Imagine que vuelta plácidamente y en total silencio en la zona media de la estratosfera, contemplando la curvatura de la Tierra y las estrellas durante el día, a una altitud a la que, habitualmente, solo se puede llegar a bordo de aviones con motores a reacción que consumen grandes cantidades de combustible o gigantescos globos de gas helio.
Un nuevo avión estratosférico, propulsado por energía eléctrica de origen solar, lo hará posible. Podrá volar a 25 kilómetros sobre el nivel del mar, el doble de la altitud que alcanzan los aviones comerciales de propulsión convencional, en una zona de la atmósfera terrestre donde está la llamada capa de ozono.
La aeronave ha dado el primer paso hacia su objetivo de abrir la puerta a la aviación comercial eléctrica y solar “al borde del espacio”, al realizar con éxito su primer vuelo de pruebas en Suiza, informa Coralie Jugan, responsable de comunicación internacional de la misión SolarStratos.
El prototipo del avión voló a 300 metros de altitud durante solo siete minutos, pero los resultados de este vuelo corto ayudarán a programar un vuelo a mayor altitud y de mayor duración.
Los vuelos de altitud media están previstos para mediados de 2017, y para 2018 están programados los primeros vuelos a la estratosfera, que durarán aproximadamente cinco horas: 2,5 horas para llegar al espacio, 15 minutos para observar la luz y las estrellas y, luego, tres horas para regresar a la Tierra, dice el aventurero suizo Raphaël Domjan.
La aeronave, con dos asientos en tándem, tiene autonomía de vuelo de alrededor 24 horas, está propulsada por un motor eléctrico de 2.200 revoluciones por minuto, una hélice de 4 palas de 2,2 metros y baterías de iones de litio, según su ficha técnica.
La firma asegura que este avión dejará una huella en el medioambiente equivalente a la de un carro eléctrico y abrirá la puerta a adquirir nuevos conocimientos científicos sobre nuestra estratosfera.
