El Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó que durante el pasado mes de noviembre persistieron las anomalías en las aguas del océano Pacífico.
Lo anterior quiere decir que las condiciones climáticas estarían incrementando la posibilidad de que se presente un fenómeno de la Niña, aunque se prevé que sea débil.
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Las alteraciones se registraron en las temperaturas de la superficie del mar a través de la mayor parte de la zona occidental y central del centro del océano Pacífico ecuatorial.
Esta se mantuvo por debajo del promedio, asociado a temperaturas más frías en las aguas profundas.
Vale la pena recordar que el promedio de temperatura de las aguas del océano Pacífico, en su superficie, es de 23 grados centígrados; una alteración mayor de 0,5 grados indica las condiciones para que se presente el Niño y el caso contrario, –0,5 grados, la Niña.
En cuanto a los vientos, otro de los aspectos fundamentales para la conformación de la alerta, permanecieron fuertes en las partes bajas (casi superficiales) en el Pacífico tropical en las zonas occidental y central, y los que vienen del occidente persistieron a través del Pacífico tropical.
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“En general, el sistema combinado de océano y atmósfera durante el mes de noviembre reflejó una continuación de condiciones de la Niña débil”, aseguró el informe remitido por la NOAA a EL TIEMPO este jueves.
Así las cosas, concluyó la entidad climática, los promedios favorecen condiciones de la Niña persistiendo durante el periodo de diciembre a febrero próximo.
Todas las mediciones de la temperatura y vientos las reporta una red de más de 70 boyas climatológicas, instalada a lo largo del Pacífico ecuatorial, conocida como la Red–TAO (Tropical Atmospheric Ocean).
La NOAA emitirá otro reporte en una semana para seguir de cerca este caso.
EL TIEMPO