La comunidad internacional adoptó ayer en Kigali un acuerdo con miras a la eliminación progresiva de los hidrofluorocarbonos (HFC), unos gases de efecto invernadero considerados muy nocivos para el clima, pero algunos países irán más lentos que otros.
“El año pasado, en París (durante la COP21) prometimos proteger al mundo de los peores efectos del cambio climático”, reaccionó el director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), Erik Solheim. “Hoy honramos esta promesa”.
Jurídicamente vinculante, el acuerdo de Kigali supone un paso importante en la lucha contra el calentamiento climático y permite dar una señal positiva a menos de un mes de la próxima gran conferencia anual sobre el clima (COP 22) en Marrakech (Marruecos).
Alcanzado después de una noche entera de negociaciones, el acuerdo fue ampliamente celebrado, aunque algunos lamentaron que países como India o los del Golfo decidieran iniciar su transición más tarde que otros.
“A lo mejor no es todo lo que deseábamos, pero sigue siendo un buen acuerdo”, declaró el representante de las Islas Marshall, Mattlan Zackhras.
La eliminación de los HFC, usados en frigoríficos y aparatos de aire acondicionado, es un tema espinoso para India, y se requirieron varias reuniones bilaterales con, entre otros, la participación del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para desbloquear las conversaciones.
El calendario prevé que un primer grupo de países, los llamados ‘desarrollados’, reduzca su producción y consumo de HFC un 10 por ciento antes de finales de 2019 en relación con los niveles de 2011-2013, y un 85 antes de 2036. Un segundo grupo de países ‘en vías de desarrollo’, entre ellos China –el mayor productor mundial de HFC–, se comprometió a iniciar su transición en el 2024.
AFP
Kigali, Ruanda
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