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Unidad Investigativa

El cinematográfico escape del nuevo testigo contra Maduro

Iván Simonovis, exjefe de operaciones especiales, huyó de Venezuela y hoy es testigo de la DEA.

Iván Simonovis, exjefe de operaciones especiales, huyó de Venezuela y hoy es testigo de la DEA.

Foto:EFE

El exjefe de inteligencia huyó con sogas de su casa, en lancha a una isla, y en avioneta a EE. UU.

El día en que el régimen de Nicolás Maduro le otorgó casa por cárcel, Iván Antonio Simonovis Aranguren tomó la decisión de huir de Venezuela.
Después de haber sido jefe de operaciones especiales de la Policía y miembro de la inteligencia, en tiempos de Hugo Chávez, fue confinado a 30 años de prisión por participar en el frustrado golpe de Estado, de 2002, que terminó con la masacre de 18 personas. Durante 9 años permaneció aislado en una pequeña celda de 2 por 2 metros y solo recibió 33 días de sol.
Por eso, desde septiembre de 2014, empezó a tejer el plan para volársele al régimen, que culminó con éxito el pasado 24 de junio, cuando trinó en sus redes sociales: “Estoy libre”, y subió una fotos posando al lado de la estatua de Simón Bolívar que está en Washington.
Su escape se inició la madrugada del 16 de mayo de 2019. Con tan solo una pequeña maleta (en la que llevaba una navaja, una linterna, su sentencia judicial y la biografía de Neil Armstrong), Simonovis descendió cerca de 25 metros hacia el patio trasero de su casa, ubicada en Caracas.
“Yo hacía tanteos, me movía de un sitio a otro, a mí me vibraba el grillete que tenía en un tobillo y supongo que a los funcionarios se les prendía una alarma. Cuando me di cuenta de que en partes de la casa no pasaba nada, dije: bueno, este grillete es malo”, contó Simonovis.
A la salida de su casa lo estaban esperando, en una camioneta Toyota, miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía que le ayudaron a cortar el grillete con el que integrantes del Servicio de Inteligencia Bolivariana (Sebín) controlaban sus movimientos.
“Me escondieron durante varias semanas en dos casas abandonadas y en una embajada. Estaba aislado, ni siquiera podía hablar con mi esposa, Bony Pertiñez, quien se encontraba en Dortmund (Alemania) visitando a nuestros dos hijos. Gente me llevaba alimentos”, añadió Simonovis.
En la misma Toyota en la que salió de su casa, tomó rumbo a la costa oriente venezolana, en compañía de un militar y de un policía. Habían explorado salir por el occidente, pero era una ruta más complicada.
“Nos encontramos con seis retenes y en uno de ellos nos detuvieron. Nos hicieron orillar, pidieron que bajáramos los vidrios y un policía se asomó y me vio. Se quedó pensativo, sonrió y nos dijo: ‘Continúen’. Nunca sabré si me reconoció y me dejó pasar”, precisó.
En un operativo similar al que rescató a la fiscal en el exilio Luisa Ortega, en agosto de 2017, el expolicía buscó una lancha rápida que lo estaba esperando en una playa.
Aunque todo iba según lo planeado, al llegar a la costa se percataron de que residuos y sedimentos en el agua entraron al tanque de gasolina, por lo que el motor no arrancó. Él y sus acompañantes esperaron 10 horas a que lo repararan.

DEA, Colombia y Eln

Se movilizaron hasta una isla del Caribe, la cual no ha especificado por no poner en riesgo a algunos oficiales que le ayudaron. Allí lo estaba esperando una avioneta fletada, que tomó rumbo a Estados Unidos.
Cuando sobrevolaban las Bahamas hacia espacio aéreo estadounidense, Simonovis le dijo al piloto que él sabía volar y el capitán accedió a que ocupara el puesto del copiloto.
“No solo estaba teniendo la libertad, sino que estaba teniendo el control de mi destino”, dijo Simonovis.
Desde un comienzo estaba previsto que llegaría a Estados Unidos para reunirse con agentes de la DEA y entregar información relevante sobre el régimen. Entre lo que ha dicho en reuniones iniciales, tiene cómo probar la presencia del grupo terrorista Hezbolá, de ETA y de la guerrilla colombiana del Eln en territorio venezolano.
“Ellos están instalados en el país y hay un estado en especial donde tienen una fachada y andan a su libre albedrío. Desde ahí planifican cosas para el resto del mundo”, explicó Simonovis refiriéndose a Hezbolá. Y agregó que no es una amenaza solo para su país, sino a nivel global.
Simonovis también dijo que, a través del embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, está contactando a miembros de la Dirección Nacional de Inteligencia para suministrar información clave sobre los movimientos del Eln al otro lado de la frontera.
El expolicía se une a otros exmiembros del régimen, que han salido de Venezuela o han sido capturados –como el general Hugo Carvajal–, dispuestos a testificar en todos los tribunales contra Maduro y sus alfiles.
UNIDAD INVESTIGATIVA
Twitter: @Uinvestigativa
u.investigativa@eltiempo.com
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