Todo empezó con las declaraciones del presidente estadounidense, Joe Biden. El jueves pasado, cuando el mandatario anunciaba las sanciones impuestas a Rusia como consecuencia de su invasión del territorio ucraniano, le dedicó unas pocas palabras al espacio: “Entre nuestras acciones y las de nuestros aliados y socios, estimamos que eliminaremos más de la mitad de las importaciones de alta tecnología de Rusia y daremos un golpe a su capacidad para continuar modernizando su ejército. Degradará su industria aeroespacial, incluido su programa espacial”, dijo.
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La Estación Espacial Internacional es un proyecto de colaboración multinacional entre cinco agencias espaciales.
Pixabay
Ante esta declaración, las respuestas no dieron espera, la tensión comenzó a crecer ante las declaraciones que a través de sus redes sociales ha dado Dmitri Olegovich Rogozin, director general de Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos), quien le recordó a Biden que, pese a restricciones existentes sobre Rusia desde el 2014, sus iniciativas espaciales han continuado con éxito, y remató: “Si Estados Unidos bloquea la cooperación con nosotros, ¿quién salvará la EEI de un descontrolado descenso fuera de órbita y de una caída sobre Estados Unidos o Europa? La estación no vuela sobre Rusia, así que todo el riesgo es suyo”.
El mensaje de Rogozin hacía referencia a los motores de las naves de carga rusas Progress MS, encargados de hacer correcciones de trayectoria en la Estación Espacial Internacional, para que mantenga su lugar en órbita y para esquivar posibles encuentros con objetos, como basura espacial. Por su parte, la respuesta tanto de la Nasa como de la Agencia Espacial Europea fue asegurar que la cooperación con Roscosmos continuaría.
Pero el tema no quedó ahí. El sábado, Rusia anunció que Roscosmos detenía la cooperación con los socios europeos para lanzamientos desde el cosmódromo de Kourou, en la Guayana Francesa, retirando a su personal técnico, debido a las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE), entre las que se encuentran una prohibición de exportación que cubría bienes y tecnología en la industria de la aviación y el espacio, así como una prohibición sobre la provisión de seguros y reaseguros y servicios de mantenimiento relacionados con esos bienes y tecnología.
Por su parte, Thierry Breton, comisario europeo del Espacio, aseguró que tomaban nota de la decisión rusa y dio un parte de tranquilidad, confirmando que dicha decisión no tendría consecuencias en la continuidad y calidad de los servicios de Galileo y Copernicus —el sistema europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite y su programa de Observación de la Tierra, respectivamente—, así como tampoco pondría en riesgo el desarrollo continuado de estas infraestructuras.
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Breton, además, fue tajante al afirmar: “Estamos preparados para actuar con decisión, junto con los Estados miembros, para proteger estas infraestructuras críticas en caso de agresión, y seguir desarrollando Ariane 6 y VegaC para garantizar la autonomía estratégica de Europa en el ámbito de los lanzadores”.
Adicionalmente, los efectos en programas espaciales, que empiezan a percibir como incierto su futuro, también comienzan a aparecer. El primero fue Venera D, un proyecto espacial ruso de exploración de Venus, cuyo lanzamiento, previsto para 2013, se ha aplazado continuamente, y en el que, según Rogozin, Roscosmos ya no colaborará con Estados Unidos por considerarlo inapropiado. Para algunos expertos, esto puede dificultar que el programa finalmente se materialice.

Impresión artística del róver Rosalind Franklin de la misión ExoMars en la superficie de Marte. Se esperaba que se lanzara en septiembre de 2022.
ESA
Por otra parte, ExoMars, la misión conjunta entre Rusia y la ESA que esperaba despegar en septiembre en busca de vida en Marte, ya es poco probable que lo haga este año, según anunció el lunes la agencia europea, que se encuentra analizando las opciones para emitir una decisión formal al respecto.
De acuerdo con Juan Francisco Puerta, magíster en Ingeniería de Sistemas Espaciales de la Universidad de Southampton en el Reino Unido, esto podría significar que la misión deba esperar mínimo dos años para su lanzamiento, en espera de una alineación planetaria correcta para el viaje.
“Posiblemente haya que cambiar el lanzador y la plataforma de aterrizaje si la ESA decide continuar sin ellos la misión”, comenta el experto, que explica que, si bien el róver Rosalind Franklin fue desarrollado por los europeos, la plataforma de aterrizaje y el cohete para el viaje son de origen ruso, algo que la agencia debe entrar a decidir hacia el futuro sobre la misión.
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Para los expertos en el campo aeroespacial, la figura beligerante de Rogozin ha mostrado ser problemática en materia de diplomacia científica. “El director de Roscosmos es un cargo que se volvió muy político en Rusia, no es una persona técnica y hay posiciones muy fluctuantes que van al vaivén de intereses políticos. Eso ha generado desconfianza en la comunidad espacial internacional. Con la invasión hay muchas tensiones que se ven reflejadas en un ámbito que normalmente había servido como un canal de acercamiento entre países como Estados Unidos y Rusia. La posición de Rogozin no ha facilitado las cosas”, opina el coronel (r) Raúl Gutiérrez, presidente de la National Space Society Colombia.
El papel de SpaceXLa compañía aeroespacial de Elon Musk no se quedó fuera del debate, y hay quienes ven en ella una alternativa para la continuidad de proyectos como el de ExoMars, aunque se trata solo de especulaciones por el momento. Lo que sí es cierto es que el multimillonario respondió a través de su cuenta de Twitter a las declaraciones hechas por el director de Roscosmos sobre la EEI y el papel ruso en su funcionamiento. El mensaje solo incluía el logo de su empresa.
Pero, más allá de las tensiones entre las agencias espaciales internacionales en el tema de cooperación, el campo espacial también tuvo protagonismo dentro de las noticias alrededor del conflicto que se vive actualmente en Ucrania. Ante la petición a Musk del viceprimer ministro y ministro de transformación digital de Ucrania, Mykhailo Fedorov, de proporcionarle a Ucrania estaciones de Starlink, el multimillonario activó su servicio de internet satelital y anunció que más terminales estarían en camino para garantizar la conectividad.
Starlink terminals are coming to Ukraine! Thank you @elonmusk, thank you everyone, who supported Ukraine! pic.twitter.com/xHDYHunhsW
— Mykhailo Fedorov (@FedorovMykhailo) February 26, 2022
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