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Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazos
Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazosEste es Juan Pablo Vergara, un personaje con un talento innato por el arte, la biología y la música; un hombre, alto, acuerpado y con una sonrisa carismática.
Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazos

Este es Juan Pablo Vergara, un personaje con un talento innato por el arte, la biología y la música; un hombre, alto, acuerpado y con una sonrisa carismática.

Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazos

Juan Pablo Vergara: del lápiz al lienzo, una vocación entre el arte y la biología de más de 30 años.

Cada mañana durante la segunda mitad de los años 50, el abuelo de Juan Pablo Vergara llegaba a su casa con una caja de lápices de colores y un par de hojas para que él, su nieto, encontrara en los dibujos su pasión y tal vez, con los años, llegara a ser un talentoso caricaturista político.

Los trazos del lápiz sobre el papel, el polvillo que se levantaba cuando usaba tizas y las interesantes texturas que encontraba entre los lienzos despertaron en el joven una intensa curiosidad por el arte. A pesar de que durante su adolescencia resolvió estudiar biología, su interés por las artes visuales no cesaba y por eso decidió mezclar sus dos más grandes pasiones: el dibujo y la naturaleza, a través de la ilustración botánica.

Porque según él, este tipo de ilustración es “un dibujo bien manejado, un buen uso de líneas, de perspectiva y de posición con el fin de trasmitir lo que una publicación científica quiere mostrar y eso digamos que es la intención especializada de la ilustración”.

Juan Pablo Vergara aprendió dibujo artístico e inició con lo básico, como recuerda él, “con lápiz y papel”, y aunque en principio sus producciones no eran las más prolijas, con los años trabajó con Silvio Fernández, un ilustrador de trayectoria del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, con quien comenzó el camino de narrar el mundo botánico a través de formas y trazos.

“De él aprendí mucho, especialmente con la técnica de la tinta. A pesar de ser algo tan técnico y científico, cada persona le pone su propia impronta a la ilustración”, tal cual lo recuerda Vergara.

Ilustraba peces y eso fue lo que más me gustó, porque nadie se imagina lo complejo que significa buscar un pez y recrearlo

El herbario de la Nacional se convirtió en su segundo hogar, además, pasaba noches enteras entre plantas, microscopios y reglas tratando de perfeccionar su técnica. Conoció muy bien el uso de la tinta y aunque durante esta época no recibió una remuneración significativa por su trabajo, sabía muy bien que la década del 80 era un periodo para aprender.

Con el tiempo participó como ilustrador en proyectos para el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, el Jardín Botánico José Celestino Mutis y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, donde hacía que cada dibujo se convirtiera en una herramienta para que las personas se pudieran acercar a la esencia, a todo cuanto contiene vida.

“La ilustración científica no son solo plantas y animales, porque si nos vamos a lo más pequeño y primitivo, puede uno empezar a ilustrar desde los virus o microorganismos, hasta hongos, que son un reino aparte del vegetal, la parte humana a través de la arqueología e incluso través de la medicina”, recuerda.

Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazos

"La ilustración botánica es un dibujo bien manejado, un buen uso de líneas, de perspectiva y de posición con el fin de trasmitir lo que una publicación científica quiere mostrar". Juan Pablo Vergara

Foto:

César Melgarejo / EL TIEMPO

Aunque su carrera laboral iba en ascenso, Juan Pablo decidió dar un paso más en su formación profesional al inscribirse en la Academia de Artes Guerrero para estudiar Artes Visuales entre 1992 y 1994, mientras simultáneamente trabajaba como dibujante del Jardín Botánico de Bogotá. Allí su conocimiento se consolidó y su gusto por la docencia lo llevó a perfeccionar su estilo en la graficación de plantas y animales con el fin de compartirlo con los jóvenes que se interesaran en estos temas y que veían en la ilustración un medio para comunicar la ciencia.

“Profesores empezaron a hacer encuestas para saber qué querían los estudiantes, entonces, cuando eso ocurrió, los jóvenes dijeron que querían ver ilustración”. Fue en ese instante cuando empezó a trabajar con biólogos y ecólogos sin llegar a imaginarse que su curso se ampliaría al campo de los artistas y, recientemente, a estudiantes de diversas áreas del conocimiento.

Vergara recuerda que una de sus mejores experiencias la vivió en el Instituto Amazónico de Investigación Científica (Sinchi), donde tuvo la oportunidad de conocer el Amazonas por primera vez. “Ilustraba peces y eso fue lo que más me gustó, porque nadie se imagina lo complejo que significa buscar un pez y recrearlo, porque los pescadores los dejan casi que mutilados, medio puestos”.

En aquel entonces, él no solo dibujaba, también tocaba su armónica, diatónica y cromática, y cantaba como lo hace ahora, solo que esta vez pasó de ser un aficionado y melómano a hacer música en el Coro Con-Sentido de la Universidad Javeriana, porque, eso sí, el gusto que tiene por los sonidos ha hecho que las horas que pasa entre reglas, bolígrafos y dimensiones se conviertan en una perfecta composición; una armonización entre plantas, frutos y semillas que quedan plasmados en el papel con solo escuchar un poco de música andina colombiana, de jazz y blues, entre otras, para que su arte empiece a germinar.

Juan Pablo siempre ha tenido claro que el conocimiento científico no solo se debe quedar entre los anaqueles de las bibliotecas, sino que debe inquietar a las personas para que estas se acerquen al saber técnico de una manera divertida y entretenida. “Como dice María Alejandra Migoya, la ilustración científica es el arte de describir a través del dibujo”, asegura el artista y por eso qué mejor manera de hacerlo que poniendo todas sus habilidades y talentos en este propósito.

Afirma también que ha reflexionado mucho sobre el tema de la ilustración en relación con la fotografía y los debates que giran en torno a ello, porque “no se trata de decir que hay que dejar una cosa y abordar otra”, sino que es consciente de que “son dos lenguajes complementarios” y que en este caso, “la ilustración científica aporta detalles que con la imagen fotográfica puede llegar a ser muy costoso”.

Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazos

“la ilustración científica aporta detalles que con la imagen fotográfica puede llegar a ser muy costoso”. Juan Pablo Vergara

Foto:

César Melgarejo / EL TIEMPO

Este es Juan Pablo Vergara, un personaje con un talento innato por el arte, la biología y la música; un hombre, alto, acuerpado y con una sonrisa carismática, que a la fecha no solo cuenta con más de 270 piezas originales de ilustración con las cuales piensa hacer un banco de imágenes de flora y fauna de Colombia, sino que también es parte del comité organizador del Primer Encuentro Colombiano de Ilustración Científica que se desarrollará el próximo año en Bogotá. Además, espera dictar clases de ilustración botánica y zoológica en sus cátedras, a través de los cursos de educación continua con los cuales cuenta la Universidad Javeriana.

Finalmente, este talentoso ilustrador no solo se ha dedicado a hacer del arte su profesión, sino que con el tiempo ha llegado a convertirse en un referente del dibujo botánico en el país, una fuente de conocimiento y de saber: “Esto ha sido mi modo de vida por más de 30 años, con altos y bajos, pero he llegado a ver que la ilustración es fundamental en la comunicación por la frase ‘una imagen vale más que mil palabras”, las mismas que salen de su boca cuando canta, de sus manos cuando dibuja y de su corazón con cada ilustración.

Indicaciones

Recuerde que primero debe documentarse, busque imágenes, textos, ejemplares de herbario y descripciones.

Luego, su punto de partida es el lápiz. Bocete, no olvide entender las formas, contrastes y volumen de las plantas y cuente con una buena cantidad de luz.

Tenga claro también cuál es la disposición y el ángulo de cada hoja, flor o pieza que se esté dibujando.

Después, piense en cuál sería la técnica y la composición que desea usar para plasmar la ilustración.

Por último, manos a la obra, disfrútelo y produzca la ilustración.

Ilustración botánica, el arte de narrar con los trazos

Juan Pablo Vergara también trabajó para el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt.

Foto:

César Melgarejo / EL TIEMPO

MARÍA DANIELA VARGAS NIETO 
ELTIEMPO.COM 

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