La Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo de China, aprobó una entrada en vigor de impuestos medioambientales para combatir la contaminación.
Según medios locales las autoridades chinas cobran tasas por la emisión de agentes contaminantes desde 1979. Solo en 2015 lograron el recaudo de 17.300 millones de yuanes, unos 2.490 millones de dólares. Sin embargo, algunos gobiernos usaban ‘vacíos jurídicos’ para evitar que grandes empresas pagaran las tasas.
Los entes reguladores pidieron un mecanismo que reemplazara las tasas por una ley que evitara las movidas ilícitas.
La nueva ley, aprobada el domingo, entrará a operar solamente el primero de enero de 2018. La normativa será "clave en la lucha contra la contaminación", según el director del departamento de política fiscal del Ministerio de Finanzas, Wang Jianfan.
El código se aplicará a empresas e instituciones que emitan agentes contaminantes directamente al medio ambiente. "La nueva ley hará que los contribuyentes tengan más conciencia ambiental", señaló Wang, "actualizar su tecnología y cambiar a métodos de producción más limpios", añadió.
Quienes incumplan la ley deberán pagar 1,2 yuanes (0,16 euros) por cada 0,95 kilogramos de dióxido de azufre que emitan, y 1,4 yuanes (0,19 euros) por kilo de demanda química de oxígeno, que mide los contaminantes orgánicos del agua.
El pero de la medida es que el dióxido de carbono, uno de los contaminantes más dañinos para el ambiente, no está incluido en la lista.
Otra forma de contaminación, la acústica, también tendrá penas monetarias de hasta 1.540 euros. Los residuos sólidos tendrán multas de hasta 138 euros por tonelada. Las tasas podrán ser aumentadas hasta 10 veces, en las provincias, si las asambleas populares lo aceptan.
EFE
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