Las oficinas de varios penalistas bogotanos se empezaron a mover en plena pandemia por cuenta del empresario paisa Guillermo León Acevedo Giraldo, un importante jugador en el sector inmobiliario de Bogotá, a pesar de manejar un bajo perfil.
Insight Crime, dedicada a estudios sobre crimen organizado, lo señaló hace algunas semanas de ser un narcotraficante, que logró mimetizar por años su fortuna y prontuario.
Y aunque abogados de Acevedo ya procedieron a instaurar una denuncia por injuria y calumnia, el informe insiste en que es el mismo que usaba los alias de Memo Fantasma y de Sebastián Colmenares cuando pasó de mafioso de Medellín a cabecilla de los narcoparamilitares.
“Afirman que mi representado tendría actividades de narcotráfico vigentes al día de hoy y hasta homicidios (…). No estamos frente a una calumnia de poca monta”, advierte la denuncia instaurada por el penalista David Espinosa.

El fiscal general, Francisco Barbosa, lidera 'bloque anticorrupción' por contratos en medio de la pandemia.
Federico Barón, Fiscalía General.
En una verificación independiente al informe de Insight Crime, EL TIEMPO ubicó a Acevedo, quien accedió a responder varios interrogantes claves.
Además, se estableció que jugadores en el negocio inmobiliario revisan negocios con el empresario, de 49 años, y que la Fiscalía inició investigación.
El expediente fue abierto tras una compulsa de copias de la Dirección de Justicia Transicional. Aunque no se conoce su contenido, ‘paras’ del Bloque Central Bolívar dieron detalles de ‘Memo Fantasma’ o ‘Sebastián Colmenares’ que permitirían llegar a su plena identidad.
“El caso fue asignado a una fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, quien ya ha adelantado actividades investigativas”, señalaron altas fuentes del ente investigador. Y un excapo de Medellín dijo conocer la identidad de ‘Memo Fantasma’ y nexos con alias Macaco.
Nunca he tenido relación comercial, social o de amistad con ninguna persona, que yo tenga conocimiento, haya estado al margen de la ley: Acevedo
Pero Acevedo asegura estar listo a responder ante las autoridades y atribuye las denuncias en su contra a otro móvil.
“Desde hace muchos años hemos venido siendo víctimas de extorsiones en un predio que es de mi familia (…). Desde que se iniciaron los hostigamientos hemos presentado las denuncias de rigor”, explicó.
Sobre ‘Macaco’ agregó que decían que tenía un predio en la región en la que su familia tiene tierras, pero no lo conoció.
“Nunca he tenido relación comercial, social o de amistad con ninguna persona, que yo tenga conocimiento, haya estado al margen de la ley”, insistió Acevedo, quien tiene residencia y bienes en España, que aún no le ha pedido explicaciones.
El capítulo sobre su fortuna y negocios es clave en las pesquisas legales y periodísticas.
“Mi patrimonio, lejos de ser una fortuna, como se ha manifestado malintencionadamente, es fruto de mi trabajo empresarial en el área inmobiliaria y de la construcción”, dijo.
Este diario revisó bases abiertas y estableció que a su nombre solo aparece un predio en Medellín y en varios de los lotes vinculados al proyecto Edificio Torres 85, en 2007.
Pero fuentes del sector inmobiliario dijeron que una porción del proyecto de la calle 100 con carrera 7.ª, norte de Bogotá, se levanta en terrenos que Acevedo negoció por unos 20.000 millones de pesos.
Tras buscar en la tradición de esos predios apareció Ciprés Asociados S. A. S., que adquirió varias casas hasta obtener casi una manzana. En esta figuran allegados a Acevedo, incluida María Enriqueta Ramírez, viuda de Giraldo, su señora madre, con un 34 por ciento de acciones.
Aldea Proyectos, dueña del desarrollo inmobiliario, dijo que, en efecto, Acevedo fue el intermediario para la adquisición de un lote de 2.000 metros cuadrados: un 7 % del total de la obra.
“Allí funcionaba un parqueadero. Cuando fuimos a preguntar, nos referenciaron al señor Acevedo”, explicaron.
Y agregaron que, en su momento (2012), se contrató a la firma Kroll para que hiciera un estudio de predios, vendedores e intermediario. Idéntico proceso hizo un socio de este proyecto.
En todo caso, dijeron estar listos a mostrar la transparencia de la transacción y su rol como terceros de buena fe.
“La única participación en ese proyecto, del que no soy socio, fue una labor inmobiliaria de mediación en la que participé en la adquisición de algunos de los predios. Por esta gestión recibí una comisión comercial que está documentada”, dijo Acevedo.
También explicó que a Carlos Alberto Gutiérrez Robayo –quien lo presentó en el proyecto Torres 85, vinculado al esposo de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez– lo conoció como veterinario en un simposio de biotecnología: “Allí él me ofreció unos servicios de biotecnología reproductiva, pero nunca realizamos ningún negocio”.
La vicepresidenta ya le dio poder al penalista Abelardo de la Espriella para que se rectifiquen apartes del informe. Entre otros puntos, que nunca tuvo nexo con Acevedo, que se indagó con autoridades sus antecedentes y que es falso que lo hubiera recomendado en un colegio. Su esposo, Álvaro Rincón, también acudió al penalista Francisco Bernate, quien ya pasó varios derechos de petición a la Fiscalía.
“No soy un fantasma, nunca lo he sido, y estaré presto a comparecer a cualquier llamado que la Fiscalía hiciere sobre este o sobre cualquier otro asunto”, le dijo Acevedo a EL TIEMPO, y muy pronto será llamado.
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