Varias fotos tomadas en una calle de Nicolás de Federmán, un tradicional barrio ubicado en el occidente de Bogotá, prendieron las alertas de la inteligencia colombiana e incluso de agencias estadounidenses.
En ellas se aprecia a un sujeto con rasgos similares a Samuel Salman el Reda –o Salman Raouf Salman, como lo llaman en árabe–, cerebro de un atentado terrorista que hace 25 años se cobró la vida de 85 personas en Buenos Aires y que dejó en evidencia la presencia de Hezbolá en América Latina.
Se trata de un colombiano, nacido en San Andrés, del grupo proiraní al que Estados Unidos –y ahora Colombia– cataloga como terrorista.
Está probado que movió por el país parte de los explosivos usados en el atentado. Por eso, tiene circular roja, y por su ubicación se ofrecen 7 millones de dólares.
“Salman ha sido visto varias veces en Colombia, y no solo tras el atentado, sino más recientemente. Su papel ha sido clave para que otras personas vinculadas a Hezbolá hayan aterrizado en Venezuela para activar células y desde allí extenderse y consolidar su presencia en nuestro país”, le dijo a EL TIEMPO una fuente oficial.
Salman ha sido visto varias veces en Colombia, y no solo tras el atentado, sino más recientemente.
Su versión coincide con lo dicho esta semana por el presidente Iván Duque y por el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quienes coincidieron en afirmar –durante la III Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, realizada el lunes pasado en Bogotá– que ese grupo, de origen libanés, se está expandiendo desde Venezuela hacia la región.
“El régimen de Irán, con su brazo armado Hezbolá, está también en Venezuela, y esto no es aceptable”, advirtió Pompeo. “Hemos visto la presencia de células de Hezbolá en países como Venezuela, con la anuencia de la dictadura de Nicolás Maduro”, enfatizó Duque.
Se rastrean contactos de Hezbolá con el Eln y con disidencias de las Farc, así como con personas claves en Caracas que han facilitado esos nexos. Se sabe que un sujeto identificado como Cristóbal Grimaldo, alias Jaime, es el enlace entre el Eln y el grupo libanés.
Han penetrado diásporas de árabes asentados en Cartagena, Barranquilla y Riohacha, desde donde se han extendido a otras zonas, incluyendo a Bogotá
“Han penetrado diásporas de árabes asentados en Cartagena, Barranquilla y Riohacha, desde donde se han extendido a otras zonas, incluyendo a Bogotá”, agregó la fuente estatal.
Lo han hecho a través de economías legales ligadas al sector textil, de la construcción, cárnicos y de exportaciones de carbón hacia el Líbano. Las ganancias –bajo la lupa de la Fiscalía– van para el sostenimiento del grupo, y se mueven a través de bancos europeos ya identificados.
“La ruta siempre lleva a Beirut. Pero un porcentaje se usa para financiar el tráfico de armas y de personas y el narcotráfico”, dijo un conocedor.
Para el coronel (r) John Marulanda, consultor en seguridad y defensa, ese grupo libanés tiene dentro de sus intereses en Colombia lavar dinero y sacar provecho de rentas ilegales que ejecutan tanto en territorio nacional como en Venezuela.
“A Colombia llegan porque hay fronteras con Venezuela que son muy poco vigiladas y por donde se les facilitan sus actividades ilícitas. Incluso, se habla de que podrían estar haciendo seguimientos de inteligencia a estadounidenses y judíos con fines terroristas”, aseguró Marulanda.
Otra preocupación del gobierno Trump es que miembros de Hezbolá obtengan falsas identidades en Colombia para moverse por la región y ejecutar atentados.

Agentes le tomaron fotos a Delcy Rodríguez con la típica ‘hatta’ o pañuelo que algunos relacionan con Hezbolá.
Archivo particular
En 2019, la Unidad Investigativa de EL TIEMPO reveló la existencia de una mafia enquistada en algunas oficinas de la Registraduría que, con registros civiles alterados, expedían identidades falsas a 'clientes' de Turquía, Irak, Libia, Siria y Palestina.
“Sabemos que han enviado cédulas y pasaportes a esos países ocultos en postas de carne de exportación, con la complicidad de ganaderías locales y de empresas de textiles que abren en Colombia. Se estima que hay más de 60.000 registros civiles que se han expedido irregularmente para sacar cédulas y pasaportes y volver colombianos a extranjeros”, aseguró un oficial de inteligencia.
Varios de ellos lograron incluso obtener visa de Estados Unidos y por estos casos están siendo procesados funcionarios y particulares en Colombia.
En cuanto a Venezuela, se sabe que están en el Arco Minero (estados de Bolívar y Amazonas) y tienen interés en el torio, que se extrae para fabricar misiles y bombas y que los expertos llaman “combustible nuclear limpio”.
Uniformados bolivarianos que han desertado cuentan que Hezbolá tiene el apoyo de militares como el general Fabio Zavarse Pabón y el coronel Osvaldo Gallegos Matos.
También hay datos de que Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Maduro, y Tareck El Aissami, ministro de asuntos económicos, de ascendencia libanesa, tienen lazos con Hezbolá. Detalles de todas estas investigaciones le fueron suministrados a Pompeo.
UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com
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