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Ciencia

El extraño ‘efecto perspectiva’ que sufren los astronautas al volver a la Tierra

Tierra desde la luna

Tierra desde la luna

Foto:iStock

Este fenómeno tiene efectos psicológicos en aquellas personas que lo han experimentado.

Una de las definiciones de la palabra ‘perspectiva’, según la Real Academia de la Lengua Española es: “El sistema de representación que intenta reproducir en una superficie plana la profundidad del espacio y la imagen tridimensional con que aparecen las formas a la vista”.
Esto puede suponer que el ojo humano ya se encuentra biológicamente programado para captar estos detalles, lo que le permite a las personas y a los demás seres vivientes del planeta tener una idea o un instinto del espacio en el que se encuentra.
Y no es necesario remitirse estrictamente a la sociología para poder encontrar relaciones de esta definición en otros aspectos del funcionamiento de las comunidades; todo, de alguna forma, se encuentra correlacionado, lo que liga al conocimiento con la naturaleza.
La perspectiva ha sido interpretados en distintos rubros, y uno de ellos es la astronomía, en la cual se ha tenido en un fenómeno visual, casi desde los primeros viajes espaciales, cuyos pioneros fueron los soviéticos, pero que perfeccionaron los estadounidenses, en una especie de batalla cultural que, en el contexto del espacio exterior, mucha gente no tiene claro quién ganó realmente.
Se trata del ‘efecto perspectiva’, y se refiere a los cambios de la consciencia de muchos astronautas luego de observar a la Tierra por primera vez desde fuera de la atmósfera o, en varias ocasiones, desde la Luna.

¿Qué dicen los expertos?

El astrofísico Ian O’Neill describió la experiencia de varios astronautas que, en el momento en el que están bajo este ‘efecto perspectiva’, le relataron que “las fronteras desaparecen, los conflictos que dividen a las personas ya no parecen importantes y la necesidad de crear una sociedad planetaria con un objetivo común de proteger este punto azul pálido, se convierte en algo obvio y acuciante”.
La vista del planeta Tierra desde el espacio ha sido un tema fascinante y problemático, puesto a que este tema ha sido el génesis de discusiones que pueden ser consideradas banales por muchos sobre cuál es la foto que mejor retrata al planeta, hasta salpicar temas como el terraplanismo (creencia popular y científica que afirma que la Tierra es una superficie plana).
Al momento de percibir lo masivo que es el planeta en los ojos de un cosmonauta, puede significar para este, en realidad, lo pequeños que pueden ser los problemas que la humanidad se ha encargado de crear.
Sin duda, nunca es tarde para aprender y reflexionar, pues las posibilidades pueden ser infinitas e incalculables, muy a pesar del espacio que la humanidad comparte y se disputa al mismo tiempo.

'Un punto azul pálido'

Un ejemplo claro del tema en mención es una fotografía, tomada en el año 1990 por la sonda espacial ‘Voyager 1’, en la que se puede ver un pálido y pequeño punto de color azul, casi en medio de la nada misma, mientras que se posa al lado el imponente planeta Saturno. Dicho brillo, que puede parecer la única lámpara de una calle desolada en la noche, es la Tierra.
Carl Sagan, reconocido, referenciado y respetado astrólogo, astrofísico y astrobiólogo, resumió en sus propias palabras, su concepto de esta fotografía.
“Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida -relató-. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, niño esperanzado, inventor y explorador, cada maestro de la moral, cada político corrupto, cada 'superestrella', cada 'líder supremo', cada santo y pecador en la historia de nuestra especie, vivió ahí, en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol”.
Es ahí donde cualquiera puede quedar perplejo. De ser conscientes que todo lo que la humanidad ha hecho, hace y hará, independientemente del valor moral que se le pueda asignar a esos aspectos, suceden en un espacio tan diminuto y, por qué no, insignificantes ante la absurda vastedad incontable que el universo posee.
Esa foto dice mucho, pues ahí viven más de 7.800 millones de personas que realizan diferentes cosas, las cuales son, a nivel particular, granitos de arena que siguen edificando el castillo de la historia del ser humano, sin ignorar, claro está, a los demás seres vivos que permiten que este planeta, semejante a una partícula de polvo en medio del cosmos, siga funcionando.

Ver la Tierra desde el espacio por primera vez

En una entrevista para el portal digital ‘Brut Media’, Nicole Stott, astronauta retirada de la Nasa, contó su experiencia relacionada a la primera vez que vio a la Tierra desde el espacio.
“Recuerdo haber sentido una conexión con la Tierra como nunca antes, incluso estando aquí abajo, en el medio de ella -recordó-. Intenté describírsela a mi hijo, que tenía siete años cuando volé por primera vez, y la mejor forma que encontré de hacerlo, para que lograra visualizarla, fue diciéndole: ‘Imagina que estás viendo al bombillo más brillante que hayas visto. Y la salpicas con todos los colores que sabes que tiene la Tierra; entonces la enciendes y es como si casi no pudieras mirarla, porque es deslumbrante, muy brillante, luminosa y vibrante”.
Las fotos de la Tierra desde el espacio, para muchas personas, son fascinantes, pero tener la oportunidad de ver al planeta azul y verde del Sistema Solar con los propios ojos debe ser una experiencia inigualable, pues pese a que el registro puede quedar inmortalizado en una instantánea, los juicios de valor y las interpretaciones quedan en cada persona según su vida, estado de ánimo, crecimiento y conocimientos.
Esto puede invitar a la reflexión. Pese a que la Tierra parezca algo insignificante, se han hecho muchas cosas de las cuales se puede sacar pecho, y otras en las que es mejor esconderlo. Esto invita a que el hombre debe darse cuenta de que su existencia es un tesoro invaluable, casi que privilegiado, pues este efecto, según Sagan: “subraya nuestra responsabilidad de tratarnos mejor los unos a los otros, y de preservar y querer ese punto azul pálido; el único hogar que siempre hemos conocido”.

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JUAN MARTÍN MURILLO HERRERA
Redacción Tendencias
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