El delantero Marco Pérez tenía todo listo en 2020 para viajar a Arabia Saudita y unirse a la escuadra Al-Raed Saudí F. C., con la que firmó contrato por varias temporadas. Solo le faltaba vender la Chevrolet Traverse que había comprado por 180 millones de pesos.
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A pocos días del viaje, y cuando todavía jugaba para el Deportes Tolima, le salió un comprador que le pagó los 60 millones de pesos que el jugador ya había cancelado de la camioneta, y le prometió hacerse cargo de las cuotas con el banco que hacían falta.

Esta es la camioneta que el jugador Marco Pérez le vendió al negociante de carros.
Archivo particular
Un compañero de equipo fue el que le dio el contacto del negociante y le aseguró que a él le había vendido un Mazda CX5 impecable en 70 millones de pesos, aunque en el mercado está en unos 150 millones de pesos.
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Meses después, Marco Pérez se enteró por el banco de que las cuotas del carro no las estaban pagando. Incluso, de vuelta en Colombia y ahora en el equipo Águilas Doradas, le ha tocado cubrir algunos de los abonos. Lo último que supo del comprador fue que le envió una prueba de covid positiva en enero y se desapareció.

Este es otro de los carros que ofrece la red.
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La red tenía acceso a al menos dos parqueaderos judiciales, conocidos como patios.
EL TIEMPO
EL TIEMPO investigó y estableció que el hombre que se quedó con la lujosa camioneta es Norman Eduardo Serrano Sanmiguel, que se presenta como operador de negocios y litigante en derecho civil y de familia.
Y a través de una página en Instagram ofrecían camionetas Dodge Ram 1500, en 140 millones de pesos; BMW M340i, en 130 millones, y Toyota Prado VX, en 247 millones de pesos.
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Eran comercializadas en ciudades como Bogotá, Ibagué, Bucaramanga, Sincelejo, Manizales, Pereira, Barranquilla y Cali.
También se comercializó una moto que pertenecía a logística del Ejército Nacional y se vendió como particular, en medio de un remate.

Norman Eduardo Serrano Sanmiguel, fue capturado en abril de 2022.
Fiscalía
Para el fiscal del caso, Norman Serrano es la pieza clave de una organización delincuencial de la que también haría parte el empresario Andrés Felipe Verú, quien ya estuvo en una celda de la cárcel Picaleña (Tolima) y hoy tiene detención domiciliaria, se le atribuye supuestamente mover plata de Serrano.
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“Este ofrecía vehículos de alta gama al 60 por ciento de su valor en el mercado porque decía que los obtenía de remates judiciales o de bancos que los tenían retenidos por prenda bancaria”, aseguró la defensa de al menos 28 de las personas que se consideran víctimas.
Y agregó que, al parecer, la red tenía acceso a al menos dos parqueaderos judiciales, conocidos como patios, de donde sacaba los carros de alta gama y los vendía bajo la promesa de levantar la prenda y hacer papeles en tres meses. Pero esto nunca ocurría.

Además de tres jugadores de fútbol y empresarios, hay varios militares y policías que negociaron carros como estos.
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Algunos clientes sacaron plata de sus ahorros para comprarle varios carros.
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Clientes de Serrano creen que este también tiene acceso a listas de vehículos que entidades financieras retienen por prenda bancaria: “Luego de girarle la plata y usar los vehículos por 90 días, nos los quitaba la Policía o particulares”.
Pero hay otros que terminaron con más problemas. Sacaron plata de sus ahorros para comprarle varios carros y hacer negocio e incluso le llevaron clientes, entre ellos sargentos y capitanes. Y ahora estos los tienen denunciados por estafa.
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Investigadores indagan si también se obtenían créditos bancarios a nombre de terceros a los que se les subían el perfil económico para que les aprobaran los desembolsos. Con ese dinero sacaron carros de concesionarios que también ponían a la venta.
EL TIEMPO tuvo acceso a la lista de los compradores de carros que se declaran afectados y estableció que además de tres jugadores de fútbol y empresarios, hay varios militares y policías. Incluso a investigadores de la Sijín les ha llamado la atención que miembros de esa institución hayan sido los encargados de inmovilizar los carros, entre ellos hay un capitán de un municipio vecino de Bogotá.

Los vehículos tenían instalados GPS que facilitaban su localización, así estuvieran en garajes.
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EL TIEMPO accedió a videos de operativos de recuperación de vehículos, uno de ellos en un sanandresito de Bogotá. Allí se ve que uno de los policías se tapa la placa. Y en otro, se estaba haciendo efectiva una retención con una orden judicial que resultó ser falsa.
Los vehículos tenían instalados GPS que facilitaban su localización, así estuvieran en garajes.
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Algunas de las víctimas han narrado que conocieron a Serrano a través de un capitán, que está detenido por otro caso. Y añaden que falta un implicado.
Hace un mes, en la audiencia en la que se le imputaron a Serrano concierto para delinquir, estafa agravada y emisión o transferencia ilegal de cheques, se mencionó a esta persona.
Según la Fiscalía se trata del venezolano Jean Pierre Franco, nacionalizado colombiano en 2013. Pero investigadores creen que faltan fichas en oficinas públicas y notarías.

A investigadores de la Sijín les ha llamado la atención que miembros de esa institución hayan sido los encargados de inmovilizar los carros.
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Algunas veces utilizan órdenes de juzgados falsas como esta.
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“Algunos traspasos llevan el sello de notarías en donde Serrano era recibido en salones vip. Allí lo trataban con familiaridad. Sin embargo, los papeles nunca fueron autenticados”, aseguró la defensa de varias de las víctimas.
Y aún no se explican cómo en plataformas oficiales, en el momento de la compra, no aparecían los antecedentes de los vehículos. Pero 24 horas después aparecían los registros.
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Otro de los jugadores que aparecen en la lista de afectados es Juan Guillermo Arboleda.
EL TIEMPO estableció que la semana pasada a la esposa del jugador la bajaron de la camioneta Mazda CX5 modelo 2020 que Serrano les había vendido.
Algunos traspasos llevan el sello de notarías en donde Serrano era recibido en salones vip.
Y si bien hace un mes, en la audiencia de imputación y de medida de aseguramiento, la defensa de Serrano Sanmiguel aseguró que no se configura ningún concierto para delinquir y que su cliente está respondiendo por algunas de las deudas, la investigación sigue su curso y su cliente está detenido en la sede del búnker de la fiscalía de Ibagué.
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“Se lo llevamos advirtiendo, no hable con nadie más, usted busca una muerte estúpida, los vamos a mandar en una bolsa a sus familias”. La preocupación es que mientras avanza la investigación, amenazas como esta les están llegando a las víctimas y a su defensa.
“Son tres personas que trabajan independientemente en similar o igual actividad, que se ganan un porcentaje con cada negociación”
-Abogado de Norman Serrano.
EL TIEMPO se comunicó con el abogado de Norman Eduardo Serrano para conocer su versión, pero él dijo que consultaría a su cliente para dar una respuesta. Al cierre de esta edición no había contestado. Sin embargo, en la audiencia de imputación de cargos fijó su postura. Negó que Serrano perteneciera a una organización criminal y que fuera un peligro para la sociedad. Además, dijo que el ente acusador no precisó los supuestos roles de los mencionados -Serrano, Jean Pierre Franco y Andrés Verú- para sustentar un presunto concierto para delinquir.
“Son tres personas que trabajan independientemente en similar o igual actividad, que se ganan un porcentaje con cada negociación”, dijo el abogado. También negó que su cliente se haya usufructuado con el dinero que pagaron los supuestos afectados. En la audiencia se habló de más de 1.600 millones de pesos, pero las supuestas víctimas hablan de más de 5.000 millones. Y agregó que su cliente tiene la voluntad de colaborar.
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De hecho, dijo que quería saber los nombres de las personas querellantes, para hablar con ellas. Incluso aseguró que ya se han realizado pagos, se están adelantando conciliaciones y se les va a levantar la prenda a algunos vehículos. Por su parte, allegados a Verú también dijeron que él no cometió ningún delito. Fue imposible ubicar al señalado fugitivo Jean Pierre Franco.
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