Febrero de 2014. Desierto de la Tatacoa, Huila. Un grupo de investigadores, con martillos neumáticos y talladores odontológicos en mano, logran un imponente hallazgo: el fósil de la tortuga más grande que ha existido en la historia de la Tierra. Atónitos ante el descubrimiento, los expertos desenterraron un animal que llevaba millones de años esperando entre las rocas ser descubierto.
Los fósiles hallados corresponden a la extinta Stupendemys geografic, un espécimen descubierto en los años 70 en Venezuela, pero que por primera vez se encuentra evidencia de que también vivió en territorio colombiano.
Así lo dio a conocer recientemente Edwin Cadena, profesor asociado a la facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad del Rosario y líder de la investigación, luego de que los resultados fueran recientemente publicados en la prestigiosa revista científica Science Advances.
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El docente habló con EL TIEMPO para conocer detalles de la expedición. Dijo que también se encontraron fósiles de este animal en el desierto de Urumaco, en el norte de Venezuela, entre el 2015 y 2016. En total, se encontraron cuatro especímenes en Urumaco y uno en Tatacoa. El más grande puede pesar 1.140 kilogramos y ser tan grande como un carro, indica Cadena.
Justo cuando estábamos transportando el espécimen más grande y pesado, la camioneta se nos varó en la mitad del desierto
"Justo cuando estábamos transportando el espécimen más grande y pesado, la camioneta se nos varó en la mitad del desierto. Tuvimos que empujar, no solo la tortuga pesada sino también la camioneta por cuatro kilómetros para encontrar un lugar en dónde poder arreglarla. Son cosas que suelen pasar en campo", recuerda el profesor.
El trabajo tardó seis años y fue liderado por la Universidad del Rosario, con el apoyo de investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza), la Universidad Federal Fluminense de Brasil, el Servicio Geológico Colombiano y el Museo de la Tatacoa en Colombia.

Investigadores colombianos, suizos y brasileños encontraron un nuevo espécimen de la extinta ‘Stupendemys geografic’.
Rodolfo Sánchez
Lo interesante es que no solo encontramos las conchas, que se componen del caparazón (parte de arriba) y plastrón (parte de abajo) de una tortuga, sino que también descubrimos las mandíbulas, las cuales nos permitieron establecer la dieta que estos animales.
Estamos hablando de hace 12 o 13 millones de años atrás, específicamente en el norte de Suramérica, un paisaje totalmente diferente a como es hoy. Por ejemplo, no teníamos los Andes, el Amazonas y tampoco el Orinoco. Es algo fascinante. También descubrimos rasgos únicos. Por ejemplo, el desarrollo de cuernos en el caparazón, justo al lado del cuello. Eso es algo que no se había documentado en muchas tortugas fósiles.
Tenemos dos localidades. Una en Urumaco, en Venezuela, muy cerca de la península de Paraguaná, en el norte del país vecino. Y la segunda localidad es muy cerca del poblado La Victoria, en Villa Vieja (Huila).
¿Tenían indicios de que en estos lugares se podrían encontrar esos fósiles?Teníamos indicios en Venezuela, porque ya se habían reportado en los años 70. Pero acá en Colombia es una novedad. Sabíamos que había muchas tortugas fósiles en el área de La Tatacoa, pero no sabíamos que podíamos tener esta especie, la más grandes que ha existido en la historia de la Tierra.
Lo interesante es que no solo encontramos las conchas, que se componen del caparazón y el plastrón, también descubrimos las mandíbulas
Lo fue. En Venezuela, por ejemplo, sufrimos robos de equipos cuando estábamos grabando e iniciamos la excavación. Pero persistimos. Luego fue todo el trabajo en laboratorio. Hicimos un diseño experimental, luego analizamos y comparamos otros especímenes de otras partes del mundo. Eso nos llevó varios años de trabajo.

La investigación tuvo un costo aproximado de 25.000 dólares.
Rodolfo Sánchez
Encontramos nuevos especímenes que corresponden a caparazones y plastrones que forman la concha de la tortuga. Y encontramos nuevas mandíbulas. Una en Venezuela y otra en Colombia. De hecho, la mejor preservada es la que encontramos en La Tatacoa. Está excelente; es sencillamente fantástica.
¿Cuánto mide esta mandíbula y cómo se compara con las tortugas normales?El largo de esta mandíbula es de 30 centímetros. La tortuga más grande de agua dulce que vive hoy en día tiene una mandíbula de entre 10 y 12 centímetros. Es decir, es de dos o tres veces el tamaño de una tortuga actual que vive en la Amazonia o en el Orinoco.
¿Y la concha?La concha (la parte dura del animal) más grande que encontramos fue en Venezuela, que pertenece a un macho y que desarrolló los cuernos. Mide 2 metros con 86 centímetros, solo la concha. Cuando sumamos el cuello, la cabeza, la cola y las extremidades estamos hablando de un 3,5 a 4 metros de tamaño. Imagínense un carro familiar, y ese sería el tamaño similar de esta tortuga fósil.
¿Pudieron establecer qué comía esta tortuga gigante?Algo que hacemos en la paleontología es comparar con las especies actuales. Encontramos que hay una superficie muy cortante (en la boca), que forma casi un pico, lo que indica que podía agarrar presas pequeñas como caimanes, incluso tortugas y serpientes pequeñas. Pero, a la vez, en los huesos de la mandíbula hay unas partes muy planas. Eso indica que el animal pudo hacer un aplastamiento, triturar o aplastar comida. Entonces también pudo haber comido cangrejos o conchas que vivían en los lagos de ese entonces. Se trata de una dieta bastante diversa para este espécimen.
En la publicación se habla de dimorfismo sexual, ¿esto qué significa?El dimorfismo sexual es un término que usamos en biología y paleontología cuando un hembra y un macho desarrollan formas diferentes. Por ejemplo, encontramos que la tortuga gigante macho desarrolló cuernos en el caparazón, mientras que las hembras no. Y las hembras, de hecho, son un poco más pequeñas que los machos.
El máximo largo de una tortuga de Galápagos es 1,2 metros versus 2,86 de Stupendemys. En peso hablamos también de 2,5 veces el de una tortuga de Galápagos
Tenemos dos evidencias de dos patrones de marcas en las conchas. Por un lado, establecimos que entre machos había combates y los cuernos les ayudaban a agilizar la pelea. De otro lado, identificamos otro tipo de marcas que generalmente estaban en la parte posterior, muy cerca de la colita de la concha de la tortuga, que coinciden más como marcas de ataque de cocodrilos.
¿Es posible determinar cuánto tiempo vivió esta tortuga?Esta especie vivió entre 5 y 13 millones de años.
¿Se pudo determinar otra característica especial?En esta investigación establecimos algo que llamamos la filogenia, es decir, como el árbol genealógico. Lo que encontramos es que esta especie fósil coincide en ser el tatarabuelo de una especie que vive actualmente en el Amazonas que se llama la tortuga Cabezona.

Edwin Cadena, profesor de la Universidad del Rosario.
Universidad del Rosario
Sí, sin lugar a dudas. Tanto en su largo como en peso. El máximo largo de una tortuga de Galápagos es 1,2 metros versus 2,86 de Stupendemys. En peso hablamos también de 2,5 veces el de una tortuga de Galápagos.
¿De dónde sale el nombre ‘Stupendemys geografic’?Stupendemys geografic es una especie que ya había sido descrita. Lo que nosotros estamos presentando es un nuevo espécimen. Stupendemys viene de los grande, de stupendo. Y geografic viene porque la National Geographic Society ayudó en su momento en el trabajo de campo. Y eso fue lo que volvió a suceder, para esta nueva investigación recibimos dinero de esa organización.
¿Cuánto dinero se invirtió en la investigación?Recibimos 12.000 dólares de National Geographic Society y nuestras universidades apoyaron la preparación y la publicación, para un costo aproximado de 25.000 dólares.
CAMILO PEÑA CASTAÑEDA
REDACCIÓN VIDA@penacamilo