Este martes 2 de julio, hacia las tres de la tarde, el Sol no será el mismo. En la mayor parte de nuestro país veremos cómo la Luna comenzará a ‘morder’ nuestra brillante estrella.
Durante miles de años, este hecho causó consternación y miedo en multitud de culturas ancestrales. Y no era para menos, pues ver cómo el sol va desapareciendo de forma inesperada a plena luz del día, siendo este una de las principales deidades para casi todas aquellas culturas, era algo trágico.
Para los chinos, un enorme dragón devoraba el sol. En las grandes culturas del México prehispánico creían que durante la ocultación del sol aparecían estrellas demonio que volaban y devoraban a los hombres, aprovechando que reinaba la oscuridad. A los niños les tapaban la cara, pues pensaban que se convertirían en ratones si miraban lo que ocurría en los cielos. Había danzas y rituales en los que se hacía mucho ruido para ayudar al sol a salir de su letargo.
Hoy sabemos exactamente la causa de este fenómeno, llamado eclipse de sol, aunque no por ello dejen de existir asombro y emoción entre los habitantes del planeta que han tenido la oportunidad de observar alguno. La diferencia es que ahora sabemos que se produce por el movimiento de los cuerpos celestes, en este caso de la Tierra alrededor del Sol, y de la Luna alrededor de la Tierra; y además podemos aplicar leyes físicas para predecir con certeza cuándo va a suceder el próximo y qué características va a tener.
En el momento del eclipse, la Tierra, la Luna y el Sol se alinean a la perfección, y la Luna bloquea completamente la luz solar gracias a una verdadera coincidencia celestial –el Sol es unas 400 veces más ancho que la Luna y se encuentra 400 veces más lejos de nosotros que nuestro satélite natural–.
Los científicos que estudian el sol han aprovechado los eclipses para investigar aspectos fascinantes de nuestra estrella, principalmente la estructura de la atmósfera solar, de la corona del astro rey –la corona solar–, que se extiende por millones de kilómetros y en la cual se destaca el campo magnético que sale del Sol.
De igual forma, los eclipses han servido a lo largo de la historia para avanzar en nuestro conocimiento sobre el cosmos. Recordemos que hace poco se cumplió el centenario de la observación del eclipse de sol del 19 de mayo de 1919, en el cual se comprobó por primera vez la teoría general de la relatividad –que relaciona la gravedad y la curvatura del espacio y el tiempo–, del científico Albert Einstein y que convirtió al físico en toda una celebridad.
Para el eclipse de esta semana, en Colombia no tendremos la ocultación completa del sol, razón por la cual se denomina eclipse parcial. Los lugares privilegiados para observar este espectáculo cósmico serán algunas islas del océano Pacífico y países como Chile y Argentina, donde el eclipse se verá de manera total.
Popularmente ha sido bautizado el 'gran eclipse suramericano', aunque en los países vecinos, como Paraguay, Uruguay, Ecuador y Brasil, también será parcial. Hasta Chile y Argentina se desplazarán miles de cazadores de eclipses desde todos los rincones del planeta para contemplar uno de los fenómenos naturales más imponentes, y que los convocó por última vez el 21 de agosto de 2017 en Estados Unidos.
Muchos de los apasionados por los fenómenos celestes se concentrarán en los icónicos observatorios de Chile, principalmente en el Interamericano del Cerro Tololo, a 80 kilómetros de la ciudad de La Serena y una altura de 2.200 metros sobre el nivel del mar.
Por sus condiciones climáticas, será uno de los sitios con mejores opciones para disfrutar de la ocultación del sol, aunque será un eclipse 'complicado', ya que sucede en invierno en el hemisferio sur y ocurre cuando el Sol se encuentra escasamente a pocos grados sobre el horizonte occidental, justo antes del anochecer.
Uno de los momentos más emocionantes cuando se observa un eclipse total de sol es justamente durante la fase de totalidad, momento en el cual se puede ver directamente al sol sin utilizar ninguna protección. En ese momento sublime, y durante algunos minutos, la emoción es máxima al poder contemplar la corona solar a simple vista.
En gran parte de Colombia se observará el eclipse parcial, que en el caso de Bogotá se iniciará a las 3:07 p. m., llegando a su máximo a las 3:39 p. m. y finalizando a las 4:09 p. m. En el momento máximo, el sol estará oculto escasamente un 9 por ciento por la Luna, un pequeño mordisco cuya observación habrá merecido la pena para muchos.
En Colombia tendremos la posibilidad de ver un eclipse anular de sol –se observa un anillo brillante alrededor del Sol cuando la Luna lo tapa, debido a que esta se encuentra un poco más cerca de la Tierra– el 14 de octubre del 2023. La espera será más larga para poder disfrutar de la ocultación total del sol, pues solo para el 11 de mayo del 2059 se espera un eclipse total que podrá ser observado desde el extremo sur del país.
Es importante recordar los peligros que tiene la observación directa del sol, que no traerá malos presagios o infortunio, pero que sí puede dañar los ojos y causar ceguera. No se deben utilizar gafas de sol de las que usamos en un día soleado, ni radiografías ni cualquier filtro.
Lo más conveniente es acercarse a observatorios, planetarios y clubes de astronomía del país en los cuales cuentan con el equipo apropiado para disfrutar del fenómeno de manera segura, y aprovechar las transmisiones por internet que se estarán realizando desde los lugares de observación privilegiados. Cielos despejados, y ¡a disfrutar del fenómeno!
Para observar el eclipse de sol en directo a través de internet puede tener en cuenta las siguientes recomendaciones: en primer lugar está el sitio web del European Southern Observatory (eso.org), que ofrecerá transmisión desde tres telescopios diferentes. Luego, el sitio web del museo Exploratorium, en Estados Unidos, que transmitirá el evento (exploratorium.edu) en asocio con la Nasa. Por último, TimeandDate.com, una página noruega dedicada a estos asuntos.
SANTIAGO VARGAS
PH. D. en Astrofísica, Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional