Varias coronas fúnebres con el número 23, una foto sobre el ataúd de cedro y un medallón de oro y diamantes con sus iniciales. Así fue el sepelio de Jonathan José Ospino Illera en el cementerio de Arroyo Hondo (Bolívar), el jueves pasado, a las 9 de la mañana.
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A 30 grados de temperatura, el velorio fue custodiado por un grupo de hombres que requisaron a todos los asistentes para que no ingresaran ni armas ni celulares. Incluso, le pidieron al cura que adelantara siete horas el entierro para no tener sorpresas.
En el sepelio de Jonathan Ospino, los dolientes llevaron coronas con el número 23.
Suministrada por autoridades
Jonathan José Ospino Illera, murió en medio de la balacera en la celebración de su cumpleaños en Puerto Colombia.
Suministrada por autoridades
Las caras de varios de los dolientes son las mismas que aparecen en los videos del cumpleaños de Ospino, el pasado 23 de octubre. Se celebró en las lujosas cabañas Mediterrané (en Puerto Colombia), a 128 kilómetros de la bóveda en donde ahora están sus restos.
Investigadores analizan las imágenes para establecer cuáles fueron los invitados vip que sacaron armas largas y cortas y armaron una balacera, dejando varios heridos y dos muertos, incluido el homenajeado. Ya hay 30 personas identificadas que van a ser citadas por la Fiscalía.
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Testigos aseguran que en un par de mesas había funcionarios públicos que lo presenciaron todo; y fichas de tres clanes mafiosos que han estado bajo la lupa de las autoridades, sin que les pase nada.
El militar retirado
Roy Ricardo Galea Reyes es el escolta que murió degollado en la fiesta.
Suministrada por autoridades
En efecto, para algunos, este caso podría ser una simple riña entre poderosos comerciantes y sus guardaespaldas. Pero para las autoridades es el inicio de un capítulo judicial pendiente que implica a presuntos capos de La Guajira, Cesar, Atlántico e incluso Venezuela, que no parecen interesados en la ‘paz total’.
“Ellos mismos se encargaron de ponerse en evidencia y ahora andan buscando un mediador (palabrero) para ‘arreglar’ los dos muertos y evitar que la investigación pase a mayores”, le dijo a EL TIEMPO un allegado al caso.
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En un reporte reservado sobre los hechos se confirma que, tal como lo reveló EL TIEMPO, las lujosas cabañas Mediterrané pertenecen al empresario Mauricio Gerlein y a su esposa, que se las alquilaron a una supuesta profesora que ya fue identificada.
La mujer dijo que sería una simple recepción.
En esta cabaña se presentó la balacera.
Suministrada por autoridades
Además, se indaga la presencia en el cumpleaños de varios miembros de la familia Vega Daza, quienes ya habían sido víctimas de un atentado.
Según el reporte oficial, minutos después de la balacera, fueron retenidos dos hombres con las camisas salpicadas de sangre, un fuerte olor a licor y dos armas cortas.
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Iban en una camioneta Lexus de 200 millones de pesos que, con 42 impactos de bala, se negó a seguir por la vía que de Salgar conduce a Barranquilla. La Policía los retuvo y, según explicaron, eran invitados de Ospino.
Los retenidos, identificados como Roberto Carlos Vega Daza y José Nadín Marrugo Herrera (un exsoldado del Batallón de Policía Militar de Barranquilla), fueron llevados a la URI de la Fiscalía por presunto porte ilegal de armas.
En redes han circulado fotografías de estas armas que se usarían para un ajuste de cuentas por la balacera en Puerto Colombia.
Suministrada por autoridades
Pero, en cuestión de horas, un abogado llegó con los salvoconductos de la pistola Glock 9 milímetros que portaba Vega y del revólver Llama calibre 38 del exmilitar; y fueron dejados en libertad.
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“En 2018, Roberto Carlos Vega y su hermano Ronald se enfrentaron a un sicario en el barrio Altos del Riomar, norte de Barranquilla. Versiones indican que hubo una discusión que derivó en la balacera”, aseguró una fuente judicial.
‘Deivi Parrilla’ y el fusil
Autoridades buscan a este sujeto que portaba un fusil en la narcofiesta de Puerto Colombia.
Archivo particular
Y añadió que en su momento el episodio se vinculó a una incautación de armas en unas cabañas en Puerto Colombia.
Cuatro años después, en una escena casi calcada, versiones señalan que Ospino, el cumpleañero, le disparó a uno de los escoltas de Roberto Carlos Vega Daza.
Y uno de los guardaespaldas de Vega –identificado como el venezolano Roy Ricardo Galea Reyes– impactó a Ospino en seis ocasiones, antes de que alguien lo degollara a él con una botella.
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Oficialmente, el móvil de la riña que desencadenó la balacera en Mediterrané fue la molestia de Ospino porque alguien cercano a Daza se sobrepasó con una invitada.
Sin embargo, para los investigadores es claro que hay algo más. De otra forma no se explican que el hombre que aparece en la fiesta portando un fusil no aparezca. Se sabe que es cercano a una banda criminal y que le dicen ‘Deivi Parrilla’.
El momento en que tres hombres se enfrentan a tiros.
Captura de video
Amenazas a Del Río
Miguel Ángel del Río, abogado penalista.
Archivo particular
Además, ya se estableció que entre los invitados hay un par de personas que aparecen mencionados en la denuncia sobre el plan criminal en contra del abogado penalista Miguel Ángel del Río.
Hay información sobre la contratación de un clan que controla el sicariato, el robo de tierras y las extorsiones en el norte de Barranquilla. Se señala que hay una empresa de seguridad que provee las armas a los sicarios.
(Consulte acá todos los artículos de la Unidad Investigativa de EL TIEMPO)
Por ahora, varios invitados ya han ido a reclamar sus camionetas de alta gama, incluido un empresario de Cali, otro de Palmira y una dama de Villa del Rosario (Norte de Santander).
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