Loung se hizo conocida entre los habitantes de la villa Ban Nong Khon en la provincia de Chanthaburi en Tailandia, luego de que el año pasado se cayera del vehículo en que viajaba sin que sus dueños se dieran cuenta.
Desde ese día, la perra hizo de la carretera Sukhumvit -que une Bangkok y Camboya- su hogar y esperaba pacientemente a que regresaran a buscarla.
La perra poco a poco se fue transformando en una especie de celebridad local y quienes circulaban por el lugar le tomaban fotografías, que luego publicaban en Facebook.
Su historia generó tanta ternura, que varias personas aseguraron ser el dueño de Loung. Pero, la inteligente perra corría a perderse entre los matorrales cada vez que alguien intentaba ponerle un collar alrededor de su cuello.
Sin embargo, Loung esperó en vano a que sus dueños la fueran a recoger y el lunes el ‘Bangkok Post’ dio a conocer la lamentable noticia de que la semana pasada la perra había muerto atropellada.
Loung tenía tres años. Un club de amantes de perros anunció que se encargaría de que su cuerpo recibiera una sepultura decente.
Es común que los perros establezcan estrechos lazos con sus amos y varias historias así lo demuestran. Está, por ejemplo, el caso de un can de raza cocker que no quería separarse de los restos de su dueño, fallecido en el reciente terremoto en Italia.
O el caso de ‘Rubio’, el can argentino que se ‘enamoró’ de una azafata alemana y la esperaba afuera de su hotel cada vez que ella regresaba a Buenos Aires.
EL MERCURIO / CHILE
GDA
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