La Organización Mundial de la Meteorología (OMM) confirmó este miércoles que el 2016 fue el año más caluroso desde que se tiene constancia, dado que la
Los 16 años más calientes que se tienen registros han sido este siglo a excepción de 1998, cuando hubo un fuerte episodio del fenómeno meteorológico de El Niño.
El año pasado también hubo un fenómeno de El Niño pero una vez finalizó, las temperaturas siguieron siendo elevadas.
El Niño es el fenómeno opuesto a La Niña, y ambos son el resultado de las fases opuestas de interacción entre la atmósfera y el océano Pacífico (incremento o bajada de la temperatura del agua) y tienen efectos opuestos en el clima de diferentes lugares del mundo.
Mientras que El Niño se produce cuando hay un incremento de las temperaturas, lo que tiene diferentes efectos en cada región del mundo, La Niña contribuye a un descenso de dichas temperaturas.
Otra consecuencia de las altas temperaturas ha sido la destrucción y decoloración de grandes áreas de corales, denunció la entidad.