La Salle, cerca del 70 por ciento de la consulta en este lugar es por cojeras, “y gran parte de los casos son problemas de rodilla o cadera”.
Según Rodríguez, las dificultades para caminar se clasifican en:
* Grado 1: cojea, pero al otro día está bien.
* Grado 2: el perro, al otro día, sigue cojeando pero no presenta dolor.
* Grado 3 y 4: hay dolor, inflamación, persiste la molestia y ya hay que tomar radiografías y posiblemente hacer una cirugía.
La cojera se puede deber a traumas (ver recuadro) o por problemas congénitos.
Hay razas que son propensas a ciertas enfermedades en sus extremidades, cadera o columna. Estas son las más frecuentes:
-Luxación de rótula: se sale la rótula de su articulación normal. El perro va caminando y levantando la pata trasera (una o las dos). Aparece en cualquier edad. Es frecuente en los yorkie, poodle, bulldog inglés y francés, boston terrier.
-Luxación de hombro: no apoya el miembro anterior por demasiado dolor. Se trata con cirugía.
-Displasia de cadera: cuando se sale la cabeza del fémur de la articulación de la cadera o por enfermedad degenerativa en al articulación de cadera. Es frecuente en perros de gran tamaño y rápido crecimiento como los labradores, el pastor alemán, los golden retriver y algunos ovejeros. Se cataloga por grados: 1, no pone problema; de 2 para arriba cojean, se cansan mucho, a veces no apoyan una pata. Algunas veces se puede tratar con terapia física.
Displasia de codo o de hombro: como la anterior, estas partes se salen de su cavidad. Hay que hacer cirugía. Les puede suceder con más frecuencia a los pastor alemán, labrador retriver y bulldog.
Radio curvo: se desvía el radio, queda curvo y las manos van hacia afuera. Es frecuente en los pitbull, mástil napolitano, boston terrier, y bulldog francés.
También puede haber cojera por problemas en la columna, como una compresión de los nervios medulares, una vértebra de más o traumas en las vértebras cervicales (en el cuello).
Si el problema de cojera no es por razones congénitas, se deben a traumas ocasionados por la actividad diaria y común de los perros, como caminar, correr, saltar, o por accidentes como algo que le cayó encima o por ser atropellado. En estos casos, se presentan esguinces, tirones de un músculo o una distensión de un ligamento.
Más complejas son las fracturas o fisuras de huesos, especialmente de la manos, para lo cual hay que inmovilizar el miembro por unos días.
No faltan las heridas en las almohadillas de las patas, ya sea por un vidrio, una piedra filosa o un pedazo de lata cuando se saca a pasear al peludo.
También puede molestar para caminar, las uñas largas o muy cortas, o mal cortadas, que y produzcan una infección o sangrado.
VIDA
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